Diario de la D-League I: ¿dónde demonios me he metido?

Primer capítulo de esta lóbrega sección

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La cara de circunstancias demuestra lo que ha pasado el autor para poder escribir esto/Ilustración Almendiz

Primer capítulo de una sección que nos adentrará en lo más profundo del baloncesto americano. Lejos de los focos de su madre, la Liga de Desarrollo de la NBA cumple con su oscuro objetivo sin hacer mucho ruido. Así como el Diario de Tom Ryddle, pacientemente, buscaba atraer a un alma descuidada para abrir la Cámara de los Secretos, este Diario de la D-League busca poner debajo de las luces a jugadores que intentan abrir la puerta hacia los Boston Celtics. El Diario de Riddle guardaba una parte del alma de Voldemort, esperemos que este no arranque un trozo de la mía. Pelota al aire, pluma sujeta, ¡empezamos!

Tengo que admitir que no soy un gran conocedor de la D-League. Si bien es cierto que el curso pasado disfruté de algún que otro partido (los retransmiten en abierto en Facebook), no es un baloncesto que me apasione, buscas observar a jugadores concretos, más que centrarte en el todo. Antes de meternos en harina… eh ¿el balón este es vuestro?, si vale, tomad… nada, nada, tranquilos… Perdón, decía que antes de meternos en harina, hay que contextualizar un poco dónde nos estamos metiendo. La D-League es una liga en la que… Ya, ya, si, pero chicos estoy intentando escribir aquí… Disculpad, decía que la D-League es una liga en la que, si bien los equipos están organizados, hay mucho movimiento de jugadores (sobretodo los que «bajan» desde la NBA). A este descontrol hay que añadir cierto grado de individualismo lógico, los jugadores quieren lucirse para encontrar un hueco en la NBA, los sueldos de la D-League son los que son… Bueno, creo que ya está bien chicos, llevo escasas diez líneas escritas desde que empezó vuestro partido y ya habéis perdido tres pelotas, ¡TRES!… Intentaba decir, en medio de todas estas interrupciones, que los partidos de la D-League están plagados de individualismos, las defensas brillan por su ausencia y, si, como habéis podido comprobar, se pierden un montón de balones. De verdad, es una barbaridad la cantidad de pérdidas que hay, uno intenta hacer una introducción al lado de un partido de los Claws y es que le resulta imposible…

Datos interesantes

  • Los Red Claws, en la fecha en la que se escriben estas líneas, han jugado tres partidos, saldando su inicio de curso con dos victorias y una derrota.
  • El total de pérdidas en los tres partidos es de 112 (ambos equipos). Una media de 37.3 pérdidas por encuentro.
  • El total de puntos en los tres partidos es de 780 (ambos equipos). Una media de 260 puntos. Es recomendable calentar el cuello antes de acudir a un partido de la D-League, estudios científicos demuestran que estos encuentros ejercen una presión al mismo equivalente a un partido de tenis o de badminton entre asiáticos.
  • Los Claws rebotean igual de mal que los Celtics, 39 por partido. No busquéis una solución a nuestros problemas en Maine.
  • ¿Los equipos afiliados suelen parecerse a sus mayores?, es probable. Estos Claws son una versión de los Celtics «pero peores«, de marca blanca. Al igual que con las comparaciones del último Draft, en la que todos los jugadores eran como X «pero peores«, los Red Claws tienen sus propias versiones. Por poner un ejemplo, JJ Panoske, 2.13 que tira triples, luce una melena larga con un buen moño, siendo el Olynyk particular del equipo.

Abdel Nader es demasiado bueno para estos lares

El último pick de Ainge en el Draft, prácticamente desconocido y que revolucionó nuestros corazones en la Summer League, está cuajando un inicio de temporada realmente bueno.

Cogiendo con pinzas unos números llamativos a la vista, lo más interesante de Nader no son sus 27 puntos, 4 asistencias, 2 rebotes y 3 robos de promedio, no, lo atrayente de Nader es ver su facilidad para jugar al baloncesto.

