El 3 de los Blazers: ¿Turner, Harkless o Aminu?

Analizamos a los principales candidatos

evan turner
Evan Turner, candidato a la titularidad | Greg Bartram

Los Portland Trail Blazers cuentan con dos exteriores de primer nivel en Damian Lillard y CJ McCollum y con un pívot talentoso y de futuro en Jusuf Nurkic. Son las funciones tradicionalmente atribuidas a alero y ala pívot –la posición como tal ha perdido prácticamente toda importancia en la NBA– las que todavía no tienen dueño. Con las opciones para la posición de 4 ya analizadas, hoy le llega al turno a la incógnita restante: ¿Moe Harkless, Al-Farouq Aminu o Evan Turner?

Moe Harkless

La temporada pasada, Harkless promedió 10 puntos, 4,4 rebotes y 1,1 asistencias por partido y se mostró mucho más efectivo que en sus cuatro primeros años en la liga: 57,2 % en tiros de 2, 35,1 % en triples y 62,1 % en tiros libres. Sin embargo, fue su contribución defensiva, difícilmente retratable en números, lo que realmente le llevó a mantenerse poco menos de 30 minutos en pista por partido, jugando 69 de ellos como titular.

Moe Harkless tuvo una influencia muy positiva sobre la ofensiva de Portland: con él en pista, los Blazers anotaron por cada 100 posesiones 8,8 puntos más que sin él. En defensa, desgraciadamente, no ocurrió lo mismo: con él sobre el parqué, el equipo recibió 2,4 puntos más por cada 100 posesiones. La explicación a todo esto es bastante simple: Harkless compartió muchos de sus minutos con los quintetos titulares y, por tanto, con jugadores como Damian Lillard, CJ McCollum y Jusuf Nurkic. Sin tener Moe una influencia especialmente llamativa sobre el equipo, las acciones de sus compañeros se ven reflejadas en sus ratings. ¿Conclusión? Moe Harkless quizá no sea el jugador más vistoso o talentoso del equipo, pero tiene la capacidad de tapar las carencias defensivas de un quinteto de corte claramente ofensivo sin suponer un estorbo en ataque.

La gráfica anterior hace referencia al valor añadido, es decir, compara la aportación de un jugador concreto en un determinado tipo de jugada con la aportación del jugador promedio. Si un hombre produce más puntos que el jugador promedio en cierta situación, su valor añadido será positivo. Si ese hombre resulta menos productivo que el jugador promedio en tal situación, su valor añadido será negativo.

Podemos determinar, por tanto, que Moe Harkless es inferior al jugador promedio en la mayor parte de las facetas del ataque en lo referente a anotación. Sin embargo, su único punto verdaderamente débil es el del tiro tras salir de bloqueo, y lo compensa produciendo más que el 81 % de la liga en transiciones ofensivas. Sufre también al intentar ejercer de ball-handler en acciones de bloqueo y continuación, pero cuando postea a su defensor resulta más efectivo que el 70 % de los jugadores de la NBA.

La gráfica anterior vuelve a hacer referencia al valor añadido, pero en este caso se aplica al apartado defensivo. Moe Harkless es un defensor eficaz a la hora de cubrir los tiros del rival: está por encima de la media en la mayoría de los campos expuestos y destaca particularmente defendiendo a tiradores que salen de bloqueo y a quienes tratan de postearle. Sin embargo, cuenta con dos puntos débiles respecto al hombre promedio: fracasa al tratar de defiender aclarados y al puntear tiros en catch and shoot.

Al-Farouq Aminu

La temporada pasada, Al-Farouq Aminu promedió 8,7 puntos, 7,4 rebotes y 1,6 asistencias por partido con porcentajes que no estuvieron a la altura de las expectativas: 44,5 % en tiros de 2, 33 % en triples y 70,6 % en tiros libres. Hay que decir que se perdió 21 partidos por lesión, por lo que no llegó a encontrar su ritmo y su juego se vio claramente perjudicado en comparación con su temporada 2015-2016. De él se esperaba que mantuviese su nivel y además evolucionase en aquellos aspectos en los que existía más margen de mejora, pero los problemas físicos se interpusieron en su camino. Partió como titular en 25 de los 61 partidos que disputó, ejerciendo tanto de alero como de 4 bajo durante gran parte de los minutos de los que dispuso.

