El día que Dwight Howard estuvo a un paso de los Nets

El escolta y ex-jugador de aquellos Orlando Magic que allá por el 2009 se plantaron en las finales de la NBA, y que actualmente se está saliendo en los Clippers, J.J. Redick, cuenta como el pívot natural de Atlanta, les comunicó a todo la plantilla que se iba dirección Nueva York, fruto de un traspaso «interruptus»a los Nets.

Nuestra historia toma lugar en Orlando, año 2012. Superman había rechazado una extensión de contrato con los Magic y se disponía a salir a la agencia libre y en ese momento los Nets se perfilaban como primer candidato a ser su próximo equipo. Tan seguro era el inminente fichaje que Howard se lo confesó a sus compañeros.

«Había un acuerdo en la mesa antes de que la temporada empezase, justo después de que acabase el lockout, para que Howard fuese a Brookloyn», decía Redick en un podcast con Yahoo Sports! para Adrian Wojnarowski. «Puedo recordar estar en la ducha después del entreno, uno de los primeros de la temporada, y a él decir ‘Os quiero tíos, me voy a Brooklyn, el trade se va a hacer oficial esta noche.'»

Antes del trade deadline, Howard ejerció su opción de quedarse sólo para buscar un traspaso antes de que se cerrase el plazo. La llegada a Brooklyn por parte de Howard nunca llegó a consumarse y hasta la fecha no está claro el por qué, pero se apunta a que Orlando rechazó a Brook Lopez y dos primeras rondas de Draft.

Tanto Orlando como Los Ángeles, que fueron los que finalmente le firmaron, se vieron perjudicados por el traspaso, pero nadie se vio tanto como los recién aterrizados en Brooklyn, los Nets. En Brooklyn nunca se recuperaron de la fallida oportunidad de fichar después de tanto a una superestrella de la liga, ya que después de eso se llegó a los Playoffs, pero un equipo que prometía ser contender nunca paso de las semis de conferencia y todo a cambio de trades que resultaron ser horribles, tanto por el fracaso de los jugadores que llegaron como de todas las rondas que se «regalaron». Un buen ejemplo es la primera ronda (además de Okur y Shawne Williams) que se dio por Gerald Wallace, que luego resulto ser Damian Lillard.

Todos estos infortunios, nos dejan actualmente preguntándonos inconsolablemente que hubiera pasado si Dwight «Superman» Howard hubiera portado el 12 en Brooklyn.