Erik Spoelstra: «Cualquiera me habría despedido»

El entrenador de Miami agradece la estabilidad

Fuente: Wikipedia (CC)
Fuente: Wikipedia (CC)

Cuando Erik Spoelstra tomó las riendas de Miami Heat hace ya 8 años, una gran mayoría de aficionados apenas sabían quien era y mucho menos depositaron su confianza en él. Pero año tras año, Coach «Spo» ha sabido dirigir al equipo con firmeza y con unas ideas claras de baloncesto, para que siempre sean competitivos y aspiren a lo máximo. Cuatro finales de la NBA, dos campeonatos y actualmente unas semifinales de conferencia, así lo demuestran. 

La racha de 8 años al frente de la misma franquicia es la segunda racha activa más larga actualmente, y eso muestra la estabilidad y la confianza que tienen tanto Pat Riley, como Micky Arison para dirigir la franquicia desde los despachos. Pero Spoelstra no está ligado a Miami Heat desde hace 8 años. Llegó en 1995 como coordinador de vídeo, por lo que ha formado parte del cuerpo técnico del equipo desde hace 21 años. Debido a esto y sumado la dirección de Riley y Arison, Spoelstra ha dicho en unas declaraciones, que agradece la libertad con la que le permiten hacer su trabajo, puesto que en otro equipo ya habría sido despedido.

«Sólo he sido entrenador en jefe durante ocho años, y ¿esa es la segunda racha activa más larga?», dijo en la práctica de tiro del pasado viernes. «Eso es un triste estado de la profesión de entrenador en este momento y de la estabilidad de las organizaciones».

«Es por eso que es bastante fácil que me sienta agradecido por ser parte de esta organización durante 21 años. Mismo grupo. Cuando decimos que es una familia, somos una familia. Hemos pasado por todo. Hemos pasado por temporadas ganando juntos, formando equipos, con equipos reconstruidos. Sabemos cómo responde uno al otro en las trincheras cuando es difícil. Pero hay que ser capaz de tener también la oportunidad de crecer con un equipo e ir a través de los tiempos difíciles. No te dan esa oportunidad cuando estás haciendo cambios todo el tiempo. Probablemente me habrían despedido dos o tres veces en una organización diferente».