Con Aminu en pista, la ofensiva de Portland empeoró ligerísimamente: un déficit de medio punto anotado por cada 100 posesiones no merece ser tenido en cuenta. Sí merece consideración el apartado defensivo: los Blazers recibieron 4,4 puntos menos por cada 100 posesiones con Farouq sobre el parqué. Este dato concuerda con lo aparentemente lógico, pues basta con ver cinco minutos de juego para comprender que Aminu defiende mejor que la gran mayoría de activos de la plantilla. Además, existe un valor añadido: Stotts utiliza al nigeriano como contrapeso defensivo en las mejores alineaciones, lo incrusta en quintetos que desprotegen el aro propio al volcar todo el talento en la canasta rival. Por supuesto, Aminu responde ejerciendo una influencia positiva sobre la defensa de sus compañeros.

La gráfica confirma lo evidente: la pasada temporada, Aminu no estuvo nada fino en ataque. Su producción se encontró por debajo de la del jugador promedio en 8 de los 10 apartados analizados. El 45,9 % de sus intentos de finalizar fueron tiros tras recibir, pero su catch and shoot resultó menos efectivo que el del 62,7 % de jugadores de la liga. En transición rápida produjo menos puntos que el 87 %. El único rol que según la gráfica cubrió con gran éxito fue el de ball handler en situaciones de bloqueo y continuación, pero, por desgracia, se trata de una función que cumplió con demasiada poca frecuencia como para calificar este dato de fiable. A la hora de desempeñar el rol de bloqueador en pick and roll, campo más importante en su caso, Aminu se muestra por debajo de tres cuartas partes de la NBA.

Y, como antes decíamos, bajo el tablero propio llega el contrapeso, el valor de un Aminu que incluso estando algo renqueante consigue aportar aquello que más escasea en el grupo: defensa. Aminu rinde a un nivel claramente superior al del jugador promedio a la hora de defender los intentos de anotar del equipo rival. Es un gran defensor en aquellas acciones que se repiten continuamente en la NBA actual: destaca en la defensa del aclarado y cubriendo al encargado de bloquear en situaciones de pick and roll. Gracias a su envergadura llega a puntear con mucho éxito los tiros en catch and shoot, algo esencial dado que es el tipo de lanzamiento que cubre con más frecuencia. Su único punto débil es la defensa del ball-handler en casos de bloqueo y continuación, pero afortunadamente no desempeña esta función con demasiada frecuencia. Su rendimiento defensivo compensa, en la medida de lo posible, sus carencias ofensivas.

Evan Turner

Si quiero ser objetivo por encima de todo, debo admitir que la primera temporada de Evan Turner en Portland no estuvo al nivel de su sueldo. Neil Olshey le ofreció 70 millones de dólares repartidos en cuatro años; Mr. President lo consultó con su colega Andre Iguodala y tomó la decisión más provechosa para su futuro como exjugador profesional: firmó el contrato y se unió a un equipo en el que su rol no estaba ni mucho menos definido.

Un año después, podemos afirmar haber visto las dos caras de su juego. Por momentos, su deficiente acierto en el triple y el mal rendimiento colectivo impidieron ver al Evan Turner que maravilló a las órdenes de Brad Stevens. Otras veces, Mr. President sí se convirtió con éxito en el tercer ball handler de los Trail Blazers, pero una ofensiva basada en las genialidades de Lillard y McCollum le impidió brillar con continuidad en el papel que mejor interpreta.

