Se enfrentaban en el Municipal de San Pablo dos equipos con una temporada a sus espaldas radicalmente opuesta. Y es que visitaba Sevilla Iberostar Tenerife, la sensación de la primera vuelta de la Liga Endesa. En una semana donde consiguieran el billete a octavos de la Champions como primeros de grupo y vinieran de ganar in extremis a Obradoiro en Santiago, se medirían a un Betis que encadenaba dos derrotas consecutivas. Los de Tabak, luego de perder un partido clave ante Manresa a domicilio, volvía a su casa con las ganas de rebelarse ante la gran revelación del curso baloncestístico.
Con todo esto, teníamos juego en la capital andaluza. En los primeros compases, parecía Tenerife con una marcha más, aupado por una gran dirección de San Miguel. A mediados del primero, ya acumulaban ventajas (4-10 min. 5). Haciendo mucho daño por dentro los insulares con Bogris y Vázquez (6 en el cuarto), Nachbar tiraba del carro sevillano, el que entraba poco a poco en el encuentro conforme avanzaban los minutos (5 en el cuarto). Finalmente, marcharíamos al final del primero con un 13-18 que hacía justicia a lo visto.
Ya en el segundo periodo, Iberostar parecía meter la directa desde el inicio. Un 2-10 de inicio les colocaba por encima de los diez de ventaja (15-26 min. 12). Encontrando los locales a un descarado Marc García (7 en el cuarto), los sevillanos parecían amainar un poco el torrente canario (26-30 min. 15), en un partido que se volvía loco por momentos. Entre carrera y carrera, llegaríamos al descanso con un ligero estirón canario de la mano de Doornekamp: A vestuarios con un 36-40 final.
A la vuelta de vestuarios, Tenerife a base de tiro exterior con un White que comenzaba a aparecer (9 en el cuarto) volvía a abrir brecha (42-53 min. 25). Como de costumbre en este Betis de Tabak, las desconexiones hacían mucho daño, y el partido se les volvía a poner cuesta arriba. Pero igual que se desenchufaba, volvía a la corriente los locales, con un Stojanovski muy inspirado, alcanzando el final del tercero con un 56-65 que poco era para lo visto en la cancha en un cuarto de color amarillo.
En la última manga, se abría con la mala noticia de la lesión de Juanjo Triguero tras una mala caída con molestias en la espalda. En el juego, el Betis parecía dar un paso adelante, apretando el marcador desde la defensa (60-65 min. 33). Pero el triple era el mejor aliado de Tenerife: desde fuera conseguía mantener ligeras ventajas entrados ya en el tramo final (67-73 min. 37). En un Betis que se quedaba sin pívots para el tramo final, se le hizo imposible la remontada ante un Canarias que nunca bajó el pistón. En una nueva victoria insular a domicilio, el tanteo quedó en -.
Un trío para la victoria
El cuadro de Vidorreta encontró en su combo exterior el mejor aliado. En un día dónde el porcentaje por fuera fue excelso, tener a Doornekamp, San Miguel y White inspirados fue clave. Con 42 puntos entre los tres, tanto Doornekamp en la primera parte, como un White que anotara todo en la segunda, fueron esenciales para una importante victoria en Sevilla.
