Un errático Baskonia se la pega ante un gran Zaragoza

Kirolbet Baskonia 81-91 Tecnyconta Zaragoza

Desde que comenzó el partido en el Buesa Arena, la diferencia de ganas, intensidad, e ilusión de ambos conjuntos fue realmente antagónica. Mientras los de Porfi Fisac salieron a la pista enchufadisimos, y con la convicción de desplegar su mejor baloncesto, los locales vagaban como un alma en pena durante gran parte del partido.

Los primeros compases del encuentro dejaban claro cual sería la tónica del partido. Mientras los maños anotaban y jugaban con fluidez, frescura y vistosidad, los hombres de Perasovic parecían ir con lastre a sus espaldas. Siempre tarde, siempre forzados, siempre sin ideas. El pivot galo Vincent Poirier era el único foco de esperanza en el juego de los vitorianos. A base de «arreones» de garra y demostración de fuerza y contundencia individual, Poirier puso a su equipo por delante por primera vez tras un inicio un tanto dubitativo. Pero hasta ahí duró la igualdad. Desde entonces, monologo total y absoluto de Tecnyconta Zaragoza. Los visitantes se gustaban ante la incredulidad de los aficionados baskonistas. Los jugadores de Fisac flotaban sobre el parqué, y los de Perasovic, en cambio, agonizaban.

El entrenador segoviano del Tecnyconta Zaragoza, dirigía desde la banda cuan director de orquesta. Sus órdenes, recalaban como anillo al dedo a los antojos de sus dos mejores hombres ésta noche; Stan Okoye y Renaldas Seibutis. Tal y como habíamos avisado en nuestra previa de los Playoffs, eran los dos hombres a tener en cuenta, y los capaces de decantar la balanza, pero sin embargo, el engranaje defensivo de Baskonia resultó ineficaz ante el acierto de la dupla maña.

La segunda mitad, fue placida para un Zaragoza que prácticamente en ningún momento vio peligrar su renta. Los intentos baskonistas de reengancharse al partido eran en vano, y por cada mínimo intento de asomar la cabeza, llegaba el mazazo de los visitantes. Además de una claridad de ideas mucho mayor, El Tecnyconta Zaragoza mostró sin duda muchas más ganas y hambre para ganar éste partido.

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Si de terminología tenística se tratase, hablamos de esta victoria visitante como un importantísimo «break», robando el factor cancha y disponiendo de dos «bolas de partido» para meterse en semifinales. El domingo a partir de las 12:30, el pabellón Príncipe Felipe se vestirá de gala para uno de los partidos más importantes de la historia del club. Los locales, saldrán con el cuchillo entre los dientes, conscientes de la oportunidad histórica que tienen a su alcance. Los de Perasovic, en cambio, llegarán a la capital aragonesa contra las cuerdas, con la única opción de ganar para seguir vivos y llevar la serie al tercer partido en el Buesa Arena. Para ello, deberán mostrar una cara completamente distinta a la que han demostrado hoy, y salir con mucha más convicción e intensidad, si no quieren perder de manera estrepitosa lo que sería su última opción de alzar un título esta temporada.