Evan promedió 9 puntos, 3,8 rebotes, 3.2 asistencias con un 47 % de acierto en tiros de 2, un 26,3 % en triples y un 82,5 % en tiros libres. Se perdió 17 partidos de temporada regular, la mayor parte de ellos debido a una lesión en la mano derecha que llegó justo cuando se le empezaba a ver cómodo y adaptado al equipo. Durante su ausencia, los Trail Blazers aprovecharon el cambio de actitud propiciado por la llegada de Jusuf Nurkic para meterse en playoffs y probar suerte contra Golden State. Damian Lillard y yo pronosticamos la sorpresa, pero unos Warriors imbatibles terminaron por devolvernos a la realidad.

¿Y qué tiene que ver todo esto con Evan Turner? ¿Qué conclusión se puede sacar de una derrota contundente contra uno de los mejores conjuntos de la historia? Pues bien, Turner sí rindió al nivel de las expectativas durante su corta estancia en playoffs. Salió de titular los cuatro partidos y, si bien es cierto que en dos de ellos los Warriors dominaron de principio a fin, en los dos restantes Portland estuvo lejos de desistir. Mr. President jugó a un nivel exepcional en ambas ocasiones, convirtiéndose claramente en el tercer jugador más importante de la plantilla. En el tercer encuentro de la serie, que terminó en derrota ajustada para los de Oregón, Turner disputó más de 40 minutos e incluso el boxscore le hizo justicia: 17 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones, con un +/- de +3. Sin embargo, su aportación durante toda la serie fue mucho más allá de lo tangible. Evan se convirtió en el comodín de Stotts: un bicho raro capaz de dirigir el juego, anotar desde la media distancia, enchufar dos triples seguidos con el marcador ajustado, frenar a Kevin Durant, agobiar a Stephen Curry en el uno contra uno… Evan Turner es un jugador poco común en la NBA actual, con sus pros y sus contras.

Con Mr. President en pista, los Trail Blazers anotaron 8,7 puntos menos y recibieron un punto menos por cada 100 posesiones. La explicación es simple: Evan Turner acompañó durante gran parte de sus minutos a la segunda unidad de los Blazers, y no consiguió evitar que la producción ofensiva estuviese cerca de la del quinteto titular. También se enfrentó a las segundas unidades rivales, lo que bastó para que los Blazers encajasen menos puntos con él en pista. En este sentido, podemos considerar a Evan el termómetro del banquillo de Stotts, la parte más representativa de un todo que no llegó a carburar.

Si nos fijamos en todos los quintetos utilizados por Terry Stotts la temporada pasada, veremos que Turner estuvo presente en los tres mejores. Sin embargo, estos tres quintetos suman 205 minutos y medio de juego en total, con Mason Plumlee –ahora en Denver– como parte de uno de ellos. Si en vez de atender a la producción de los quintetos atendemos al tiempo disputado, Evan Turner aparece en la cuarta alineación más utilizada. Tal alineación tiene un +/- positivo, de 2,6 puntos más que el rival por cada 100 posesiones. Mr. President vuelve a aparecer en el séptimo quinteto más utilizado por Stotts, que resulta ser la segunda más productiva de entre todas las variantes. De hecho, tenemos que descender hasta el décimo quinteto para encontrar una variante perdedora con Turner en ella.

Evan protagoniza, por tanto, uno de esos casos en los que dos estadísticas aparentemente muy relacionadas se contradicen: el offensive rating colectivo es mucho peor con él en pista, pero Portland se mantiene superior a sus rivales.

Evan Turner, desde un punto de vista general, no rindió a buen nivel en lo referente a anotación. El 18,5 % de sus finalizaciones fueron tiros en catch and shoot, categoría en la que se desempeña peor que el 74,8 % de la liga. Produjo también a un nivel muy bajo al tirar saliendo de bloqueo, al cortar y al intentar anotar en transición rápida. Pero no todo son malas noticias: Turner actuó con mucha frecuencia como ball-handler en situaciones de bloqueo y continuación, apartado en el que resultó más productivo que el 61 % de los hombres de la liga. El 12,2 % de las jugadas que Mr. President trató de rematar llegaron a partir del aclarado, situación en la que Evan produjo más puntos que el 68,4 % de la liga. También es digna de mención su efectividad al postear, acción con la que trata de resolver el 9,2 % de sus posesiones y en la que se coloca por encima del 87,3 % de la liga.

