Antes de dar comienzo la temporada, las dudas y el medio eran los dominantes en el entorno del Divina Seguros Joventut. Pero su nuevo entrenador, Diego Ocampo sabía perfectamente a lo que venía y lo que tenía por delante. Y aceptó el reto con todas las ganas e ilusión del mundo. Ganas de demostrar que este equipo es capaz de conseguir la permanencia tranquilamente a final de temporada.
Pero para conseguir eso, habían que darse a cabo una serie de procesos que llevaban un tiempo. Con una plantilla mayoritariamente nueva y con varios jugadores inexpertos en ACB, el trabajo que se venía encima no era precisamente poco. Por mucho que se diera la sorpresa en la inauguración derrotando al Fenerbahçe, el entrenador sabía que eso no era la realidad y la entrada a la Liga Endesa iba a ser muy dura.
«La plantilla hay que “cocinarla”. Hay que adaptarla, lleva un tiempo. Pero es importante que nos adaptemos rápido. Es importante que nos ayudemos entre nosotros, los entrenadores a los jugadores y los jugadores a los entrenadores.»
Esas eran las palabras (entre otras) de Diego Ocampo dos días antes de empezar la Liga Endesa en Murcia. El mensaje era claro, la plantilla no estaba todavía rodando en buen estado y había trabajo que hacer. Y los primeros resultados en ACB lo demostraron. Se empezó con un 0-5 de récord, hasta que se ganó en Manresa sufriendo cuando se podría haber ganado más tranquilamente.
A día de hoy, en la jornada catorce tan solo se han ganado cuatro partidos. Pero las sensaciones son muy diferentes. La Penya está compitiendo la mayor parte de los partidos, sobretodo en el Olímpic de Badalona, y cada vez se ve a un equipo que sabe controlar mejor la presión. Y eso es gracias al trabajo de Diego Ocampo.
Ocampo es un entrenador al que le gusta que sus jugadores al estar en cancha sepan que cuentan con la confianza del técnico. Y que él está allí para controlar sus errores y que estos se pueden cometer y se corrigen sin que pase nada más allá. Y en una plantilla que cuenta con jugadores con los que nadie contaba, como Albert Sàbat o Jerome Jordan, jugadores inexpertos como Garrett Stutz, Tomasz Gielo o el recién incorporado Terry James Smith, es vital.
Diego Ocampo trabaja con los nuevos
Algo le tuvo que ver Diego Ocampo a este chico. Y finalmente, ha conseguido empezar a dar sus resultados. Si que es cierto que se estrenó con un brutal partido ante el Fenerbahçe, pero a partir de allí, su nivel empezó a ser malo. Su juego lento y poco técnico hacía que no consiguiera destacar a pesar de su altura (2,13 metros) en la Liga Endesa. Pero Ocampo siempre tuvo confianza con él, sabiendo que había que «cocinarlo» y que cuando esté bien adaptado, podrá empezar a hacer grandes cosas. Y esas cosas se están empezando a ver. En los últimos tres partidos se le está empezando a ver más solido en la pintura y lanzando bien, por encima del cincuenta por ciento y coqueteando en los tres partidos con los diez puntos. Y aunque si que es cierto que le están faltando recursos técnicos, lo importante es que está empezando a ser regular y con buenas sensaciones. Lo que a la Penya, con la actual lesión de Albert Miralles, le viene como anillo al dedo.
Este chico lo tengo que reconocer. Es mi pequeña debilidad. Y espero que el tiempo me de la razón. Si que es cierto que le falta experiencia y comete fallos que no debería. Pero hay que tener en cuenta que es su primera temporada como profesional (el año pasado jugaba en la NCAA). Y la verdad, no podía haber caído en mejores manos en su primera temporada en ACB. Diego Ocampo también le ve potencial y sabe que es un chico por pulir, que debe estar encima de él y tener paciencia. Y lo hace encantado. Además, a Gielo se le ve un jugador con ganas de comerse el mundo y seguir mejorando día a día. Desde el club ya lo dicen, siempre es de los que más se entrega en los entrenamientos. Puro carácter. Sin duda, si hace caso a Ocampo, podrá lograr hacerse un buen hueco en el futuro.
Si, tan solo ha jugado un partido. Pero la confianza que tiene Diego Ocampo en él y lo bien que le viene al equipo es clave. Ayer, en la primera parte se le veía nervioso, falta de confianza. Pero aún así, el entrenador insistió en darle minutos importantes en el último cuarto y Terry James Smith respondió de maravilla, dándole aire al Joventut. Sin duda, va a ser clave de aquí al futuro.
«No va a desaprovechar esta oportunidad que le ha llegado.» Decia Ocampo ayer tras el partido.»
Ahora ya solo queda subir
Puede que sea un iluso, no lo se. Pero con lo que está aportando Diego Ocampo a la mejora de todos los jugadores, más el buen rendimiento de jugadores como Jerome Jordan, Sergi Vidal, Albert Sàbat, en sus momentos Alberto Abalde, y los comentados anteriormente, el Divina Seguros Joventut puede empezar a ganar partidos en la segunda vuelta que en esta primera (que aún no ha acabado) se han escapado por fallos o falta de concentración en minutos finales. Solo es cuestión de confianza y trabajo. Y eso no faltará nunca con Diego Ocampo.
