Danny Ainge tiene un lugar para Paul Pierce en los Boston Celtics

El Gerente General se lo ha expresado al jugador

Fuente de la foto: Mark Runyon (CC)
Fuente de la foto: Mark Runyon (CC)

Desde la triste jornada en la que Paul Pierce hacía sus maletas para marcharse a Brooklyn, en compañía de Kevin Garnett (y Jason Terry), el día más soñado de todos los aficionados verdes ha sido el de su regreso, y durante dos años se ha permitido confiar en que su corazón lo hará volver para retirarse vistiendo el uniforme del equipo que lo drafteó en el lejano 1998.

Por lo tanto, desde que se escuchaban los rumores de una posible retirada hasta que se acabo declinando por Los Angeles Clippers de Doc Rivers, Boston siempre estaba en las conversaciones y como cuenta el veterano a Ian Thompsen, Danny Ainge pronunció una tentadora oferta para Pierce:

«Me encontré con Danny hace un par de días y me dijo: «Cuando estés listo, tenemos un lugar para ti». Creo que se refería a como jugador, pero tal vez hablaba de las oficinas…»

El eterno capitán Celtic ha hecho siempre comentarios halagadores y nunca ha demostrado resentimiento por el traspaso que lo sacó de Massachusetts, sin embargo, baja un poco las ilusiones al hacer referencia como grandes figuras en un equipo, después de retirados, van a trabajar en otro:

«Puedo verme estando en la oficina delante de los Clippers», dice Pierce. «Puedo verme debido a que Doc respeta mi forma de entender el baloncesto. Sólo porque usted juega para una franquicia no significa que va a estar trabajando para ellos. Danny Ainge es uno de los afortunados: Mira todos los grandes jugadores que han estado en esa organización (Celtics) que trabajan para otras organizaciones, Larry Bird, Kevin McHale. Podría ser Paul Pierce un hombre de Boston que trabaja para los Clippers».

Seguro que está temporada será definitiva de cara al futuro de Pierce, tanto porque puede ser su último año como jugador como porque puede encontrar en los Clippers un nuevo hogar de futuro, en su estado natal y con cosas que seguramente le traerán muchos recuerdos. En Boston, solo queda rogar porque no sea así y que «The Truth» vuelva a casa para darle más alegrías a los orgullosos verdes.