A la hora de defender las finalizaciones rivales, Evan vuelve a mostrar sobre el papel más defectos que virtudes. La temporada pasada, Stotts aprovechó su polivalencia para emparejarlo con bases, escoltas y aleros, por lo que tuvo que cubrir a jugadores de características muy diferenciadas y funciones prácticamente opuestas. Turner defendió con mucha frecuencia al rival encargado de dirigir el pick and roll, pero sufrió para frenar a los bases más ágiles y veloces. Tampoco su defensa sobre los tiros en catch and shoot y los lanzamientos tras salir de bloqueo resultó especialmente efectiva. En cambio, Mr. President sí frenó con éxito los aclarados rivales y respondió las pocas veces que tuvo que defender al hombre alto en situaciones de bloqueo y continuación.

*Gráficas extraídas de NBA Math


¿Cuál debería ser el 3 titular de Terry Stotts?

Evan Turner, Moe Harkless y Al-Farouq Aminu son capaces de realizar las funciones atribuidas a un alero. Sin embargo, las diferencias entre ellos no son pocas. Turner no puede defender a aleros de kilos y centímetros, pero es perfecto para contrarrestar el small-ball. Evan es un base en cuerpo de alero, puede generar juego para los demás y abrir infinidad de espacios para Damian Lillard y CJ McCollum, que son tan capaces de generarse su propio tiro como de recibir y disparar sin pensárselo dos veces. Aminu puede defender a ala pívots e incluso meterse en la zona en caso de emergencia, rebotea con éxito bajo el aro propio y cuenta con años de sobra por delante para volver a su mejor nivel. Harkless progresa sin prisa pero sin pausa, jugando como un veterano de 30 años en el cuerpo de un chico de 24, demostrando ser el anotador más fiable por encima de un Aminu que ha retrocedido y un Evan Turner que nunca destacó por ser nada parecido a un francotirador.

Sería lógico que la elección de Terry Stotts variase según el rival. Sería lógico que los tres candidatos tuviesen la oportunidad de hacerse con la titularidad. Cabe también la posibilidad de que dos de ellos salgan de inicio, sacrificando centímetros en favor de un quinteto titular más talentoso. Hoy en día, ninguna de las variantes parte con ventaja y no podemos guiarnos por lo visto la temporada pasada, pues esta estuvo caracterizada por la irregularidad y la constante sensación de fracaso que seguía al descubrimiento de una solución engañosa.

Personalmente, yo arriesgaría: Damian Lillard, CJ McCollum, Evan Turner, Caleb Swanigan y Jusuf Nurkic. Los Blazers juegan a algo distinto cuando Evan Turner tiene confianza y se hace con el balón: se abre un abanico de posibilidades ante un quinteto capaz de crear tiros propios y ajenos. Exprimir a Lillard y McCollum sirve para ganar 40 partidos al año, pero la falta de un plan colectivo priva a los Trail Blazers de crecer como equipo y descubrir el talento oculto en cada uno de los miembros jóvenes de la plantilla. Es muy posible que un quinteto con Evan Turner y Caleb Swanigan no parezca sólido al principio, así como es innegable que se trata de una alineación con un potencial envidiable. Además, una segunda unidad con Aminu y Harkless, manteniendo preferiblemente a dos de entre Lillard, McCollum y Turner en pista, podría suponer un auténtico dolor de cabeza a cualquier banquillo rival.

El 19 de octubre, los Portland Trail Blazers se enfrentarán a los Phoenix Suns en el primer partido de temporada para ambos. Terry Stotts cuenta con una plantilla cargada de presente y futuro, con estrellas consagradas prematuramente y jóvenes esperando pacientemente por su oportunidad. Cada vez queda menos para descubrir al próximo 3 titular: ¿Evan Turner, Moe Harkless o Al-Farouq Aminu?