Rich Cho, protagonista del cambio de los Hornets

Lideró la transformación de la franquicia desde 2011

Erik Cleves Kristensen (CC)
Erik Cleves Kristensen (CC)

Si bien es cierto que la franquicia de los Charlotte Hornets (antes conocida como los Bobcats) ha sido una gran perdedora durante lo que llevamos de siglo, también es verdad que actualmente la franquicia ha dado un giro de 180 grados para colocarse entre las que mejor juego practican de la Conferencia Este, que se está tornando cada vez más competitiva (entre los equipos que no sean los Cleveland Cavaliers).

Debemos recordar que no hace mucho la franquicia de Charlotte registró el peor porcentaje de victorias frente a derrotas de su historia, cuando logró solamente 7 victorias por 59 derrotas la temporada del lockout (2011-12). Frente a esto oponemos la presente campaña, donde la franquicia de Jordan, a pesar de haber sido derrotada en primera ronda de PlayOffs (a 7 partidos ante Miami), ha conseguido en la liga regular un porcentaje de victorias (58,5%) que no lograban desde la temporada 1999-00 (59,8%).

Estos últimos años en la franquicia se estuvo practicando una filosofía cercana -que no igual- a la de los 76ers, donde a pesar de reservar elecciones y espacio salarial, no se conseguía explotar ningún año. La NBA está cambiando, y una franquicia debe centrarse ya más en el futuro que en el presente, renovando progresivamente su plantilla. Un ejemplo claro de esto son los Spurs. Por poner un ejemplo, Larry Brown, que fue entrenador de los Bobcats entre 2008 y 2010, solamente pensaba en ganar en el momento y parecía olvidarse de las mejoras que implicaban preocuparse directamente del futuro. Esto puede salir bien, o mal. Recientemente se han dado dos casos en los cuales esto ha salido mal (el de los Brooklyn Nets, que están pagando las consecuencias, y el de los Charlotte Hornets, que están están viviendo una recuperación por todo lo alto).

El principal culpable de esta recuperación de los Charlotte Hornets es el nuevo General Manager del equipo desde 2011, Rich Cho. La «remontada» desde esa temporada (que desgraciadamente, fue la peor de la historia de la franquicia) ha sido gracias a él. A continuación repasaremos diferentes movimientos que acompañan estos argumentos.

Haciendo caso a las directrices de Steve Clifford, entrenador de los Hornets, Cho se las arregló para traer a la franquicia jugadores que podrían aportar mayor altura y habilidades o agilidad al equipo. Nicolas Batum ha sido, para un servidor, el mejor fichaje que los Hornets hicieron la temporada pasada. Han sacado algo más de anotación por partido de un jugador bastante completo, que ha dado muestras de poder promediar mejores números en cuanto al rebote y el reparto de balón en un futuro. Batum vino a Charlotte a cambio de Noah Vonleh y Gerald Henderson.

Jeremy Lamb ha sido otra gran adición a la plantilla. El jugador es el típico tirador explosivo que, saliendo desde el banquillo, puede dar la nota como revulsivo o simplemente aportar puntos en la segunda unidad. Oklahoma le dejó ir por Luke Ridnour y una segunda ronda del Draft de 2016 de Charlotte. Este año, las estadísticas han sido reveladoras: 9 puntos y 4 rebotes en casi 19 minutos por partido, un buen jugador para la segunda unidad.

Jeremy Lin firmó en la agencia libre del año pasado como el recambio perfecto de Kemba Walker. Cuando Kemba no está acertado, Lin ha demostrado que puede ser un jugador que cumpla ocupando su lugar. Además, mostró signos del jugador clutch que fue en Nueva York hace 4 años.

Finalmente, Spencer Hawes y Frank Kaminsky representan la altura que pedía Clifford. Ambos jugadores han dejado, en parte, buenas actuaciones, pero también algunas malas que deberían revisar. En primer lugar, Kaminsky no ha sido el jugador que se esperaba por parte de la franquicia. Unos 7.5 puntos y 4.1 rebotes que promedia en 21 minutos son unos registros muy pobres para lo que prometía el jugador en el pasado Draft. Hawes ha cumplido en su puesto, pero no ha sido un jugador espectacular dentro del banquillo.

Rich Cho no ha recibido el reconocimiento que se merecía al terminar quinto en las votaciones a ejecutivo del año de esta campaña. Ha transformado la franquicia de los Charlotte Hornets, puesto que ha conseguido, con ayuda del cuerpo técnico (obviamente), pasar de un ataque basado en el juego al poste a una nueva pizarra eléctrica de pick & roll que utiliza el recurso del triple. La aportación ofensiva del equipo ha sido, estadísticamente, la novena mejor de la liga.

Esto es un ejemplo más de una reconstrucción amplia en una franquicia que no ha tenido tanta repercusión como las de los equipos punteros que se han forjado últimamente. Esperemos que los Hornets prosigan con su evolución hasta convertirse en uno de estos equipos contenders para que el ciclo de Rich Cho se complete y el trabajo que lleva realizando desde que tomó las riendas del peor equipo de la liga en 2011 se vea recompensado.