Quizás no sea el jugador más rápido, fuerte o grande. Quizás no sea el jugador con más talento del partido, pero amigo, lo va a llevar por donde él quiera. Nader es un jugador elegante, de estos que hacen baloncesto. Cabeza alta con el balón en las manos, observando todo el campo antes de decidir la mejor jugada. Sin ser excelso en ningún campo, es notable en muchos: ya sea tirando (44% T3), pasando, cortando a canasta, penetrando o defendiendo (dentro del contexto de la D-League nadie defiende, pero se puede observar que Nader sabe moverse y es inteligente atrás).

Es cierto que su físico lo va a limitar, no queremos fantasear por fantasear, pero Nader es uno de esos jugadores que da gusto ver jugar. Hasta sabiendo que puede que no llegue muy lejos en la NBA, el egipcio te deja pensando: «Joder, qué bien juega al baloncesto este tío«.

Jalen Jones, el jugador enfadado

 

Si, no es un jugador de los Celtics per se, pero Jones está jugando con un nivel de agresividad tan alto que no podía dejar de mencionarlo. Respira venganza en cada partido, no se ha olvidado de su Draft.

Con 22.3 puntos, 8.3 rebotes y un decente 37.5% en triples, Jones está siendo el músculo, corazón y sangre de los Red Claws, y siendo aficionado de los Celtics, estás cosas te tienen que llamar la atención.

Undrafted ex compañero de nuestro Yago Cousiño en Texas A&M, el alero está pasando su tiempo con los Claws de cuatro y nada le podía haber venido mejor. Su juego y calidad se quedan algo cortos para una posición exterior de la que Nader no se va a mover, y de interior puede aprovechar su intensidad y buena mano para ganarse un sitio. Creo que la D-League le verá poco.

Demetrius Jackson, el chico de ciudad

 

No veo a Jackson cómodo, tampoco creo que sea el mejor ambiente para crecer. La D-League es una competición que la NBA usa para desarrollar jugadores, para mantenerlos en forma, sí, pero principalmente para poder ampliar su abanico de habilidades y conseguir mejorar en los campos que traen más flojos. Jackson necesita mejorar su manejo, capacidad organizativa y defensa, y en una liga tan caótica no creo que pueda avanzar mucho.

Si bien ha pasado de los 20 puntos dos veces y conseguido un gran número de asistencias (11 es su tope), la mayoría son en transición y ante defensas realmente flojas. Es normal verlo algo fuera de sitio, es como un chico de ciudad que llega a la granja y le piden que ayude con los cerdos. El resto del equipo lleva más tiempo junto y Jackson llega de vez en cuando para «echar unas canastas«.

La posición de un base es realmente difícil de desarrollar, y no veo manera de que todo «se haga más lento» en el juego de Jackson en una D-League acostumbrada a jugar a lo «All-Star«.

Qué hacer antes que ver la D-League

 

7 horas 14 minutos y 45 segundos han durado los tres partidos jugados por los Red Claws. Para finalizar cada capítulo de este diario, te daré unos consejos para cubrir este tiempo sin tener que acudir a la D-League como entretenimiento:

Película «La Ola»: 1 hora 50 minutos

Esta película alemana recrea a su manera el experimento llamado «La Tercera Ola». La Tercera Ola fue una prueba realizada para demostrar que incluso las sociedades libres y abiertas no son inmunes al atractivo de ideologías autoritarias y dictatoriales, realizado por el profesor de historia Ron Jones en el marco de su estudio sobre la Alemania nazi con alumnos de secundaria al convencer a sus estudiantes de que el movimiento eliminaría la democracia. El hecho de que la democracia enfatizara el individualismo se consideró un defecto de la democracia, y Jones hizo hincapié en ello a través de su lema «Fuerza mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad, fuerza a través de la acción, fuerza a través del orgullo».

El experimento se llevó a cabo en el Cubberley High School, un instituto de Palo Alto, California, durante la primera semana de abril de 1967. Jones, al no poder explicar a sus alumnos por qué los ciudadanos alemanes (especialmente los no judíos) permitieron que el partido nazi exterminara a millones de judíos y otros llamados «indeseables», decidió mostrárselo. Jones escribió que comenzó con cosas simples, como la disciplina en el salón de clases, y que logró convertir a su clase de historia en un grupo con un gran sentido de la causa.

