El puzzle de Luke Walton: Los Lakers de la próxima temporada

Los Lakers prácticamente estrenarán quinteto nuevo la próxima temporada, Luke Walton tendrá más opciones en su rotación

Lakers
Los Lakers de la próxima temporada darán un buen lavado de cara al equipo que consiguió el tercer peor récord de la temporada pasada. Foto: Carlos Almenar (SB)

Tras una temporada decepcionante aunque esperada por el bajo nivel de la plantilla, los Lakers han sufrido una completa transformación en su roster que quien más sufrirá pero a su vez lo disfrutará a la hora de gestionarlo será su entrenador, Luke Walton, quien ya comentó cuando acabó la pasada temporada en Abril que habría cambios importantes para el curso que arrancará en Octubre.

La realidad de los Lakers es que a pesar de no haber ido a por nombres importantes en la agencia libre, la adquisición de Caldwell-Pope y la llegada de Lonzo Ball desde el draft, así como el trade que se realizó con el que el equipo se hizo con los servicios de Brook López, traen un cambio significativo en el quinteto laker, habiendo tres nuevos titulares en el equipo, que sustituirán a D’Angelo Russell, que hizo las maletas en el traspaso por López. Nick Young que se marchó a los Warriors en busca del anillo, mientras que Mozgov se fue junto a Russell a Brooklyn.

Los principales cambios vienen en los puestos de guard, donde los Lakers han cambiado tanto a su base como su escolta titular para la próxima temporada, manteniendo únicamente a Jordan Clarkson como teórico sexto hombre, que será importante a la hora de jugar el combo guard, como especialista en el tiro exterior desde el banquillo. Precisamente ha sido la llegada de Lonzo Ball y el nivel que ha mostrado durante la Summer League lo que ha elevado el hype laker hasta niveles poco conocidos durante las últimas temporadas, con el paso de los partidos veremos si está justificado o no; con su llegada los Lakers han encontrado el playmaker que tanto necesitaban. Tyler Ennis, será el base suplente de Lonzo Ball, mientras que Caruso completará la rotación de bases aunque no se descarta que venga otro base para completar la rotación, lo que dejaría a Ennis como tercer base.

Ahora vamos a imaginar por un rato que estamos en la cabeza de Luke Walton, que tenemos que diseñar una rotación donde encajar a todos los titulares, pero a su vez otros jugadores que partirán la temporada como suplentes pero que poseen un talento de sobra conocido, como Jordan Clarkson, Larry Nance, Ivica Zubac, y el sorprendente Kuzma, quien se ha mostrado como un posible robo del draft durante la Summer League, siendo capaz de jugar en prácticamente todas las posiciones de la cancha, mostrando estar preparado para jugar en la NBA desde el primer día, al menos de contar con minutos de calidad si su nivel persiste.

Otro jugador joven que puede resultar interesante a la hora de pensar en una rotación será Josh Hart, aunque tendrá complicado contar con minutos de primeras, hay quienes le comparan con  su compañero Clarkson. Aquí no acaba todo, y es que Walton tendrá que encontrar minutos para un veterano como Luol Deng, quien será el segundo jugador que más cobre de la plantilla, tan sólo detrás del pívot titular del equipo; además de las dudas de Brewer, quien podría interesar a algún equipo en Febrero, cuando su contrato pasará a la mitad-parcialmente garantizado.

¿Por qué estamos ante una temporada clave para los Lakers?

Nadie duda de que las cosas en Los Ángeles están cambiando con Magic Johnson y Rob Pelinka al mando de las operaciones de la franquicia, al menos las intenciones de dejar de lado los años oscuros, y tratar de volver a estar en un lugar de privilegio en la NBA, al menos de ser un equipo importante de la Conferencia Oeste, un lugar que por historia y glamour les pertenece. Los Lakers no se han vuelto locos en esta agencia libre y este periodo de trades, que nadie dude de que con Mitch Kupchak dirigiendo las operaciones de los Lakers, la franquicia de púrpura y oro hubiese dado hasta alguna estatua por hacerse con los servicios de Paul George aunque este no hubiese firmado la renovación al instante.

Los Lakers con Magic y Pelinka caminan despacio, pero con una hoja de ruta clara y específica, ya no es el desastre que Mitch y Jim Buss habían convertido hecho franquicia de NBA, ahora tienen un plan, que puede o no salir bien, pero está marcado con una ruta ideal, y seguramente cuenta con un plan B, C y D, mientras que con Mitch y Jim Buss, todo estaba destinado a que una estrella (o un chaval del draft de primer o segundo año) les salvara de la situación, atrayendo por si solos al resto de jugadores. Con Magic esto no es así, quieren cambiar la cara de la franquicia del todo, y cuanto antes mejor, de ahí que la próxima temporada sea muy importante. Los resultados el año que viene, por primera vez en varias temporadas, serán lo más importante para los Lakers, olvidad palabras como tanking y draft por lo menos durante los próximos meses; de los resultados de la próxima temporada, y la imagen que muestre la franquicia, dependerá el futuro inmediato del equipo.

