El mejor dúo de la liga está en New Orleans

Davis y Cousins están haciendo volar a los Pelicans

Anthony Davis new orleans pelicans
Anthony Davis y DeMarcus Cousins son la mejor pareja interior de la Liga –
GabboT (CC)

Los números no mienten. DeMarcus Cousins y Anthony Davis son, a día de hoy, son la mejor pareja de la NBA.

Alejados de los focos mediáticos, las dos torres de los Pels han sabido congeniar y sumar victorias en una franquicia falta de ellas en los últimos tiempos.

La era del hielo y el fuego

La llegada de DeMarcus a New Orleans a mitad de la temporada pasada fue vista con mucho escepticismo por la liga. En plena época del small ball, se juntaban en New Orleans el mejor center y el mejor 4 de la liga, justo las posiciones que más se están readaptando para integrarse en el baloncesto moderno y que menos protagonismo están teniendo.

El experimento de Demps (GM de los Pelicans) parecía anacrónico. En el apogeo del triple, de los 4 pequeños en cancha y de la desaparición de la figura del pívot dominante, anotador, reboteador e intimidador, Demps juntaba seguramente a los dos mejores jugadores interiores que ha dado la NBA en los últimos 5 años.

El año pasado ya dieron muestras de entenderse. Al contrario de lo que mucha gente pensaba, ninguno de los dos vio como sus estadísticas individuales decrecían. Sin embargo, no pudieron reflejar su buen rendimiento en el casillero de las victorias.

Los Pelicans se quedaron sin Playoffs, en parte porque no dio tiempo a remontar el mal récord que ya arrastraban y, porque en el traspaso, el equipo quedó completamente desestructurado (los Pels dieron a 3 de sus 4 escoltas). Pero, este año, parece que han ido más allá. Después de esos meses de aclimatación, la dupla interior, autodenominada «hielo y fuego» por el propio Cousins, está dominando la NBA de una manera inesperada.

Los Pelicans, al alza

La mejora para la franquicia de Louisiana a día de hoy es más que evidente;

  • Los Pelicans van novenos en el salvaje Oeste, con un record de 6-6. Es la primera vez en la era Alvin Gentry (este es su tercer año) que New Orleans está con un balance superior o igual al 50%. Pero no solo es eso.
  • Los Pelicans están dominando fuera de casa con una marca de 5-2. Durante la temporada anterior, New Orleans no alcanzó su quinta victoria hasta el 9 de enero (en lo que era por entonces el 18º partido en la carretera).
  • Y la racha actual es de 4 victorias seguidas fuera, marca que no conseguía la franquicia desde el 2011. Son solo tres datos, y el curso acaba de empezar, pero no por ello no dejan de ser significativos.

Y sin duda, el artífice de este incipiente éxito recae casi única y exclusivamente en 2 hombres.

Producción ilimitada

Ninguna pareja en la NBA anota más que estos dos bichos. Ni Durant y Curry, ni James y Love, ni Harden y Gordon, ni Lillard y McCollum, ni Wall y Beal. Nadie. Son 57’3 puntos por partido de los 106’3 que anotan los Pelicans. Más de la mitad de los puntos de New Orleans (concretamente, un 53’9%) los realizan el dúo interior.

Y, como buena pareja en la zona, también dominan el rebote. 26’4 rebotes entre los dos. Los otros 20 rebotes por partido (NOP es el octavo equipo de la liga en rebotes con 46’3), se lo reparten sus compañeros. Y, no solo del rebote viven los pívots. De los 5’2 tapones que ponen por partido, 4 llevan su firma.

El peligro viene también desde fuera

Pero este atípico dúo no solo atemoriza a los rivales en la zona. También lo hacen desde el perímetro. El jugador que más triples intenta en New Orleans es DeMarcus Cousins, el center, con ni más ni menos que 7’5 intentos por noche. Una auténtica burrada. Pero también es el que más encesta, con 2’5 cada noche. El porcentaje no es malo, un 33’7%. El siguiente que más lanza en el equipo es Jrue Holiday, con 3’8 intentos, muy lejos de la marca de Cousins (y también, con mucho peor porcentaje).

Anthony Davis es el séptimo jugador del equipo que más triples intenta por partido, con 2’9, pero, sorprendentemente, es el que mejor porcentaje tiene desde la línea de 6’25, con un excelso 41’4%. El último partido en Indiana, Cousins se fue a un 4/10 en triples, y Davis hizo un casi perfecto 4/5. Casi nada.

Qué decir de Davis que no se sepa ya. Se está contagiando del genio y el temperamento de Cousins y se está convirtiendo en un gran líder. Sus medias son monstruosas, pero más lo serían si no hubiera abandonado la cancha de los Blazers a los 5 minutos por lesión con 2 puntos y 1 rebote…

Y DeMarcus Cousins ya ha sido elegido jugador de la semana. Tuvo un partido con 41 puntos y 23 rebotes, y es TOP-20 en las 5 categorías estadísticas más importantes de la liga. El único con semejante logro. Quiere disputar sus primeros Playoffs, y se nota.

Por dentro, por fuera, en ataque y en defensa, esta pareja está demostrando que la época de las torres dominantes nunca pasará de moda en la NBA si estas saben cómo adaptarse a los nuevos tiempos del juego.

Demasiado solos

Pese a todos los signos positivos que están mostrando estos jóvenes All-Star, no son todo buenas noticias para los Pelicans. Al producir tanto, el equipo depende exclusivamente de ellos. 

Con Davis y Cousins a la vez en pista, el offensive rating del equipo es de 105’8 puntos, mientras que el rating defensivo se sitúa en los 95’4 puntos. Una diferencia de un +10’4, con un +/- favorable: +61 con los 2 en la cancha. El gran problema es cuando uno de los dos se sienta a descansar; el rating ofensivo desciende a los 98’2 puntos, y el defensivo se dispara hasta los 107’7.

Anthony Davis lidera el PER del equipo con 31’8, seguido de Cousins con un 26’9. El siguiente de la lista es… Jameer Nelson, un jugador de 35 años que vino una vez iniciada la campaña con un 11’1.

Y en puntuación, nos encontramos con más de lo mismo. Davis y Cousins lideran al equipo con unos 28/29 puntos por partido. El siguiente es Jrue Holiday, con unos insuficientes 13 por encuentro. Precisamente sobre el base All-Star recaen muchas miradas y responsabilidades.

Si New Orleans quiere aspirar a los Playoffs seriamente esta temporada y ser un equipo a tener en cuenta, debe encontrar una tercera espada más fiable o un grupo coral de jugadores que aporten desde el banquillo de una forma regular. Y ahí es donde entra Jrue Holiday.

A la espera de Rondo y de Solomon Hill, el crecimiento en importancia de Jrue en el equipo debe ser una prioridad para Gentry. Recordemos que el base firmó este verano un suculento contrato de 125 millones a razón de 5 años. Mucho peso sobre los hombros de un hombre que debe ser fundamental para el porvenir de la franquicia y que debe subir ya sus prestaciones.