Philadelphia 76ers quiere creérselo

Analizamos la palpable mejoría tras sus últimos encuentros

T.J. McConnell , de Philadelphia 76ers
T.J. McConnell rozó el triple-doble. Patriarca12 (CC)

Philadelphia 76ers ganó el pasado lunes a Detroit Pistons con un contundente 97-79. Los Sixers ganaron su segundo partido consecutivo fuera de casa a pesar de contar con las ausencias de Joel Embiid, Sergio Rodriguez y Jerryd Bayless. En la noche en la que Nerlens Noel volvía tras su lesión, los de Brett Brown destrozaron rapidamente la condición de favorito de Detroit Pistons con un 32-12 en el primer cuarto. Tras siete partidos fuera de casa sin conocer la victoria, los sixers parecen haber encontrado el camino.

Si algo es conocido por todos es que en Philadelphia ya no se busca el tanking. En la franquicia de Pennsylvania han dejado atrás la estrategia de intentar buscar un número alto del Draft y se encuentra en pleno «The Process», como diría la estrella de Philly, Joel Embiid. Con la elección de Ben Simmons en el primer lugar del Draft de 2016 se optó por empezar de inmediato por una reconstrucción. Sonaron cantidad de rumores por hacerse con los servicios de algunos agentes libres de renombre. Finalmente consiguieron reclutar a Jerryd Bayless, Gerald Henderson, Sergio Rodriguez y Dario Šarić entre otros. Todos ellos se sumaban al grupo que contaba con tres números altos en sus respectivos drafts, como Joel Embiid, Jahlil Okafor, Nerlens Noel y Ben Simmons. Con este plantel, al que más tarde se unió Ersan Ilyasova, hubiese sido utópico pensar en destronar a los Cleveland Cavaliers. Sin embargo, tras un verano en el que se ha trabajado mucho para mejorar el equipo era irrisorio no querer, como mínimo, competir y dar un paso al frente.

El inicio de temporada

Es cierto que Philadelphia 76ers empezó la temporada con siete derrotas en sus siete primeros partidos, con este balance se podría pensar que nada cambió en la franquicia, pero nada más lejos de la realidad. En esta nueva campaña el equipo podría haberse llevado unos cuantos partidos para su cuenta de victorias. Si observamos el transcurso de alguno de esos partidos vemos como el equipo plantaba cara en la gran mayoría y acababa perdiéndolos en el último cuarto, como fue en el primer partido contra Oklahoma City Thunder, seguido de Orlando Magic, Cleveland Cavaliers, Indiana Pacers y Boston Celtics. Todos ellos fueron partidos en los que Philadelphia conseguía obtener cierta ventaja tras iniciarse el último cuarto, ventaja que en todos los encuentros citados acabó diluyéndose por la mínima.

Siendo realistas, no vamos a decir que todas ellas podrían haber acabado con victoria para el equipo liderado, en casi todos los partidos, por Joel Embiid. Pero ese cierto que cuando en más de seis encuentros llevas al otro equipo al límite, y en ninguno de ellos sales victorioso, algo de mala suerte puede haber en ello.

Tal vez, dejando las excusas de lado, toda esta cadena de derrotas fueron fruto de una mentalidad más propia de cursos anteriores. El equipo de manera inconsciente, quizás no había conseguido despojarse de la dinámica perdedora. Puede ser que no se vieran capaces de competir y como consecuencia de ello, ganar muchos más partidos que el año pasado. 

Lo que no deja lugar a dudas, es que si Philadelphia 76ers hubiese sido capaz de ganar un par de esos encuentros que se le iban de la mano al final, añadido a los partidos que ganó frente a Indiana Pacers, Phoenix Suns y Miami Heat, todos ellos en Noviembre, el equipo contaría con una decena de partidos en el cajón de victorias. Se encontraría en una posición más holgada de la Conferencia Este y la confianza en estos momentos sería mucho más alta, tanto en el equipo como en la afición. Confianza que surge en la última semana tras haber ganado los dos últimos partidos, lejos del Wells Fargo Center

¿Es un punto de inflexión la victoria frente a Detroit Pistons?

Es notorio que el equipo se encuentra en transición de crecimiento, y por lo que se ha visto hasta ahora, aún depende un poco de Joel Embiid. No obstante, la mejoría del resto del equipo es clarividente, y uno de los ejemplos fue el último partido. En relación a este hecho podemos encontrar varios ejemplos. El equipo de Brett Brown no ganaba dos partidos seguidos en un «back-to-back» desde 2014. Otro dato signficativo es la gran actuación de Okafor y la buena reaparición de Noel para suplir la ausencia de Embiid, pues el primero estuvo muy acertado, con un 6/9 en tiros de campo, y el segundo aportó 8 puntos en tan solo 10 minutos en pista. Pero no fueron los únicos que hicieron una gran actuación, T.J. McConnell rozó el triple-doble (12-10-9), quedándose a una asistencia de lograrlo. En cuanto a lo colectivo, los Sixers también hicieron grandes cosas, especialmente en defensa, pues consiguieron dejar en 79 puntos a Detroit Pistons, la tercera anotación más baja en la era Brown.

Otro hecho relevante es que con la victoria de ayer en Detroit, Philadelphia 76ers deja de ser el equipo con peor balance de la liga, e iguala a otros equipos como Minnesota Timberwolves (de los que se esperaba mucho más).

¿Se consolidarán los Philadelphia 76ers?

Con todos estos datos, sumando la victoria frente a New Orleans Pelicans y el cambio de actitud visto en la mayoría de partidos de esta temporada, podemos decir que el equipo cuenta con un ambiente muy diferente a los dos años anteriores. El cambio de dinámica es evidente, y la planificación deportiva es claramente más ambiciosa en este nuevo año. El rendimiento del equipo parece que va a ser más alto y aún estamos a la espera de Ben Simmons.

Si se continúa con la actual dinámica, y se consiguen ganar partidos que hasta hace poco se nos escapaban en el último cuarto, a lo que en Enero (o Febrero) sumaríamos la incorporación de Ben Simmons, ¿se podría llegar a (por el momento impensable) Playoffs?

Sí, puede ser que ahora penséis que solo se han ganado dos partidos, pero lo que es innegable es el aire fresco que se respira en los Philadelphia 76ers.