En una lucha de guerrillas, los Celtics demostraron su orgullo ante su público, consiguiendo una valiosa victoria (107 a 94) ante un LeBron que desató toda su furia en busca del triunfo, consiguiendo un nuevo triple doble (42 puntos, 12 asistencias y 10 rebotes).
Después de un contundente inicio, gracias a un LeBron James increíble, 27 puntos en la primera mitad, los Cavs se hundieron en el tercer cuarto ante un ataque verde liderado por un Terry Rozier on fire (14 puntos en ese cuarto) que contó con una línea defensiva que hizo trizas el ataque de los Cavs, cortando su circulación, transformando cada robo en un punto, logrando que el ataque de los Cleveland se centre en LeBron, desapareciendo a los receptores.
Mención aparte merece Marcus Smart (11 puntos) que logró 4 robos y fue el líder del equipo con una inconmensurable actuación, desapareciendo el juego perimetral de los Cavs y siendo un dolor de cabeza para el Rey, quien se vio desesperado por momentos, perdiendo 6 balones y errando 5 tiros libres.
De la pizarra al campo: Un infierno para el Rey
Hablar de Brad Stevens es hablar del mejor entrenador de la NBA, su inteligencia y lectura de juego son contundentes, logrando resultados inimaginables como estos (nadie veía a los Celtics en esta instancia, teniendo en cuenta la cantidad de lesiones que han sufrido).
La defensa planteada por los Celtics, fue una mezcla de juego en zona con desafíos individuales que fueron desgastando al Rey, con un Marcus Morris y Jaylen Brown encimándolo constantemente, logrando cortar sus opciones, obligándolo a ir por el camino individual.
Mientras que en Boston, los puntos y los momentos se repartían entre todos, logrando que 6 jugadores pasen la decena de puntos, demostrando un compromiso innegable de cada jugador que nunca dio por perdido un balón, arriesgando el físico contantemente.
Lo de Jaylen Brown (23 puntos y 7 rebotes) es extraordinario en esta serie y en todo lo que va de los Playoffs, ya que es un increíble jugador de dos vías que no arruga ante los imposibles, aprovechando su contundente físico para ser una pesadilla para el otro equipo, haciendo que su presencia se sienta en todo el campo.
Transformándose junto a Smart en dos verdaderos perros de presa que nunca perdonan ante cualquier duda. Originando 15 pérdidas de parte de los Cavs.
Sin compromiso, no hay milagros
Muy por el contrario, los Cavs tuvieron en J.R Smith el ejemplo perfecto de su defensa: 0 compromiso. Siendo lo único notable su pésima actitud al cometer una flagrante en contra de Al Horford, fallando todo lo que intentó (0 de 7).
Lo positivo para los Cavs, aparte del Rey, fue la actuación de Kevin Love, quien apareció en la pintura (15 rebotes), anotando 22 puntos.
Si de algo se ha hablado en lo que va de los Playoffs es de la fragilidad defensiva de los Cavs y eso se puso en manifiesto ante el nulo compromiso en las segundas ayudas, aprovechando los Celtics de este detalle. Desbaratando cualquier intento de reacción de los Cleveland que vio a LeBron dar todo (jugó 39 minutos).
Ya en el último cuarto se puede hablar de un paseo, ya que el control del balón pertenecía a los Celtics (24 asistencias), viendo a un Rey muy solo en su lucha por cambiar la suerte a su equipo.
