Un Madrid desatado arrolla al Coosur Betis

Los blancos ganan y disfrutan para silenciar cualquier posible duda

Mañana gris en Madrid, el tiempo no mostraba signos de felicidad y el WiZink no presentaba su mejor entrada. Y es que los locales han mostrado signos de dudas, pocas, pero que en equipos de esta magnitud a veces se exageran. Las derrotas ante Baskonia y Joventut en los dos últimos partidos de liga obligaban a enseñar músculo ante el Coosur Betis. Y vaya si lo han hecho. 

Un inicio dubitativo del equipo blanco y una buena puesta en escena de los andaluces dejaba el marcador en 4-8 pasados algo más de dos minutos de partido. Amenazaba con que los nubarrones pasaran dentro del estadio, pero nada más lejos de la realidad. Carroll sacó la metralleta a pasear y, con dos triples casi seguidos, puso el 10-8 y Randolph, a partir de tiros libres y un triple desde su esquina favorita, empezó a desatar la tormenta.

Campazzo dirigía, sin siquiera llegar a tirar pero dominando el juego y el equipo se movía perfectamente engrasado, con todas las piezas sumando y jugando a un alto ritmo que su rival no podía seguir. Mención especial para Walter Tavares. Entre el pívot caboverdiano y el base argentino, plantearon un problema al que el Betis no tenía respuesta. Campazzo atraía y encontraba al gigante cerca del aro con ventaja. Además, cualquier ayuda defensiva era castigada por dureza. 

Dominio extensivo también al otro lado de la cancha. El Coosur Betis lo intentaba, pero le resultaba imposible poder acercarse al aro, donde los interiores blancos dictaban cátedra. Cualquier balón suelto era capturado y cualquier desajuste extinguido a partir de ayudas. El Betis se desesperaba buscando anotar y sólo pudo encontrar algo de aire desde la larga distancia, metiendo 3 de 6 intentos desde el triple que supusieron 9 de 12 puntos que consiguieron en el primer cuarto. Poco antes de terminar este periodo, llegó uno de los puntos claves hoy. Llull, puesto en duda durante la semana, saltaba a cancha. En pleno vendaval blanco, irrumpía el que tantas veces lo ha desatado para su equipo y la respuesta de la grada no podía ser otra: ovación cerrada para el base menorquín. En esas, llegó el final de los primeros diez minutos, con la imagen de lo que estaba siendo el encuentro: Betis tratando de llegar al aro y taponazo espectacular de Mickey en carrera. Reflejo perfecto.

El segundo cuarto empezó con Felipe Reyes en cancha y Llull anotando de tres para gozo de la grada pero también con otra energía por parte de los béticos. Estaba claro que este equipo es más de lo mostrado en el primer cuarto y en ataque mostró una cara diferente y mucho más enérgica a partir de romper la primera línea defensiva y pudiendo llegar con más ventaja a la zona. 

Le deparaba al partido una fase un poco más lenta, ya que el Betis se siente más cómodo en estos ritmos y el Madrid no tenía necesidad de acelerar por la ventaja conseguida. Intercambio de golpes igualado hasta que Tavares volvió a cancha.

El Betis seguía sin respuesta al pívot y Campazzo y Llull, ambos compartiendo pista, lo leyeron a la perfección. El Real Madrid ha abusado en esta fase de su jugada predilecta, el bloqueo directo frontal, mientras que el Coosur Betis se ha mostrado incapaz de detenerla. Y, cuando parecía que lograban frenarla, un bloqueo indirecto terminaba dejando a Tavares o Randolph solos bajo el aro. El Madrid no gastaba mucho tiempo, pero sacaba rédito en casi todas las jugadas de ataque. El Betis acusó el golpe y, mientras se desangraba atrás, en ataque perdía frescura y acumulaba minutos sin sumar más allá de tiros libres. Poco antes de llegar al descanso el Madrid alcanzó los veinte puntos de diferencia y al medio tiempo se llegó con 53-31 a su favor.

Parecía muerto el partido antes de hora pero el equipo andaluz tiene orgullo y tiró de él en la reanudación. Ocho puntos seguidos obligaron a Pablo Laso a pedir tiempo muerto con 55-39. Pero eso no calmó a su rival, que subió muchísimo la presión defensiva, apretando a lo largo y ancho de toda la pista y eliminando cualquier indicio de línea de pase. Sin embargo, le faltó un poco de acierto. Después de haber reducido la diferencia a unos 14 puntos, provocó varias pérdidas locales que no pudieron aprovechar. De haber acertado y reducido la ventaja a diez o menos puntos, con las dos derrotas seguidas en ACB y la casi remontada del Alba Berlín en el recuerdo inmediato, podían haber atacado el poso madridista. Pero, dos tiros seguidos fallados y un air ball en el triple dieron alas al Real Madrid, que no perdona estas rebeliones inconclusas.

Campazzo tomó el mando y ni siquiera la lucha del recién llegado Erick Green y Sipahi, notables en este cuarto, fue suficiente para su equipo. Mención también para Whittington, que aporta en muchas más facetas que la anotación. 

El base argentino ralentizó el juego y fue apagando el ánimo del Betis. Cuando todo parecía un poco más frío, Laso metió la energía de Llull y Causeur y el Madrid se volvió a despegar. Otra vez la diferencia de veinte y, esta vez sí, partido concluido a falta de un cuarto por jugar.

El último cuarto tuvo muy poca historia, con el Madrid pensando en la Copa y el Betis en cómo mejorar y terminar de acoplar a Green y Jordan, los últimos en llegar. Lo aprovechó Mickey para dar espectáculo tanto en ataque como en defensa y lo disfrutó la grada blanca, con ovaciones para Llull, Felipe y Pablo Laso. Si había alguna duda, ha quedado borrada de un plumazo. Final: 93 – 69.

Facundo Campazzo, SomosBasket MVP del partido

Difícil elegir entre el menudo base argentino y el gigante caboverdiana. Ambos han destrozado a la defensa bética y han sido importantes atrás, pero nos quedamos con el Facu por cómo ha sido capaz de leer lo que pedía el partido en cada momento. Ha sabido cuando correr y cuando frenar, ha leído maravillosamente bien al rival para buscar su debilidad y ha sumado en las facetas que su equipo le necesitaba. En el primer cuarto, sin tirar pero repartiendo hasta 7 asistencias y, en el segundo y tercer cuarto, penetrando cuando las líneas defensivas apretaban más y sin olvidarse de regalar canastas a sus compañeros. Pese a no jugar en el último cuarto, 25 de valoración, +11 con él en pista y 13 asistencias que se suman a las 19 del otro día en Euroliga y ya son 43 en los últimos tres partidos.