ANÁLISIS | DeMarcus Cousins, bendito problema para los Warriors

El pívot llega a la Bahía con una lesión en el talón de Aquiles

¿Dónde acabaría yendo LeBron James? Esa era la gran pregunta y la gran bomba del verano. Finalmente decidió marcharse a Los Ángeles Lakers, aunque los Warriors supieron atraer toda la atención con un movimiento inesperado que pilló a todos los aficionados desprevenidos. DeMarcus Cousins decidió ponerse en contacto con Bob Myers para preguntar por un puesto en la rotación de Golden State, lo que solamente se podría imaginar en un videojuego acabó sucediendo en la Bahía. Boogie Cousins eligió a los Warriors como equipo para revalorizarse tras sufrir una devastadora lesión en el talón de Aquiles. Ahora, el pívot podrá tomarse con calma el proceso de su recuperación y pensar en capturar su primer anillo de campeón en junio. Pero, ¿cómo encajará en los Warriors?

Con la contratación de Cousins, Golden State añade a otro jugador más que sobrepasó los 25 puntos por partido la temporada pasada. Entre los integrantes de la plantilla de los Warriors, solamente Stephen Curry y Kevin Durant lo consiguieron. DeMarcus Cousins es una referencia ofensiva en el puesto de cinco, ha promediado más de 25 puntos en las últimas tres temporadas y llega a la Bahía con una dura lesión pero tras haber firmado una de sus mejores campañas individuales en New Orleans Pelicans con un true shooting percentage del 58,2%. Un ‘center’ que puede también proteger el tablero y capturar muchos rebotes (12.9 por partido) al mismo tiempo que crea juego desde su posición. Golden State siempre ha primado la búsqueda de pívots que se manejasen bien con el balón en las manos en busca de sus compañeros y claros ejemplos de precedentes son Andrew Bogut o David West.

DeMarcus Cousins brilla en ese apartado con una media de 5,4 asistencias por partido. Una de las grandes dudas cuando se recupere de su lesión es cómo cambiará su estilo de juego estando en los Warriors. Boogie es un pívot que amasa mucho balón, siempre le gusta tener la bola en las manos y crear jugadas a partir del bote si los defensores le conceden espacio. Claramente, lo tendrá mucho más complicado para continuar con el mismo modus operandi en la Bahía con grandes manejadores del balón como Draymond Green, Stephen Curry o Kevin Durant. Cousins tendrá que adaptarse a un papel más ‘off-ball’ y así podrá consagrarse como la única referencia ofensiva en la pintura de los Warriors. Steve Kerr se planta ante un nuevo reto, tendrá que hacer encajar las piezas teniendo a un Cousins que representa un tipo de jugador que nunca antes habían tenido.

Una de las características que llaman más la atención y que más pueden contribuir positivamente a los Warriors es su habilidad para tirar de tres. Cousins ha desarrollado en los últimos años un buen tiro de larga distancia cuyo porcentaje de acierto representa el 35% con una media de cinco triples intentados por partido. Tener a un pívot con esta habilidad permitirá a los Warriors abrir más espacios en la pista con un poste capaz de hostigar detrás del arco constituyendo así un quinteto donde todos son capaces de enchufar triples. El éxito de este experimento dependerá principalmente de dos factores. El primero es el más importante, los Warriors necesitan que DeMarcus Cousins vuelva cuando esté al 100%. No necesitan acelerar el proceso, tienen una plantilla que de por sí es capaz de conseguir la mejor plaza de la Conferencia Oeste sin ayuda de Cousins. DeMarcus será realmente valioso a partir del mes de abril. Por otro lado, Cousins debe renunciar a tener el balón constantemente en las manos. Si todo esto se produce, los Warriors se convertirían en un equipo prácticamente imparable.

Todo parece positivo en este movimiento. Los Warriors perdieron a JaVale McGee que decidió firmar con Los Ángeles Lakers y lo cambiaron por un Cousins que solamente tiene 27 años y está en el mejor momento de su carrera. Ha participado en cuatro All-Stars y ha firmado por 5,3 millones de dólares, la ‘mid-level exception’ del equipo de la Bahía. Pero hay que tener en mente que es posible que no juegue hasta el mes de enero y también existe la gran posibilidad de que no vuelva a ser quien era. Los jugadores no han respondido bien históricamente a la hora de recuperarse de una lesión en el talón de Aquiles. Hay muchos casos, pero entre ellos podríamos destacar a Kobe Bryant. La única excepción la encontramos en Dominique Wilkins quien no tuvo problemas para recuperar el mismo nivel que antes de la lesión.

Cousins ha estado publicando una serie de vídeos en sus redes sociales donde va dando actualizaciones a sus seguidores a cerca de su recuperación. Ya se le ha visto tirando a canasta, algo que ha sorprendido a todos ya que suelen tardar mucho más en poder entrenar con el balón en las manos. El propio Cousins dijo antes de marcharse de los Pelicans que estaría listo para el training camp, aunque parece algo imposible. De darse ese caso, estaríamos ante todo un milagro médico nunca antes visto. Otro de los factores que podría hacer daño a los Warriors es su carácter. DeMarcus lideró a la NBA en técnicas señaladas y es muy conocido por su temperamento y su tendencia a meterse en peleas y discusiones con jugadores rivales y árbitros. David West dijo tras ganar el campeonato que la pasada temporada hubo ciertos problemas en el vestuario y la adición de Cousins podría empeorar esta situación.

No obstante, todas las señales dejan ver que el fichaje de Cousins por Golden State por 5,3 millones ha sido todo un nuevo éxito de Bob Myers y su equipo que no dejan de mejorar su plantilla. No existen precedentes en la historia de la NBA de jugadores que hayan llevado a cabo esta estrategia o de equipos que hayan acumulado tanto talento,  y eso habla especialmente bien de los Warriors. Han formado un grupo donde no existe el ego ni los individualismos, donde todos reman por un mismo objetivo. Cuentan con un estilo de juego vibrante y muy divertido para los aficionados y un entrenador que surgió de la nada convirtiéndose en uno de los más inteligentes de la competición. Todos querrían jugar con Steve Kerr, aunque a muchos les da miedo dar el paso debido a las fuertes críticas que supone unirse a una plantilla casi perfecta. Esta dinastía dorada continúa y no parece que ese crecimiento vaya a detenerse en un futuro cercano.