ANÁLISIS NBA. La ilusión de Magic Johnson

En manos de Lonzo Ball y el verano 2018

La NBA está cambiando, también en Los Ángeles. Los Lakers terminaron la pasada temporada con muchas dudas al respecto de la reconstrucción que se alarga en el tiempo. Tras la retirada de Kobe Bryant, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos y quizás, el mejor Laker de la historia (con permiso de Jabbar y Magic Johnson), los Lakers llegaban con caras nuevas en el banquillo, con Luke Walton, y en la pista, con jugadores como Brandon Ingram, número dos del Draft del pasado año, caras nuevas, y mucha ilusión, con un comienzo muy prometedor, en puestos de playoffs los primeros 20 partidos… pero con un final de tanking y acabando con el número 2 del Draft por tercer año consecutivo.

Magic Johnson cogía las riendas junto a Rob Pelinka, y lo primero que hicieron en este verano 2017 fue traspasar a D’Angelo Russell y Timofey Mozgov a Brooklyn Nets, (movimiento que debatimos en «Oro vs Púrpura») liberando el salario y contrato del ruso, y haciéndose con un pick 27 y el pívot All Star Brook López (contrato que expira la temporada que viene). «DLo tiene potencial All Star, pero no es un líder en el puesto de base» fueron las palabras del mago de la sonrisa, a la vez que unos días después drafteaba a Lonzo Ball en el pick 2 del Draft de la NBA. Los Lakres arriesgaban, y mucho. Más adelante, en el pick 27, el escogido era Kyle Kuzma, jugador nombrado MVP hace días en la final de la Summer League. Con la contratación por una temporada en la agencia libre de Kentavius Caldwell Pope, los Lakers tienen casi cerrada una plantilla que parece mejor que la de la temporada anterior, y con un objetivo claro: seguir creciendo con las victorias. Hay que mejorar los datos de la pasada temporada NBA y que jugadores como Ingram o Randle exploten.

EN MANOS DE LONZO BALL:

Magic Johnson ha dejado claro con sus movimientos y entrelineas en sus declaraciones que el equipo ira al ritmo de Lonzo Ball, que será la cara de la franquicia y que el futuro de ella dependerá en gran parte en su juego y explosión en la NBA. Lonzo Ball es quizás desde LeBron James, el jugador del Draft con mayor «marketing», focos y presión. Un jugador diferente, que le gusta asistir antes que anotar, que tiene una IQ fuera de lo normal y que cuenta con un padre que se encarga de hacer el show que tanto gusta en EEUU y que tan poco gusta al resto del mundo, incluido un servidor.

El mando lo tendrá Ball, el juego es suyo, el tempo es suyo, el futuro de la franquicia también. Tiene todo para triunfar, pero eso no significa que no tenga muchas cosas que mejorar, como su tiro exterior o la defensa. Pero sobre todo, paciencia aficionados, como todo, esto es un proceso, es un Rookie, tendrá bajones.

En su debut en la Summer League, Ball hizo las delicias de sus haters (que hay muchos ya) con quizás uno de sus peores partidos jamás vistos. Sencillamente, un horror. Y posteriormente, se convirtió en el MVP del torneo, con actuaciones memorables y casi promediando un triple doble. Sus 36 puntos, 11 asistencias y 8 rebotes antes Philadelphia 76ers, fueron una demostración de lo que puede llegar a ser el bueno de Lonzo.

 

BRANDON INGRAM, EL REFERENTE OFENSIVO:

«Ingram va a tener una temporada de 20 puntos por partido» han sido las palabras de Magic Johnson hace un par de días. Y esta es la consigna en Los Ángeles. El poder ofensivo tiene que residir en Brandon Ingram, por cualidades y por galones. Eso sí, acompañado siempre de Brook López y Jordan Clarkson, quienes ya han demostrado poder llegar a esas cifras, sobre todo el pívot All Star.

Segundo año para Ingram, tiene que mejorar mucho las prestaciones de la pasada campaña, y jugar como los últimos partidos de fase regular. Se espera de él que sea el que desatasque al equipo cuando el resto no funcione, y que sea la primera referencia ofensiva. Todo el verano trabajando con Kobe Bryant tiene que servir para ver una mejora en este apartado. La temporada pasada terminó con 9.4 puntos por partido en 28 minutos de juego. Se espera que Ingram sea titular en el puesto de alero e incremente estos minutos de juego a 33-34 minutos por partido. Si llega a rondar esos veinte puntos por partido sería más del doble de una temporada a otra. Es un gran cambio a mejor, que tiene como principal objetivo «Fido Dido» esta temporada. En la Summer League lo vimos en el primer partido anotar 26, y lesionarse, habrá que tener cuidado con este tipo de lesiones debido a su físico, pero en L.A. se confía muchísimo en el potencial del número 14, tanto que se ha repetido en varias ocasiones que es intransferible.

Brandon Ingram Rookies
Mcdazkov (cc)

 

UN QUINTETO PARA COMPETIR EN LA NBA

Con la contratación de Kentavius Caldwell-Pope en la agencia libre, se completa un quinteto titular mejor que el de la pasada temporada, o al menos más equilibrado con Lonzo Ball como base organizador, KCP como un escolta capaz de anotar en la NBA pero también de aportar su intensidad en defensa, Brandon Ingram como el faro anotador del equipo, Julius Randle en la que puede ser su temporada de consagración, se espera un doble-doble para él, y Brook López en la zona, que ya sabemos que es capaz de anotar de muchas y diferentes maneras.

Los Lakers quieren correr, así lo quiere Magic y así lo quiere también Luke Walton. Son jóvenes, tienen piernas sanas y Lonzo es mucho mejor cuando tiene jugadores a quien pasar la pelota en contrataque, o transición. Pero para correr, lo primero es defender.

La pasada temporada los Lakers fueron la peor defensa de la liga, eso es algo fácil de mejorar, pero a la vez difícil ya que los jugadores salvo los ya nombrados, son los mismos, y no parece que la marcha de Tarik Black (de los pocos que ponía intensidad) mejore en dicho aspecto. Veremos cómo son capaces de mejorar en la faceta defensiva, para poder salir al contrataque los de Walton.

Con Jordan Clarkson y Larry Nance Jr desde el banquillo, y la aportación de Ivica Zubac, Kyle Kuzma, Tyler Ennis y Josh Hart, los Lakers tienen una rotación a seguir. Hay que esperar para ver cómo evoluciona en la plantilla el caso de Luol Deng, veterano jugador y que aún (aunque parezca que no…) sigue en el equipo.

 

LA ILUSIÓN DEL MAGO DE LA SONRISA

Magic Johnson trae ilusión, sobre todo de cara a la agencia libre NBA de 2018, pero sobre todo, lo que parece que trae son ideas claras, y un rumbo a seguir, erróneo o acertado, el tiempo y los logros lo dirán. Los jugadores de la actual plantilla dan ilusión al verles con ganas y química entre ellos, sabedores de su potencial, y el futuro puede ser maravilloso de nuevo para la casa Laker.