ANÁLISIS | La renovación de Green y el nuevo proyecto de los Warriors

Golden State ha atado a su ala-pívot hasta 2024 y propone un nuevo proyecto

Golden State Warriors y Draymond Green sorprendieron a todos con su decisión acordada hace varios días. Muchos dudaban si Green sería capaz de mantenerse al máximo nivel con ese estilo de juego tan característico que tiene, sobre todo por que los años le pasarían factura a su físico por tanta energía que despliega en la pista cada noche.

Su actuación en la pasada postemporada no dejó indiferente a nadie, sobre todo, con Kevin Durant fuera. Green dio un nuevo paso adelante y permitió que los Warriors estuvieran en unas nuevas Finales, a pesar del resultado final de las mismas. Sacó su mejor versión de sí mismo y se vio a uno de los mejores Draymond Green de los últimos años durante la serie ante Portland Trail Blazers, mandando un mensaje a todos sus críticos.

Golden State sabía que lo que Draymond les había dado durante todos estos años debería ser recompensado de alguna manera, y ese regalo llegó el pasado domingo cuando tanto el jugador como la franquicia llegaron a un acuerdo para la renovación de su contrato durante las próximas cuatro temporadas a razón de 100 millones de dólares. La opción estaba ahí sobre la mesa, pero si esperaba a la próxima agencia libre, podría optar a un salario mucho más amplio.

Pero no lo hizo, Green ha optado por tomar el dinero que estaba encima de la mesa en un gesto de lealtad por la franquicia, a pesar de los continuos rumores que se habían propagado desde la prensa diciendo que Draymond sería el más vulnerable del núcleo de los Warriors en el caso de tener la necesidad de traspasar alguna pieza para mejorar la estabilidad del proyecto.

Mirando al presente en lugar del futuro

La decisión de Draymond Green ha sorprendido a muchos, sabiendo que esperando hasta el próximo verano podría haber doblegado su salario actual con un contrato de cinco años por el supermáximo, algo que habría forzado mucho a la franquicia a ajustar cuentas, pero sin tener dudas de que se lo habrían ofrecido a la primera de cambio para mantener a un núcleo que no quieren perder nunca, y que esperan retirar sus dorsales en el Chase Center cuando sus carreras finalicen.

Una razón bastante sencilla por la cuál pudo haber aceptado esta oferta en lugar de esperar, es el desgaste físico evidente que muestra cada temporada tras dejarse la piel en una postemporada que ha sido más larga de lo normal durante los últimos cinco años. Un jugador promedio de la NBA nunca tiene la oportunidad de participar en postemporadas tan largas, que se van hasta mediados de junio tras haber estado dando el máximo a partir de abril, y con una temporada regular que comienza en octubre y que tampoco debemos pasar por alto.

Una ‘pieza fundacional’ para entender el proyecto

Mantener a Draymond Green siempre había sido la prioridad de Golden State Warriors, aunque algunos afirmaban lo contrario durante mucho tiempo. Tras la pelea con Kevin Durant en Los Ángeles en aquel famoso partido contra los Clippers, todos le situaban fuera de la franquicia para hacer hueco a un Durant que claramente le sobrepasa en habilidad y en capacidad ofensiva, pero lo que Green aporta a la franquicia no se puede explicar con números y estadísticas.

Draymond será un jugador fundamental durante la temporada 2019-20, teniendo que mostrar una versión de sí mismo como nunca antes lo había hecho al convertirse en la segunda espada de Stephen Curry por la lesión de Klay Thompson, que tendrá que estar fuera, como mínimo, hasta el parón del All-Star. Steve Kerr siempre le ha pedido ejercer de ‘playmaker’ y de defensor principal en la pintura, un papel multitarea que muy pocos podrían completar en la NBA a estas alturas. Perder a Green habría significado perder la identidad de una franquicia que no quiere desvanecerse.

El dinero no es problema para Joe Lacob

Si por algo se han caracterizado los propietarios de la franquicia, es por no tener miedo alguno a gastarse toda la cantidad de dinero necesaria por mantener a sus jugadores en el equipo. Lo intentaron con Kevin Durant, poniéndole un contrato por el supermáximo sobre la mesa, lo hicieron también con Klay Thompson, cuya oferta aceptó de inmediato, y no han esperado ni un solo segundo a renovar a Draymond Green.

El dinero no es un problema para los propietarios, sobre todo cuando están a punto de mudarse a un Chase Center en el corazón de San Francisco al que podrán sacar una gran rentabilidad. Aún así, aunque se hubieran quedado en Oakland jugando entre dos contenedores de basura en una de las calles más peligrosas de los Estados Unidos, se las habrían apañado para mantener en la franquicia a los cuatro All-Stars si hubiera sido necesario.

Año sabático para volver a la carga con más fuerzas

Las circunstancias harán que los Warriors no tengan como principal prioridad hacerse con el campeonato durante la próxima temporada. Sin Klay Thompson hasta bien entrado el mes de febrero y con una plantilla prácticamente nueva, los Warriors así como Steve Kerr y todo su cuerpo técnico solamente se han marcado un objetivo, centrarse en el desarrollo de los jugadores jóvenes, que abundarán este curso y que pueden convertirse en un arma de doble filo para las siguientes campañas. No obstante, estarán alerta para volver a la carga en una temporada 2020-21 en la que quieren pelear de nuevo por el Larry O’Brien.

Con Stephen Curry, Klay Thompson, D’Angelo Russell y Draymond Green sanos, los Warriors pueden pelear no solo por los Playoffs, sino también por llegar lejos en la postemporada. Cuentan con una experiencia más que necesaria para poder sobreponerse a sus adversarios en una maratón que deja huella en aquellas franquicias que no tienen experiencia en salir al barro y pelear en los duros meses de abril y mayo, por no hablar de junio, donde se decide el futuro de muchos proyectos que deben hacer borrón y cuenta nueva o colocar una estatua en la plaza del pueblo tras celebrar el anillo con todos sus aficionados.

La renovación de Kevon Looney, que impresionó a locos y a extraños en las pasadas Finales, también contribuye a redondear un proyecto que podría considerarse incluso pensado exclusivamente en que tenga éxito a partir de la temporada que viene. La lesión de Klay servirá a los Warriors para tomarse un año sabático, aunque sigan teniendo en mente la clasificación para la postemporada. Se avecinan un par de años interesantes en la Bahía.