Hace unas semanas Jota Cuspinera, entrenador del Montakit Fuenlabrada, calificaba los partidos contra Obradoiro y Joventut como vitales. El entrenador dijo que, si se ganaban los dos, se podría mirar más hacia arriba. Una de las premisas ya estaba cumplida y hoy tocaba ver si se podía conseguir la victoria también contra el Joventut.
El partido empezó con alternancias en el marcador, con un Jerome Jordan imponiéndose en el poste y que acabaría el cuarto con 10 de valoración, 8 puntos y 3 rebotes . El Montakit Fuenlabrada empezó muy fallón, muy espeso. Joventut consiguió las primeras ventajas, que llegarían a ser de 8 puntos, pero los locales lograron un parcial de 10-0 para igualar el tanteo. Acabó el cuarto 20-26 para Joventut.
Jota Cuspinera dio entrada a la segunda unidad en el campo, pero no conseguía acercarse otra vez en el marcador. Sin embargo, el Joventut fue bajando su intensidad y de eso se aprovecharon los locales para acercarse hasta llegar al descanso con un apretado 40-42 para los visitantes. Joventut había sido mejor en el global, pero al final solo se iba con una pequeña renta de 2 puntos.
En la segunda parte podía pasar de todo, el partido se lo podían llevar los dos equipos. Joventut iba manejando el marcador con rentas de 5 puntos en la mitad del cuarto y cuando Fuenlabrada encadenaba varios errores en momentos importantes, otorgándoles más vida a los visitantes. El cuarto finalizaba con una renta de 6 puntos a favor de los catalanes 60-66.
Pero Montakit Fuenlabrada no había dicho la última palabra. Con la grada del Fernando Martín todo es más fácil y esta apretó de lo lindo en el último cuarto. Se notaban los nervios en los dos equipos. Joventut quería mantener un ritmo más lento para no dar alas a los locales, mientras que Fuenlabrada quería un ritmo alto, sabedor que eso le beneficiaría. Nadie se impuso y a pocos segundos del final el resultado era empate a 80. Joventut tuvo doble posesión de la mano de Luka Bogdanovic y Terry Smith para lograr la victoria, pero erraron ambas y se iba el partido a un tiempo extra.
Fuenlabrada en la prórroga solo tuvo que seguir la corriente que le marcaba su afición. Después de un partido muy espeso, sabedores que se podían llevar el partido, salieron a por todas. Joventut, además, se vinieron abajo. Con una defensa muy sólida y con un Ian O’Leary estelar (lleva unos partidos con un nivel muy alto) los locales se llevaban el partido por un sufrido 94-88 ante el jubilo de la afición fuenlabreña.
Joventut perdió el partido otra vez en los instantes finales
La famosa frase «nadar para morir en la orilla» no podría tener más sentido para el Joventut; en su caso añadiendo un ‘otra vez’. Esta temporada se está convirtiendo en algo recurrente para ellos por desgracia y hoy lo han vuelto a sufrir en sus carnes. Al final del partido, como no podía ser de otra forma, se les veía visiblemente afectados y frustrados.
