Valencia Basket espera rival en semifinales de la Copa del Rey

Valencia Basket 88-72 Herbalife Gran Canaria

Van Rossom anota a aro pasado / ACBMEDIA

Valencia Basket comenzó como un tiro la Copa del Rey, merced de un 7-0 de parcial, todos los puntos anotados por Bojan Dubljevic, en dos minutos, mientras que los de Casimiro, erráticos desde el triple, no encontraban el aro valenciano. La diferencias se incrementaban, 12-4 mediado el primer cuarto. La intensidad defensiva de los de Pedro Martínez les condenó al bonus a 04:44 para el segundo acto, lo que utilizaron los pio-pio -hoy de azul- para ir arañando puntos en el marcador. Se llegó al final del primer cuarto con 23-17 para los de la capital del Turia, apoyados en los 11 puntos de Dubljevic.

Entre gritos de «era campo atrás, era campo atrás», comenzó el segundo cuarto, con un Valencia Basket disparando la ventaja sobre los 10 puntos, ametrallando el juego interior insular, ahora con Oriola y Will Thomas, una canasta del pivot catalán colmó la paciencia de Casimiro, que paró el partido a 05:47 para el descanso con 35-22. Lejos de desaparecer, las ventajas creían, Oriola -con 10 puntos- era una pesadilla para los de Luis Casimiro, +19, 43-24, y las alarmas saltaban por todo lo alto entre los aficionados canarios desplazados a Vitoria. Un intercambio final de canastas mantuvo las distancias al descanso, 49-34 en el tercer partido de la Copa del Rey.

  • El pivot serbio, Bojan Dubljevic, el mejor al descanso, 15 puntos, 6 rebotes y 18 de valoración en 12 minutos.

La charla de Casimiro no surtió efecto, y es que las distancias no hacían si no crecer, +21 para el Valencia Basket con un triple de Van Rossom, 57-36. Con el partido prácticamente roto y la grada más fría de lo normal, Valenci Basket se dedicó a dormir el partido, ataques lentos y largos, recelando del contraataque, con un Herbalife Gran Canaria muy desacertado en el tiro. Y no solo eso, en actitud también iban por delante los de Pedro Martínez, que no bajaban la marcha.

Oliver, amo y señor, capataz en la remontada.

Con la entrada del veterano base catalán, Herbalife Gran Canaria encontró su juego. Oliver tomó lo mandos del partido, leyendo a la perfección el juego de su equipo, unido a una mayor intensidad defensiva. El parcial de los pio-pio redujo las distancias al final del tercer cuarto, 62-50.

La exhibición de Oliver no cesaba, suyos fueron los puntos que bajaron la diferencia de los 10 puntos a 8 minutos para el final del partido, 64-56. Pero enfrente se encontró con la figura de un inspirado Guillem Vives, que con siete puntos seguidos calmó los humos amarillos, dando un respiro a Pedro Martínez. Se entró en los últimos cuatro partidos con el duelo visto para sentencia, merced del +16 que campeaba en el marcador para los de Casimiro. Con poco que añadir, más que Valencia Basket no dio opción en los instantes finales, se llegó al final del partido 88-72.