ANÁLISIS | ¿Tiene Devin Booker que forzar su salida?

El escolta de los Suns sigue cosechando exhibiciones sin premio

Parece que a Devin Booker le ha entrado la manía de anotar puntos como si no hubiera un mañana. La pasada noche ante Washington Wizards, consiguió 50 puntos. Una gran cifra que carece de sentido si no se recuerda que en su anterior encuentro logró anotar 59 frente a Utah Jazz. El escolta de los Suns está alcanzando cifras que muy pocos han logrado a su edad.

Con este partido de 50 tantos, Booker se convierte en el jugador más joven de la historia en lograr dos partidos consecutivos de tal registro superando a toda una leyenda de la competición como Rick Barry. Aún así, estos números no han permitido a los Suns conseguir una victoria casi obligada, aunque no es algo a lo que aspiran en estos últimos partidos del curso.

La exhibición de Devin Booker ha reabierto el debate de si debería pedir el traspaso a otra franquicia que tenga un futuro más brillante. Hasta ahora, sus 4 temporadas en la NBA han sido de derrota tras derrota y los Suns siguen sin levantar cabeza debido a una dirección pésima liderada por Robert Sarver. ¿Qué más necesitan en Arizona para formar un equipo ganador, o al menos, un grupo que aspire a mejorar durante los próximos años?

Con el futuro solucionado

¿Cuánto más tiene que esperar Devin Booker para pedir un traspaso a los Suns? La joven promesa ató su futuro con un contrato multimillonario, de 158 millones de dólares exactamente, que cualquier franquicia con cierto interés en salir adelante aceptaría encantado para incorporar a un jugador del calibre de Booker. Este suele ser uno de los grandes objetivos de los jóvenes jugadores que entran en la competición, firmar su primer gran contrato. Él ya lo tiene y no debe preocuparse por no tener cambio en su cartera nunca más.

Con su saco de billetes bajo el brazo y bien agarrado, Booker tiene todas las cartas a su favor para encontrar un nuevo destino donde desplegar su juego y poder llegar al siguiente nivel. En las temporadas en las que el número uno procedente de Kentucky lleva en Phoenix la franquicia ha acumulado unos balances de 23-59, 24-58, 21-61 y en la 2018-19 van por 17-59. Lejos de mejorar, sus resultados han ido a peor de manera considerable y es el momento adecuado para plantearse una posible salida para así desarrollarse al completo en esta liga.

¿Es Devin Booker una estrella?

Ante el imaginario que supone pensar en una posible salida de Devin Booker o al menos en su intento, surgen nuevas cuestionen que se añaden a este debate recurrente entre los aficionados a la competición, ¿a caso es Devin Booker una estrella fiable sobre la que construir un proyecto? A fin de cuentas, el escolta no ha sido capaz de llevar a los Suns a buen puerto en las últimas cuatro temporadas más allá de las grandes exhibiciones ofensivas que ha cosechado con esta camiseta.

Devin Booker
Ezra Shaw/Getty Images North America

Sus detractores recurrirán de manera constante a su mala defensa, probablemente su mayor debilidad y lo que suele meterle en problemas cuando trata de competir por lograr victorias. Además, no ha demostrado ser un tirador regular ya que ha atravesado numerosas rachas negativas que han afectado en gran parte al conjunto de la franquicia. Los Suns han dependido de Booker casi desde su año de novato y no siempre ha sido una apuesta segura. No obstante, los números están ahí para respaldar lo que ya ha hecho en la NBA.

Está entre los mejores anotadores de la competición a su edad y ha dejado noches para el recuerdo como la del 25 de marzo de 2017 ante Boston Celtics donde logró anotar 70 puntos, la cifra más alta conseguida en un solo partido desde los 81 puntos de Kobe Bryant ante Toronto Raptors. Otro factor a tener en cuenta es la salud del jugador, que no le ha permitido disputar los 82 partidos en ninguna de sus primeras cuatro temporadas. Todavía está por ver cuál sería el verdadero rendimiento de un Devin Booker sin ataduras y completamente sano.

Para añadir más leña al fuego que supone el argumento a favor de las capacidades de Booker, hay que resaltar la inestabilidad de la franquicia a lo largo de los últimos años. Desde que Alvin Gentry llevara a este equipo a las Finales de Conferencia en 2009, han contado con seis entrenadores diferentes. La franquicia de Arizona no ha logrado encontrar la estabilidad necesaria como para iniciar un proyecto ganador a corto plazo y esta mala gestión afecta de manera directa al rendimiento de un Booker que en muchas ocasiones se ha visto solo en la pista.

Es la hora de ganar

Las opciones del escolta no se deben reducir a pedir su salida cuanto antes, aunque es una probabilidad creciente cada día que pasa. Durante los pasados Playoffs lanzó al universo un ‘tuit’ en el que se maldecía por no estar presente en esos partidos y aseguró que no volvería a quedarse en casa un año más a partir de abril. No obstante, el panorama no ha cambiado para esta franquicia desde entonces y la vía más rápida para estar en esos Playoffs tan ansiados sería marcharse de Phoenix.

Sin embargo, no sería lo mismo hacer las maletas a un equipo con proyección de postemporada que hacerlo en el proyecto que le eligió como piedra angular para resurgir de las cenizas, sería dar un paso atrás en su legado. Los Suns cuentan con el peor balance de victorias y derrotas del Oeste, lo que les permitirá tener una elección alta en el próximo Draft. Parece que cada año que pasa, el pasado se olvida y se cree en un futuro prometedor, algo que no ha terminado de funcionar en la última década para este club.

Aún así, los jugadores que encabezarán la clase del Draft de este año son muy prometedores. Entre ellos se podría destacar los nombres de Zion Williamson, Ja Morant o R.J. Barrett. Es más que probable que los Suns elijan en las tres primeras posiciones y es una realidad que necesitan un base que emparejar con Booker. La sensación del final de temporada de la NCAA, Ja Morant, podría ser una opción interesante y una nueva pieza para este motor que no termina de arrancar. Por lo tanto, quedarse en Phoenix podría ser un reto más que interesante para un Booker que busca el éxito desde ya.