Adiós justo y necesario a Avery Bradley

El escolta es traspasado a los Detroit Pistons

Avery Bradley, capitán silencioso de los Boston Celtics (Foto: SomosBasket)
Avery Bradley, capitán silencioso de los Boston Celtics (Foto: SomosBasket)

Llevábamos unos meses intentando hacernos a la idea. Pero eso no evita el dolor. Tras siete años en los Boston Celtics, Avery Bradley es traspasado a los Detroit Pistons a cambio de Marcus Morris. La encrucijada salarial en la que se veían inmersos los Celtics provocaba que uno (o dos) de Jae Crowder, Marcus Smart o el propio Bradley debiera salir en traspaso. Finalmente ha sido este último. Y es un adiós que, aunque necesario, resulta tan difícil como doloroso.

El límite salarial de la NBA importa a la hora de juntar un equipo. Tras los grandes contratos ofrecidos a Al Horford y Gordon Hayward, no todos los jugadores de Boston pueden recibir el dinero que merecen. El año que viene, Isaiah Thomas, Avery Bradley y Marcus Smart serán agentes libres. Y es imposible juntarlos a todos sin entrar profundamente en el impuesto de lujo. Es comprensible que Grousbeck y Pagliuca no lo vean necesario para un equipo que aún no es contender.

El hueco que deja Bradley en los Celtics es inmenso, tanto a nivel de juego como espiritual. El ahora escolta de los Pistons fue elegido por los verdes en la posición decimonovena del Draft de 2010. Y se ha convertido en más de lo que podían haber pedido.

Sus primeros días en Boston fueron complicados, pero le ayudaron a convertirse en lo que es hoy. La hoy casi cómica dureza con la que Kevin Garnett trataba a sus compañeros le asustó en un principio, pero ayudó a moldear su carácter. Entre periodos en los Red Claws y pocos minutos con los Celtics, fue empezando a demostrar la capacidad anotadora que había puesto en liza antes de pasar a la universidad. Una lesión de Ray Allen le abrió las puertas a la titularidad, y respondió con creces.

La evolución de Bradley se fue haciendo patente a medida que pasaron los años. Sus pasos hacia delante como jugador resultaron vitales en las últimas plantillas de los Celtics. La defensa del dorsal #0 y su crecimiento ofensivo le convirtieron en un jugador versátil y útil para cualquier equipo.

Después sería él quien tendría problemas físicos que mermaron a la plantilla. Quizás eso le impidió alcanzar su potencial completo. Pero su desarrollo fue innegable. Y, a pesar de no poder jugar contra Atlanta en 2016, Boston pudo aprovecharlo para llegar Playoffs y competir. Cayeron ante Cleveland en dos ocasiones, una en 2015 y otra en 2017. Pero era lo previsible.

Y es justo contra Cleveland donde Avery contribuyó más a hacerse un hueco en la memoria celtic. Dos veces, la segunda con una importancia más significativa que la primera. Febrero de 2016.

 

Y mayo de 2017.

https://www.youtube.com/watch?v=wKptL79wBEA

Bradley era el jugador con más antigüedad de los Celtics en la plantilla presente. Compartió equipo con el Big Three. Presenció la salida de Ray Allen y el traspaso con Brooklyn. Vio a Doc Rivers irse y vio a Brad Stevens llegar. Fue parte de la reconstrucción del equipo y la vivió de primera mano. Todo eso, sumado a su nivel en la cancha y a su carácter como hombre de vestuario, hará que se le eche de menos en Massachusetts.

Pocos esperaban este traspaso en concreto para crear espacio salarial. El rumor más importante del momento era el de un sign and trade con Utah. Sí se sabía que Ainge había estado ofreciendo a Crowder, Bradley y Smart a diferentes equipos de la liga. Sin embargo, el nombre de Detroit no había salido desde la noche del draft, en junio. Boston hace hueco así para el contrato máximo de Gordon Hayward y limita su dinero ocupado en la agencia libre de 2018.

La adquisición de Marcus Morris es positiva a nivel salarial. Al nuevo alero de los Boston Celtics le quedan dos años de contrato y cobrará cinco millones en cada uno de ellos. Morris ocupa un lugar necesario, aunque su capacidad reboteadora deja mucho que desear. En un equipo que pide rebote a gritos, quizás hubiera sido más inteligente adquirir una presencia en los tableros.

De todos modos, no es demasiado tarde para ello. Los Celtics aún pueden utilizar la room exception para contratar a un agente libre barato o liberar más espacio con algún otro movimiento. Aún quedan hombres altos en el mercado como Dewayne Dedmon o JaMychal Green, aunque ellos quizás aspiren a contratos más altos. Lo que es cierto es que Morris está más cómodo jugando de alero, y al lado de Horford formaría una frontcourt con serios problemas de rebote.

El adiós a Avery Bradley no descarta más futuros movimientos, pero resulta clave para el equipo igualmente. Lo más probable es que Jaylen Brown juegue como titular en la posición de escolta, donde demostró poder rendir cuando Bradley estuvo lesionado. Los Celtics podrán superar la pérdida, pero se echará de menos la defensa y actitud del último superviviente de otros tiempos en el TD Garden. Esperemos que, como todos los cambios, sea para mejor. Gracias por todo, capitán. Que te vaya lo mejor posible en Detroit. Salvo, ya sabes, cuando te enfrentes a nosotros.