OPINIÓN | ¿Qué está pasando en la NCAA?

Las nuevas normativas han llamado la atención de todos los aficionados

La NCAA ha decidido hacer cambios tras la creciente polémica que rodea a la organización. Los casos de corrupción fueron creciendo y la necesidad de hacer algo por evitarlo se hizo evidente al poco tiempo. Han tardado en tomar decisiones, aunque ya han llegado las primeras medidas que no han agradado a todo el mundo. Hace poco más de una semana, la competición de baloncesto universitario publicó unos nuevos cambios en su normativa que involucraban a la NBA y a la organización de USA Basketball.

A partir de ahora, los jugadores de ‘élite’ a nivel de instituto podrán contratar agentes de representación. Por otro lado, los jugadores que se presenten al Draft y no sean seleccionados, podrán volver a jugar con sus respectivas universidades. Estos cambios afectarán de gran manera a la NBA y al proceso de selección de promesas mediante el Draft. Pero como en todo, al leer la letra pequeña se puede observar que existen ciertas limitaciones con respecto a lo mencionado anteriormente, y responsabilidades que delegan a otras entidades.

¿Quiénes son los jugadores de ‘élite’?

Esta ha sido una de las grandes preguntas desde que la nueva normativa salió a la luz. La NCAA ha decidido tirar balones fuera a la hora de hacer esta selección. Según las condiciones que aparecían expresas en el nuevo reglamento, los jugadores de ‘élite’ son aquellos que hayan recibido la llamada de la selección nacional antes de su año ‘senior’. Hasta el momento todo parece normal, pero los encargados del USA Basketball se pusieron en contacto con la prensa diciendo que se sentían sorprendidos al conocer esta noticia. Según afirmaban, no habían tenido ningún contacto con la NCAA previamente y preferían que la NBA fuese la encargada de hacer esta selección; según informaba el periodista de ESPN Adrian Wojnarowski.

Tim Frank, el vicepresidente de comunicaciones de la NBA comentó en un comunicado que “revisaremos las reformas propuestas por la NCAA y nos mantendremos al tanto junto con la organización de jugadores, sobre cualquier posible cambio que pueda afectar a las normas de la competición”. Wojnarowski revelaba que la NBA tampoco tenía intención de formar parte en ese proceso de selección y satisfacer las necesidades de una NCAA que no quiere involucrarse en una situación delicada para ellos que podría terminar con el retorno de la tendencia del salto del instituto a la NBA.

¿Qué beneficios tiene esta normativa sobre la NCAA?

Como se mencionaba anteriormente, la NCAA se ha visto envuelta en varios casos de corrupción que han dado la vuelta a todos los informativos del país norteamiercano. Algunos personajes como el entrenador Rick Pitino, tuvo que dejar su cargo en Louisville por este escándalo. Los sobornos a jugadores (que no pueden recibir dinero por norma) para comprometerse con universidades o marcas de ropa estaban a la orden del día. Permitir que las grandes promesas cuenten con un agente y puedan recibir dinero, les permitirá cierta flexibilidad en este caso y limpiarse las manos si algo parecido vuelve a suceder.

La NCAA se ha visto casi forzada para poder sacarse algo de la manga cuando se han visto con el agua al cuello. El no haber contado con la aprobación de las organizaciones a las que han involucrado, les hace entrar en un nuevo círculo de polémica que no tiene intención de parar. John Calipari, entrenador de la Universidad de Kentucky, no tardó en hablar con los medios para expresar su disconformidad.Nada de esto va a tener efecto hasta que la NBA y la asociación de jugadores lleguen a un acuerdo, y he oído que no habrá nada hasta 2022. Estamos perdiendo nuestro tiempo para nada”.

¿Cómo puede afectar al Draft?

Las consecuencias positivas no abundan en este caso. Con la intervención de representantes entre las grandes estrellas del baloncesto a nivel de instituto, las franquicias podrán contar con mayor información con respecto a estas promesas. Por lo general, los jugadores de NCAA no pueden contratar un agente hasta que no confirman su elegibilidad y este cambio solo favorece el paso futuro que llevará al fin del ‘one-and-done’.

Por otro lado, la posibilidad de volver a jugar en la Universidad si no es seleccionado el Draft, pondrá las cosas más complicadas a las franquicias que quieran buscar servicios de jugadores que hayan sido olvidados durante la noche. No obstante, esta propuesta esconde un pequeño truco del que pocos se han percatado. Solamente podrá aplicarse en el caso de que la NBA hubiera ofrecido a esa persona una invitación al ‘Draft Combine’ de Chicago. La realidad es que la gran mayoría de los seleccionados para ese “campamento” suelen encontrar equipo sin complicaciones. Solamente pueden invitar a un máximo de 70 jugadores, que suelen representar el porcentaje de los mejores posesionados en los rankings a nivel mundial.


Estas normativas, más que favorecer a los implicados parecen servir de tapadera para una NCAA que no quiere perder la competitividad y la llegada a sus filas de grandes estrellas a nivel de instituto que les permite embolsar grandes cantidades de dinero. Solo hay que ver el impacto que están teniendo nombres como Zion Williamson o R.J. Barrett en sus primeros partidos con Duke.