ANÁLISIS | Más allá de Luka Doncic y Kristaps Porzingis

Un equipo a medida de las dos estrellas

Sí, han leído bien, hoy un medio de baloncesto español va a hablar de los Dallas Mavericks sin que sus mayores valedores Luka Doncic y Kristaps Porzingis sean el núcleo de dicho artículo. Ya que los actores secundarios se han ganado de largo el crédito para que desde esta casa les dediquemos un pequeño análisis. Antes de comenzar hay que dejar claro que nada de lo que ocurre en el campo ocurriría sin el desequilibrio que generan estas dos estrellas. No obstante, el tener un equipo a medida de estos hace que tanto ellos como sus compañeros se aprovechen de sus virtudes y se respalden en las carencias.

La configuración de plantilla por parte de la gerencia tejana ha estado más que adecuada, y parece que este año en Dallas empieza algo grande. Pues una dupla de tremendo futuro y gran rendimiento presente crece en el ambiente idóneo. Un factor determinante, ya que hemos visto como ambos juegan en función de sus emociones y sentimientos, y no cabe duda de que al menos este inicio de temporada 2019-2020 son muy felices. Además los resultados les acompañan y les dan motivos para confiar en una gesta más grande. Sin embargo, si quieren seguir soñando, son nuestros protagonistas de hoy los que tienen que mantener el nivel demostrado hasta el momento.

Maxi Kleber, valor seguro

Maxi Kleber, imposible no quererlo en tu equipo.
Maxi Kleber, imposible no quererlo en tu equipo.

Pese a que muchos lo pintaban como un reserva más, el alemán ha demostrado que tiene todo lo que se requiere para jugar al lado del gran letón. Con 27 años, cada minuto que juega demuestra que su renovación de 4 años por 36 millones les va a salir muy barata a Mark Cuban y compañía. En primera instancia, por la gran versatilidad, habilidad y conocimientos que demuestra en defensa. Lo que unido con su físico le ayuda a emparejarse con los mejores en su posición, cada año es más sólido y constante. Esto salva a Kristaps de un problema, es Kleber el encargado de bailar con la más fea, ya que puede defender a jugadores móviles en el perímetro y a tipos rocosos en la zona. 

En ataque el ex ACB también es una pieza importante, tanto para Doncic como para Porzingis. Haber jugado en Europa y en la NBA le dan un abanico de posibilidades interesante, por lo que adaptarse a diferentes registros no le cuesta apenas trabajo. No obstante, siempre se ha sentido más cómodo jugando en las lejanías del aro, bien sea para espaciar con su consistente (o no tan consistente) tiro o para dar inicio a la jugada con un bloqueo alto. Cuánto más alto mejor, ya que su capacidad física y el talento del ex playmaker del Madrid permiten encontrar una opción de valor para terminar la ofensiva. Su relevancia en el ataque es tal, que hasta el momento, tres de cada nueve asistencias de Luka son para él, un jugador que genera casi todos sus puntos tras pase de un compañero. Para terminar, mencionar que es un pívot con mucha inteligencia en su juego, sin balón cada día se mueve mejor y sabe buscar la opción optima sin buscar protagonismos. Un aspecto a valorar en un equipo con dos figuras tan marcadas.

Los espaciadores, necesidades de hoy en día

Como buen equipo de la NBA en pleno 2019 los Dallas Mavericks son un equipo que necesita grandes tiradores con un rendimiento constante. Las llegadas de Seth Curry y Delon Wright, y el hecho de conservar a Tim Hardaway, Jalen Brunson y Dorian Finney-Smith ayudarán a entender mejor el juego coral de los de Rick Carlisle.

– Seth Curry y Tim Hardaway Jr, demasiado parecidos

Pese a ser dos perfiles tan semejantes en cuanto a juego, podríamos decir que polos iguales se repelen. No obstante están en el mismo apartado porque su papel en el roster se reduce en gran parte a lo mismo, tirar. En este inicio de temporada hemos visto como desde la segunda unidad, están en cierta medida manteniendo las formas. Su volumen de balón es inferior al que muchos imaginaban, y eso en parte es uno de los pequeños éxitos de un equipo que al parecer de muchos todavía sigue muy descontrolado. En el caso de Seth puede ser debatible, pero con Hardaway es incuestionable, cuanto menos balón bote y más juegue en catch and shoot mejor.

– Dorian Finney-Smith y Delon Wright, más allá del tiro

Quizás no sean unos tiradores pura raza pero su perfil 3&D le conviene mucho al equipo, y de hecho, ese encasillamiento se les queda corto, ya que son mucho más que eso. Ambos son grandes defensores que en tareas sucias demuestran ser un ejemplo para la disciplina de los Mavericks. Le dan ese toque defensivo en el perímetro que todo buen equipo necesita y son capaces de defender a quien sea y donde sea. De Dorian Finney-Smith destacar su uno contra uno defensivo que ya da victorias a los suyos (ante Denver). Y de Delon Wright es imposible olvidarse de que lleva los mismo triples metido que el anterior, pero con la mitad de tiros (6/10). 

– Jalen Brunson, el dinamizador que necesitan los Mavericks

Pese a ser un tirador de garantías en ocasiones, Jalen ha demostrado en diferentes ocasiones en lo poco que llevamos de curso, su capacidad para generar. Desde la segunda unidad su figura puede anticiparse como clave, evita en gran parte que el balón esté en manos de Hardaway, es agresivo al aro y genera espacios. Es muy válido para que el equipo pueda jugar sin Doncic, no obstante el headcoach a veces los prefiere juntos. Pueden significar un desequilibrio constante muy difícil de parar.

La prueba del algodón: noche mágica en Colorado

Si hay algo que valide mis palabras está gran parte en el partido que ganaron a domicilio ante los Denver Nuggets. Con Doncic y Porzingis frenados por Malone, los menos habituales dieron un paso al frente para sorpresa de muchos. 9 jugadores acabaron con dobles dígitos en una noche en la que Maxi Kleber se asentó como un defensor de primer nivel y se demostró que cuánto menos bote y más tire Hardaway mejor. Además, exhibición de Brunson en cuanto a liderazgo de la segunda unidad, que fue acompañado por una velada muy correcta de los Mavericks como cuadro.