Descubrí hace poco esta película, en un curso sobre docencia, y realmente resulta muy interesante ver como las mentes humanas son tan maleables.

Documental de «La Tercera Ola»: 50 minutos

Como te va a gustar tanto la película, y el partido de los Claws todavía no ha terminado, acude raudo a Youtube y descubre la historia real sobre este experimento. Los alumnos tardaron mucho en querer hablar con los medios, y el profesor nunca pudo volver a dar clase.

Libro «Apocalipsis Z: el principio del fin«: 1h de lectura

Manel Loureiro, abogado gallego, cuenta a través de un diario los sucesos de un apocalipsis de no muertos. Parece el típico libro serie Z, pero hacerlo desde la perspectiva en la que lo hizo, y desde esa preciosa localización (Galicia), lo lanzaron en las listas para superar a genios del terror como Stephen King. Aquí os dejo un extracto del diario de este letrado, que vestido con un traje de neopreno y con un arpón de pesca como arma, busca sobrevivir en una España infectada:

«19 January 2006 @ 11:08 hrs. ENTRADA 21: La Estupidez Del Género Humano

No soy católico practicante, pero los acontecimientos de las últimas 24 horas parecen un castigo divino a algún gigantesco pecado colectivo de la raza humana. O un enorme monumento a su estupidez, según se mire… El día de ayer fue largo. Por la mañana desayunaba con la noticia de que los disturbios ya se han generalizado a nivel global. Parece haber una pauta en todos ellos. En primer lugar el gobierno de turno afirma que no hay motivo para la preocupación. Acto seguido, se empiezan a decretar cuarentenas en algunas zonas. A continuación, se desata el pánico y estallan disturbios y saqueos. Después, normalmente, se declara la Ley Marcial. Tras esto, hay más disturbios, pero estos parecen ser de otro tipo, extraños, con mucha censura y muy poca información, más localizados y por lo que parece, sin saqueos. Tras esto, el silencio…»

Full Metal Alchemist Brotherhood: 1h y 20 min (cuatro episodios)

Una obra maestra del anime.

Un mundo de estética steampunk donde la tecnología está en crecimiento (emulando a la época de la Revolución Industrial del mundo real, similar a lo imaginado por Julio Verne en sus libros) donde una ley lo rige todo, el intercambio equivalente. Esta es la base de la alquimia, la ciencia sobre la que gira el mundo de FMA, consistente en la transmutación de materiales, elementos o cosas inertes en otros por medio de unos círculos escritos con infinidad de símbolos y trazos, estudiados e investigados por los científicos de la época. Este complejo sistema, un poco farragoso de explicar pero fácilmente entendible durante la serie, no lo puede utilizar cualquiera sino que debes de tener el don y perfeccionarlo a base de estudiar y practicar. Esto nos sitúa en la casa donde viven Edward y Alphonse Elric a una edad infantil con su madre, que fallece trágicamente a causa de una enfermedad. Los dos niños, poseedores del don, basándose en los libros de alquimia de su padre que era investigador, encuentran una manera de revivir a su madre mediante el uso de un complicado círculo de transmutación y el peso exacto de los elementos que componen un cuerpo humano (agua, carbono, potasio, etc.). Pero durante la ejecución sufren el peso de la alquimia de altísimo nivel en sus carnes y no solo no pueden revivir a su madre, que se les aparece como un ente informe y grotesco, sino que sufren graves daños.

Comienza aquí la búsqueda de la piedra filosofal (si, de nuevo Harry Potter), que les permita recuperar sus cuerpos.

Imperdible si te gusta el anime.

Elder Scrolls IV Oblivion: 2h 14 min 45 seg  jugando

Por último, gasta tu tiempo jugando a Oblivion, seguramente mi juego favorito. Nacido en 2006, este juego de rol con mundo abierto me voló la cabeza. No tendrá tanta fama como la siguiente entrega, Skyrim, pero esta obra de arte reventó los moldes y creó un mundo vivo que necesitabas recorrer de punta a punta.

Si sigues mis consejos, y lees este diario, no tendrás que ver la D-League y podrás aprovechar tu tiempo haciendo, viendo y leyendo cosas mucho más interesantes. ¡Nos vemos la semana que viene!