Clásico de graduación en la Casa Blanca

Garuba y Vukcevic tiraron de los blancos en el Palau

Pau Gasol volvía ayer a disputar, 20 años después, un partido de Liga ACB en el Palau Sant Jordi, la que es su casa y lo seguirá siendo, como mínimo, hasta final de temporada. Sin embargo, el nombre propio del Clásico de ayer no fue el del 16 (el 4, para los puristas), sino el de las dos perlas de la cantera madridista, el 11 y el 16; Tristan Vukcevic y Usman Garuba. Entre los dos fueron capaces de evitar el recuerdo de Gabriel Deck, que aunque caliente todavía, ni mucho menos resulta definitivo para los objetivos de este año.

Y más aún, viendo el nivel al que se encuentran los backups. La victoria de ayer deja un muy buen sabor de boca a un Real Madrid necesitado urgentemente de buenas noticias. Desde luego, la actuación que estos dos dejaron lo es; una buena noticia, y un recurso más para encarar la recta final de curso.

Garuba, clave

Usman Garuba no está teniendo una temporada demasiado sobresaliente. Más allá de los cantos de sirena en forma de Draft que desde el año pasado tiene a sus espaldas, es verdad que muchos de los ojeadores que le han observado al otro lado del charco poco se equivocan con las críticas vertidas en su rendimiento ofensivo. Garuba no está siendo capaz de hacerse más participativo en ataque, y aunque en defensa sigue marcando diferencias -y lo que es más importante, mejorando en el que es su principal argumento para cruzarlo-, no logra prodigarse ni en el lanzamiento de larga distancia ni en el IQ de espaciado, aspectos en los que más debe focalizarse.

Pero ayer fue otra historia. Puede que condiciones como la de ayer, que requieren el paso adelante de los jugadores que deben darlo, generen los ecosistemas propicios para que se den dichos pasos. Ocupando esta vez más posiciones exteriores a las que normalmente nos tiene acostumbrados, pudo ser uno de los sustentos ofensivos de su equipo; 11 puntos, 5 rebotes, 4/7 en tiros de campo (2/4 en triples) y canastas importantes, como el triplazo del tercer cuarto forzado ante Kyle Kuric o el coast to coast que se marca en el último.

El Real Madrid va a necesitar más partidos suyos así. La baja de Deck va a hacer que el joven Usman tenga que apoyar también en la rotación del puesto de 4, además de seguir siendo el recambio natural de Tavares. Sobre todo, ofreciéndose en situaciones de contraataque o en cortes a canasta, recursos que todavía le faltan a su arsenal. Si ayer pudimos ver todo eso, deberíamos poder verlo más veces.

¿El nacimiento de Tristan Vukcevic?

Tristan Vukcevic fue el mayor beneficiado ayer de los minutos que deja desiertos Gabriel Deck con su marcha a Oklahoma City Thunder, y no defraudó. El sueco se fue con 11 puntos y 4 rebotes, y además de sangre fría y solidez ante un rival del calibre del FC Barcelona (el triple que mete con 1:14 por jugar es la mejor muestra de ello), destelló la personalidad ofensiva y el potencial que su eficacia tiene (3 de 5 en triples) en un partido en el que fue el invitado sorpresa. Además, su lectura de los espacios y del espaciado en general fue clave para marcar el ritmo del partido, principal motivo por el que el Madrid acabó imponiéndose al eterno rival.

Tristan es una de las apuestas más importantes de este Real Madrid, y es que la salida de Deck lo deja en una posición privilegiada. La salida del argentino, en un momento complicado para reforzar la posición de alero, y en un equipo que acostumbra en los últimos años a apostar por la talento de la cantera, actuaciones como la de ayer le benefician enormemente de cara a final de temporada. Su atletismo, entendimiento ofensivo y adaptabilidad en diferentes posiciones lo hacen perfecto para los sistemas de Laso, y en la medida en la que él pueda seguir siendo eficiente en el lanzamiento, será el complemento perfecto para Jeff Taylor y Alberto Abalde en el frontcourt madridista.

Por lo menos, deberíamos verle como un habitual más en la rotación hasta final de temporada.

Pablo Laso: «No me sorprende lo de Usman y Tristan»

Y como suele se habitual, tampoco sorprende la respuesta de Pablo Laso al rendimiento los jóvenes. Además, es que normalmente suele contestar lo mismo cuando es preguntado por actuaciones de los suyos que se salen del guión. Ya pasó, por ejemplo, con Facundo Campazzo, en la Copa del Rey que se disputó en 2018 en Gran Canaria, la cita en la que el base argentino se desquitó de todas las cesiones que tuvo en anteriores años y demostró su valía para comandar a todo un buque en Euroliga. Estas han sido las palabras del coach:

«No me sorprende lo que han hecho Usman y Tristan, porque les veo muchos días. Lucio, tienes un hermano (Alberto Angulo) que se encarga de esto, con lo cual… Paso muchas horas con él. La grandeza del club está en eso: en tener gente que es capaz de mejorar cada día y que están preparados para jugar en el primer equipo.

Los últimos años hemos metido a mucha gente que nos ha dado mucho viniendo de atrás, de la cantera. Nosotros confiamos mucho en estos chicos que llevan mucho años para poder competir a este nivel».

He aquí el motivo principal por el que la cantera de los blancos es tan fructífera de un tiempo hacia aquí. Y se puede palpar en la decisión que el entrenador ha tomado hoy, dando minutos importantes en un partido tan importante a las dos apuestas más férreas en el plano joven tras el duro golpe de Deck. De nuevo, los blancos se ven en la situación de reestructurar el talento que hay en nómina, y es la confianza en jugadores jóvenes lo que ha acabado solventando tanto problemas de lesiones (como la de Llull) como de fugas de talento. Un tal Luka Doncic fue el alumno más aventajado, pero no eclipsa nombres como el del Facu, el propio Deck, Usman Garuba, o, si sigue por este camino, también el de Vukcevic.

Una lista que, todo parece indicar, seguirá creciendo en los próximos años, con futuras incorporaciones como la de Matteo Spagnolo o Juan Nuñez, a los que ya espera la afición blanca frotándose las manos.