Hace tan solo unas horas que el Club Melilla Baloncesto ha anunciado, a través de un comunicado oficial, que declina la invitación que le remitió la ACB la semana pasada para incorporarse a su competición esta misma temporada. El club ha decidido que finalmente militará en la LEB Oro, debido a que, a pesar de la rebaja y la flexibilización de los requisitos para acceder a la cada vez hermética competición baloncestística, la escasez de tiempo para lograr el cumplimiento de los mismos les ha obligado a rechazar la proposición.
COMUNICADO OFICIAL | El Club Melilla Baloncesto declina la propuesta de la ACB https://t.co/RDGy3zoHXJ pic.twitter.com/Pa8DMf7ZIf
— Melilla Baloncesto (@melillabcto) July 29, 2016
La propuesta realizada por la ACB, cuyo plazo expiraba hoy viernes a las 24:00, suponía el cumplimiento de los siguientes requisitos, explicados en el comunicado del propio Melilla Baloncesto:
“abonar el fondo de regulación de ascensos y descensos de (1.564.697,71 euros), una parte del canon (1.000.000 euros), el importe de la cuota de participación en el valor patrimonial de la ACB que resulte del balance de ésta cerrado a 30 de junio de 2016 (importe provisional 115.000 euros) y otorgar escritura de prenda a favor de ACB y ACEBSA (600.000 euros) en garantía de las obligaciones y gastos derivados de la participación del club en la ACB, entre otros”.
La entidad melillense ha querido informar también de que no llevará a cabo ninguna petición de ampliación del plazo otorgado por la ACB, así como que el próximo lunes, 1 de Agosto, Jaime Auday, presidente del club, comparecerá en una rueda de prensa para explicar de manera más pormenorizada los motivos de la decisión tomada.
Jarro de agua fría para la Asociación de Clubes, pues tras la negativa de Melilla y Palencia se encuentra en una tesitura muy complicada, ya que la organización presidida por Francisco Roca se ve en la obligación de abonar el fondo de ascensos y descensos al Guipuzkoa Basket (1,8 millones de €), quien ha decidido acatar su descenso a la LEB Oro dadas sus dificultades económicas, pero por el contrario no recibe ninguna contraprestación, ya que ninguno de los dos clubes propuestos ha aceptado la invitación.
Se produce por tanto un desajuste económico no planificado en la ACB que dañaría aún más su delicada situación económica, aunque vistos los precedentes, creo que a nadie le resultaría extraño que la ACB se sacase de la chistera otra invitación o cualquier otro tipo de remiendo que tape la desastrosa situación en la que la entidad se ve ahora inmersa.
Lo que queda claro es que, a la ACB, lejos de solucionarle los problemas, se le agrandan. Quien siembra vientos recoge tempestades.