La temporada venidera se antoja crucial para el equipo de Walton por varias razones que son evidentes además de lo expuesto anteriormente, lo primero es demostrar que sus principales activos en el mercado, como son Brandon Ingram, Julius Randle y Lonzo Ball -es rookie, y tiene más tiempo para demostrar-, son realmente jugadores de gran calidad. En caso de que Ingram y/o Randle no muestren lo que se espera, podrían sufrir para mantenerse en el equipo, pero esto no es lo más importante realmente…

Los Lakers tienen que mostrar a las estrellas que saldrán al mercado de agentes libres en 2018 que son un equipo serio -otra vez-, y que son el lugar idóneo para un jugador que quiera tratar de pelear por un anillo en el futuro; Paul George necesita sentirse atraído por alguna razón deportiva para justificar unirse a los Lakers en el que será el movimiento que marque su carrera deportiva, más allá de que era su sueño de niño, necesita una mejoría en lo deportivo para no poder rechazar a los Lakers la próxima temporada, pero también DeMarcus Cousins o LeBron James pueden ser objetivos del equipo angelino una vez la temporada finalice.

En resumen, los Lakers necesitan que Lonzo Ball de muestras en su año rookie de que puede ser el base que lidere a una franquicia ganadora en el futuro, Julius Randle de que ha dado un salto importante en su juego, y Brandon Ingram sea más consistente y continúe con las sensaciones que mostró durante los últimos meses de competición; con todo esto, los Lakers serán más apetecibles para las futuras estrellas que salgan a la agencia libre en 11 meses.

Brandon Ingram y Julius Randle, ante su año clave en la NBA

Brandon Ingram
Brandon Ingram será clave esta temporada para los Lakers. Nil Alemany (SB)

Después de una y dos temporadas completas (Randle no jugó el primer año por lesión) respectivamente el próximo curso se presenta como un año clave para la trayectoria NBA de ambos jugadores, especialmente para Julius Randle, quien saldrá al mercado de agentes libres en verano a la espera de firmar un contrato por el máximo o cerca de él, aunque los Lakers podrían negociar una renovación durante los próximos meses, e incluso pueden esperar en verano a que acepte una oferta para poder igualarla.

A priori, el caso de Randle es complicado para la franquicia, pero por los movimientos realizados durante la postemporada parece que ‘Julio’, cuenta con la confianza de Magic, Pelinka y Walton, al menos de momento, porque sino hubiese sido empaquetado como le ocurrió a D’Angelo, con más razón si cabe ya que en unos meses su valor de mercado puede haber caído por ser agente libre, e incluso ante el riesgo de perderle por nada. En teoría los Lakers esperarán hasta el último momento para ver que hacen con un jugador que ha mostrado durante estas temporadas muchas cualidades que le hacen ser un jugador muy interesante, pero también una falta de regularidad e IQ en la pista importante. «The script» ha mostrado durante la postemporada que estaba entrenando muy duro en el gimnasio para transformar completamente su cuerpo, lo que le puede hacer ser más fuerte en la pintura a la hora de luchar por la posición tanto en ataque como en defensa, donde necesita mejorar rápidamente.

El ex de Kentucky tendrá que mostrar su mejor versión para poder convencer a los Lakers (o a otro equipo de la NBA) que es merecedor de un contrato máximo cuando la temporada finalice, algo que tampoco parece muy difícil si sus números son lo esperado durante el próximo curso, viendo que siempre ha habido rumores de numerosos equipos interesados en el ala-pívot de Texas y la cantidad de dinero que algunas franquicias han dado a jugadores sin el potencial que tiene Randle.

En cuanto a Brandon Ingram, no tuvo una temporada muy afortunada para un número dos del Draft, aunque mostró en ocasiones destellos de lo que puede ser un gran jugador en la NBA en el futuro, su comparación con KD quizás se antoje un poco exagerada para él, aunque tiene tiempo para mostrar su potencial. Ingram debe transformar su cuerpo para marcar diferencias en lo físico, ya que a día de hoy parece más un cadete que un jugador de baloncesto profesional, y mejorar su tiro de media-larga distancia porque sus porcentajes dejaron mucho que desear sobre todo durante los primeros meses de competición; en la Summer League dejó muestras de que estábamos ante un jugador mucho más hecho que los que llegan a la NBA, a pesar de tan sólo disputar un encuentro, pareció estar bastante por encima del nivel mostrado el año anterior.

