Conversaciones SomosEurope: el adiós de Juan Carlos Navarro

Uno de los mejores jugadores se retira

Juan Carlos Navarro ha anunciado su retirada, y el baloncesto español se queda un poco huérfano. Un jugador que ha marcado tanto en nuestro deporte de la canasta, no podía no tener un hueco en nuestra web. Por eso, desde la redacción de SomosEurope hemos querido unirnos para valorar lo que significa su retirada, desde un punto personal o un punto de vista general o de equipo.

Andrea Blez:

“Recuerdo con exactitud el momento en el que me aficioné al baloncesto. Tampoco creo que sea una novedad, como muchos en España, el Mundial de 2006 y esa medalla de oro significaron el comienzo de un idilio que aún continua. Ese equipo formado por Calderón, Navarro y los hermanos Gasol, entre otros, me fascinó con menos de diez años con su buen juego y por todo lo que consiguieron.

Desde entonces, seguidora habitual del deporte de la canasta, era inevitable no vibrar con Juan Carlos Navarro, aunque no se fuera del FC Barcelona, la manera en que lideró a su equipo y arrasaba en ataque con la selección era algo que sabías no era normal. No ha sido la despedida que tocaba, pero yo siempre me quedaré con el recuerdo de aquel Navarro que en el Eurobasket de 2011 metía las canastas, las conocidas “bombas”, con una facilidad que no he visto en nadie más”.

Rafael Castillejo:

“Como todo en la vida, las cosas buenas se acaban. Dice adiós al baloncesto profesional, o al menos como jugador, don Juan Carlos Navarro. Se acaba la carrera de un jugador que ha sido capaz de batir récords, reinventarse en su juego, marcar un estilo a la hora y de tirar y pegarnos a una pantalla cuando lucía en la pista.

Has amargado muchas tardes y noches a todos y cada uno de los rivales de la ACB. Has desquiciado a rivales y aficionados. Pero, lo más importante, has campeonado. Has llevado al FC Barcelona Lassa a lo más alto aprovechando el bajón de hace una década del Real Madrid, has defendido la camiseta nacional para darnos metales en cada título de selecciones… Has dado mucho al baloncesto, y él te lo ha dado todo a él. Navarro, gracias, pero vete al teatro”.

Nil Alemany:

“Que Juan Carlos Navarro ha marcado a toda una generación es una obviedad, tanto a fanáticos blaugranas como a las aficiones rivales. A mí, personalmente como culé me ha enamorado, y me entristece su marcha, sobretodo por las formas. Era necesaria su retirada, desde hace tiempo, pero no así, no en agosto y mediante redes sociales, es una despedida triste para la que es la mayor leyenda del baloncesto azulgrana.

El mejor jugador con carrera europea que hayan visto mis ojos. Campeón de absolutamente todo tanto en club como en selección y el único que entra en la discusión con Pau Gasol para el rey de España. Solo podemos dar que gracias a una leyenda maltratada en los últimos años y que se le tiene que rendir un merecido homenaje mientras esperamos a saber el nuevo rol que tendrá en la sección”

Álex Sánchez:

“El momento que nadie quería ha llegado, la retirada de las canchas de uno de los mejores jugadores españoles de la historia del baloncesto es ya un hecho. “La bomba” Navarro deja tras de sí a miles de niños/as que se aficionaron a este maravilloso deporte gracias, en gran parte, a su figura.

Todos hemos vibrado con sus canastas imposibles, en las que el principal protagonista era ese talento innato del escolta. Enseñó al mundo que no hacía falta ser el más alto, el más fuerte o el más rápido para triunfar en el deporte, en la vida en general.

Juan Carlos Navarro en un partido de esta temporada. Fuente: Eric Ribé (SB)

Se retira el 11 del FC Barcelona, el 7 de la selección española, se va un mito del deporte, uno de los que nos hizo soñar dos Juegos Olímpicos consecutivos ante aquella magnífica selección de EEUU.

Gracias por todo, fuiste “la bomba” y por siempre serás Juan Carlos Navarro.”

Julen Aramendia:

“Se apagó la mecha. Se apagó la mecha de la bomba que durante tantos años nos ha hecho disfrutar del resplandor de su explosión.

Se retira un jugador diferente, un jugador diferencial. Cada vez que la pelota estaba en sus manos todas las miradas se centraban en él, expectantes del próximo truco con el que podría dejarnos boquiabiertos. El tiempo se paraba… ¡pero cómo corrían sus piernas, nadie podía pararlo!

Don Juan Carlos ha sido mucho más que sus infinitos logros y records. Su leyenda ha trascendido lo simplemente metafísico. “La bomba” es la magia, la innovación, el talento, la fidelidad, el desequilibrio, la sorpresa (grata para los suyos, desesperante para sus rivales)… en resumen, la esencia del baloncesto. La razón por la que abandonas un pabellón con la sensación de que él solo ha amortizado el precio de la misma.

Admirado por compañeros y rivales, sufrido por muchos, pero al fin y al cabo, disfrutado por todos.

“La bomba”, capaz de levantarnos a todos de nuestros asientos con la honda expansiva de su terrible e imparable explosión, capaz de demostrar a un tal Kobe Bryant quién es Don Juan Carlos Navarro, en una exhibición de talento individual y valentía sin precedentes, teniendo el cuenta el rival que había enfrente.

Capaz de hacernos soñar durante tantos momentos, y capaz de hacernos llorar ahora. No se va un jugador cualquiera, se va “Él Jugador” por antonomasia.

Se apagó la bomba, nunca más volveremos a verla estallar, pero siempre nos quedará el resplandor y la estela de ese maravilloso y utópico jugador»

Pepe Ramírez:

“La primera y única vez que he podido ver a Navarro en una pista de baloncesto fue cuando él ya no era el titular indiscutible que había sido toda su carrera y que a base de canastas ganaba partidos él sólo. No,de hecho el Barcelona tampoco era ya aquella apisonadora de ganar títulos. Era en la cancha del Betis Energía Plus,en un partido clave para éstos ya que si ganaban ,se podían aferrar a la permanencia en Liga Endesa.

Todo parecía ir bien para el equipo de mi ciudad,íbamos arriba (aunque por poco) y estábamos ya en la segunda mitad bien avanzado.Pero entonces,salió del banquillo Navarro.

Parcial de 8-0 y raíz de ahí, todo comandado por «la Bomba» que si bien su físico ya no le daba para más,lo compensaba con ese conocimiento del juego que tienen los grandes. Siempre tendré grabado a fuego como consiguió doblar un balón a Claver (que apenas había logrado anotar) de tal forma que el pase le llegó adaptándose perfectamente a su mecánica de tiro,y triple. Viniendo ya de vuelta de todo y aún así,dando clases de baloncesto«.