Todo era Disney, cualquier día parecía domingo de sol y siempre había motivos para sonreír en Milwaukee. ¿Qué más podían pedir los Bucks? Primeros de la conferencia, primeros de la NBA, Giannis Antetokounmpo favorito para el MVP y Mike Budenholzer prácticamente con el Coach Of The Year ganado. Salud, justamente eso, pues como hemos aprendido con el tiempo y con nuestras grandes leyendas la temporada de un equipo top empieza en el partido 83, el año de los líderes empieza en playoffs. Y posiblemente no haya nada más importante que esto, pues tu récord de victorias quedará obsoleto si chocas contra el muro de la postemporada, sino que se lo digan a los Warriors de 2016 o a los Raptors de… bueno, a los Raptors.
Pues los Milwaukee Bucks podrían pagar muy caro este año histórico, ya que con tanta carga de partido y giras en territorio hostil se les ha quedado un enfermería llena de jugadores vitales en la rotación. Y entre ellos destaca uno, un tipo que es de esos pilares básico, por no decir imprescindible para entender el éxito de estos ciervos, Malcolm Brogdon. Ya que el escolta de Atlanta se perderá seguro el inicio de playoffs a causa de una lesión en el pie. Todavía no se concreta su vuelta pero se estima que regrese sobre mediados de semifinales de conferencia, cuando empieza lo gordo. Esta baja puede ser dramática para el equipo viendo que el fondo de armario que hay, pues a apenas días de la primera gran cita, el rol de Uncle Brogdon sigue vacante (realmente no, pero nos gusta hacernos las víctimas).
Pues tanto por el nivel de Tony Snell como por la irregularidad de ciertos jugadores clave en el engranaje de esa posición de escolta a los aficionados y periodistas de los Bucks nos aterra afrontar la situación con estos condicionantes. Así que sin más dilación, dentro análisis.
Tony Snell, el plan B perfecto…en 2016
Como hemos dicho antes, un jugador se mide por los grandes momentos, evidentemente es importante ser un reserva que cumple noche tras noche pese a tener menos continuidad. Pero más importante es cumplir cuando tienes la ocasión de demostrar que eres más que un jugador de segunda fila, aunque al fin y al cabo, por algo son suplentes. Y de hecho muchas veces Snell («el castigado» de hoy) lo hizo, por ejemplo en la lesión de larga duración de Middleton hace dos años, donde suplió al ex de los Pistons dando a los Bucks justamente lo que necesitan.
Sin embargo este año ha sido muy diferente, si su regular season estaba siendo por debajo del promedio, lo de las últimas semanas ha sido la gota que ha colmado el vaso, y más en un equipo tan competitivo como este. Poco le ha hecho falta a Mike Budenholzer (2 partidos tras la lesión de Malcolm Brogdon) para saber que ya no es aquel tipo infalible desde las esquinas e inagotable en defensa. Que las cosas han cambiado, diferente sistema, diferentes necesidades, diferente dinámica, y muy a nuestro pesar Tony no está hecho para ser importante en este roster.
Este año es más vulnerable que nunca en defensa y no se está adaptando a la mixta que proponen en momentos del partido los de Wisconsin. A veces parece menos tenso y más desconcentrado que antes, incluso llegado al punto de poder ser considerado un mal defensor en ciertos encuentros. Por su parte en ataque empieza a ser un jugador desconfiado en el que nadie confía, bota con miedo, tira con miedo, pasa con miedo, a veces se esconde detrás de su defensor. El caso más extremo de esto fue un partido en el que Bledsoe le vio solo en un par o tres de jugadas pero ni siquiera hizo la intención de pasarle el esférico, fue algo descarado.
Pat Connaughton, una alternativa real sin Brogdon
Si hay algo que alivia a los Milwaukee Bucks es que hay gente con las ideas muy claras y va como anillo al dedo con el estilo del entrenador. Uno de ellos es Pat Connaughton, jugador que tenga mejor o peor día siempre cumple, un tipo con el que sentirnos identificados por sus valores de concentración, trabajo e implicación. Por eso es importante un jugador como él para suplir a Brogdon, porque no quita importancia a los grandes jugadores, de hecho con el brillan más. Hace mejor a los suyos y lo que tiene que hacer siempre lo cumple a la perfección, digamos que es un jugador que nunca falla, y aunque no suele tener grandes noches puede dar la campanada.
En defensa es implicado, atento a las ayudas e inteligente con la línea de pase, su físico le es de gran aporte aquí y es por eso que con él atrás andan seguros. Es tan dedicado que aunque los escoltas rápidos le cuesten, siempre encuentra la solución para estos enfrentamientos; siempre va de más a menos. En ataque facilita el funcionamiento ofensivo del equipo, alivia algunas zonas muy estáticas y genera espacios privilegiados que en este equipo se aprovechan muy bien. Quizás su defecto es que no genere tanto con balón y que no sea un definidor puro, pero maximiza siempre su talento y no suele fallar en sus decisiones.
Es una buena opción porque también es completo como Malcolm, y ayuda con esa frescura y rigor a la hora de actuar. Ser titular en estos Bucks se paga muy caro, pero no veo porque no meterlo en las quinielas y darle un voto de confianza a algo que funciona.
Sterling Brown, meritocracia pura
Si hay algún jugador que realmente haya demostrado a hoy 3 de abril que puede suplir al jugador lesionado en cuestión, ese es Sterling Brown. Uno de esos jugadores que los Bucks se topan en una ronda random del draft y que en un futuro les acaba siendo de gran uso. Realmente él y Brogdon se puede considerar que salvando las distancias tienen carreras paralelas, por la proyección, el equipo y el estilo. Incluso sus debilidades y sus defectos son tremendamente parecidos, ya que ambos aportan en todos los rubros, y ambos son poco explosivos y dinámicos.
Además debemos de aprovechar que Sterling está en los mejores momentos de su carrera y en las últimas fechas a cogido una confianza pasmosa. Se ha hecho de respetar y Budenholzer parece que lo tiene claro, va a ser casi seguro el jugador que va a jugar en lugar del lesionado. Al fin consigue regularidad tras sus lesiones y eclosiona aprovechando la baja de un jugador importante, ya empezó a principios de temporada mostrando un nivel defensivo descomunal y ha terminado por disparar su estado de gracia al ataque y el tiro en especial.
Aporta mucho a estos Bucks, una defensa coherente, férrea y con pocos fallos, sin duda a la altura de los mejores en este apartado. No tiene mal uno contra uno y sin balón cumple siempre, no le podemos pedir más teniendo en cuenta que esto lo realiza a las mil maravillas. Además en ataque da sentido al juego y está en constante evolución, la gente cree en él, así que creo que hemos encontrado el antídoto para sobrevivir a unos playoffs sin Brogdon justo antes de que estos empiecen.