Magic Johnson le ha puesto un reto, tratar de ser el máximo anotador del equipo en el próximo curso, lo cual mostraría que sin dudas estamos ante un cambio de mentalidad y de nivel de juego para el ex de Duke. Los Lakers han mostrado en bastantes ocasiones que Ingram es una apuesta fuerte para ellos, rechazando ofertas por él, incluso renunciando a DeMarcus Cousins por mantener a Ingram. Desde un principio para Magic, el alero natural de Carolina del Norte ha sido instransferible; hasta tal punto es la confianza en él.

Las dudas en la pareja interior, con Larry Nance, Kuzma y Zubac en la recámara

Cuando arrancó la Summer League, se daba por hecho que la pareja interior sería Julius Randle-Brook López, y realmente es lo más probable, por caché, por valor de mercado y porque en teoría son los dos mejores jugadores para los puestos interiores, por otro lado se esperaba que Larry Nance tuviese bastantes minutos, compartiendo cancha con todos los interiores del equipo, ya que podría ser utilizado tanto como un 4 (junto a Zubac), o como pívot con un sistema de small-ballpero nadie esperaba la llegada e irrupción de Kuzma durante la Summer League.

Kyle Kuzma ha sido la mayor sorpresa de los Lakers en la Summer League, elegido en el puesto 27 del Draft celebrado hace apenas mes y medio, por su altura, en la NBA encajaría más como un 4, aunque por su físico, está capacitado para jugar como 3, pero por su capacidad atlética, incluso podría jugar como escolta, debido al excelente ‘ratio’ de tiro que ha mostrado durante estos partidos, aumentando considerablemente sus porcentajes de NCAA. El ex de la universidad de Utah de momento ha dicho que «no tiene posición, y que es un jugador de baloncesto, y puede jugar donde el entrenador le quiera poner». Sin dudas, un jugador que ha sorprendido, y que debe contar con minutos cada noche, y con un hueco importante en la rotación de Walton, al menos al principio.

De Zubac se ha escrito y se ha dicho mucho durante los últimos meses de competición, y aunque ha rendido a un nivel aceptable durante la Summer League, no ha destacado como sus compañeros Ball y Kuzma, dejando algunas dudas a los fans, ya que se esperaba que la Summer League de Zubac demostrara su consagración previa a una gran temporada en la NBA en la que será su segunda temporada en la franquicia californiana.

Los casos más complicados para Walton: Luol Deng y Brewer

La próxima temporada los Lakers no tendrán la opción de tankear para preservar su ronda del Draft, ya que esta será de Philadelphia o Boston dependiendo del resultado final de los Lakers, por lo que el equipo dirigido por Walton no tendrá ninguna prioridad a la hora de dejarse ir para empeorar su récord del draft pensando en la lotería.

Lo más lógico es que la próxima temporada, Walton opte por los jugadores jóvenes a los que los Lakers tienen que desarrollar, por lo tanto, ni Luol Deng ni Corey Brewer deberían contar mucho en la rotación, pero son casos complicados, ya que ambos son jugadores con nivel para jugar en la NBA, al menos como suplentes. Deng ha sido titular en los últimos equipos en los que ha estado (Miami, Chicago, Cleveland…), hasta que llegó a los Lakers la temporada pasada ofreciendo un rendimiento pobre, sumado a la irrupción de Ingram, quien los Lakers confían sea su alero del futuro, tampoco parece que la opción atractiva de verle como 4 abierto sea muy factible, ya que los Lakers tienen un exceso de ala-pívot de nivel, con Kuzma como posible 4 abierto.

Lo lógico antes de la Summer League era suponer que Deng podría darle descanso a Brandon Ingram en la que será su temporada de consagración en la liga, pero la aparición de Kuzma, que puede desenvolverse en su posición también, hace que su lugar en la rotación de Walton se tambalee, porque entre Deng y Kuzma, todo hace indicar que Walton terminará decantándose por el rookie de Michigan, ya que es un jugador que puede explotar en cualquier momento, y que ha mostrado tener un gran potencial, sería un desperdicio tenerle en el banquillo toda la temporada para contentar a un jugador que probablemente saldrá de la franquicia el año próximo.

En cuanto a Corey Brewer, probablemente será el tercer escolta del equipo, con capacidad defensiva, los Lakers tratarán de quitarse su contrato parcial (está en su último año) en Febrero, cuando pueda interesar a algún equipo para completar su roster de cara a los Playoffs, como sucedió con José Calderón la pasada temporada.

Luke Walton tiene trabajo, y él lo sabe, pero precisamente eso es lo que hace interesante esta nueva temporada, parece que los Lakers, al menos sobre el papel, tendrán algo más que decir, el tiempo dirá si las cosas mejoran -por fin-, o siguen igual que estos años.