Resumen SB: Los Rockets sacan la casta y vencen a unos irreconocibles Warriors

La marea roja ataca nuevamente

Un triunfo con valor, pero una pérdida que puede cambiar el destino de la serie. Eso se vivió en Texas, los Rockets ganaron en el último minuto a los Warriors de la misma forma como triunfaron en el cuarto juego: con defensa.

Es increíble ver unido la palabra defensa con un equipo de Mike D’Antoni, pero esta temporada lo ha demostrado, ha sabido unir un equipo defensivamente estable con un ataque demoledor.

Y el gran responsable de esa unión en la cancha es CP3, un jugador diferente, líder en cualquier equipo le haya tocado estar, 4 veces elegido en el mejor quinteto defensivo; es decir, un jugador con la experiencia y clase para liderar a un grupo de jugadores con hambre de gloria, dejando a La Barba libre de responsabilidades para hacer lo que más sabe: atacar.

Con esta fórmula tan simple, pero a la vez compleja, los Rockets han logrado enfrentarse de tú a tú a los todopoderosos Warriors, infringiéndoles una presión en todo el campo. Una marca asfixiante que originó que su Big Four (Durant, Curry, Thompson y Green) pierda 15 balones, una marca que ha cortado la famosa circulación de balón que ha sido un sello característico de los Warriors desde que empezó la era Kerr. Además, el continuo ataque de los Rockets ha deliberado en tiros libres, siendo esto un factor importante en una serie tan reñida (27 a 20 a favor de Houston).

Bajo esta premisa y un juego muy físico, hemos podido apreciar en los últimos dos partidos juegos netamente defensivos (muchos pensaban que iban a ser festival de puntos).

Los Rockets con la responsabilidad de mantener su localía, salieron a atacar a su rival, llevándose en el primer cuarto una ligera ventaja, gracias a un Clint Capela intratable en la pintura que aprovecho los pick and roll tanto de Harden como de CP3.

Ya en el segundo cuarto los Warriors emparejaron el marcador con un Steph Curry (22 puntos, 8 de 17) desatado, bien secundado por Kevin Durant (29 puntos, 8 de 22) que encontraron aclarados fuera del perímetro para crear zozobra en la defensa de los Rockets. Mientras CP3 se perdía en la maraña defensiva de los Warriors, fallando continuamente, obteniendo sólo 2 puntos en esta mitad.

Apareció el monstruo que devora dioses

Con el marcador igualado, CP3 (20 puntos) salió motivado, ya que esta es su serie, su oportunidad de demostrar al mundo de que su historia merece un gran final, atacando el área, el perímetro, en fin atacando desde todos los lados posibles, desarticulando la defensa de los Warriors, tornándose un monstruo que se devoraba a cada defensor. Siendo bien acompañado por Eric Gordon (24 puntos) quien aprovecho cualquier espacio para anotar. Ambos supieron solventar el pésimo juego de James Harden en ataque que fallaba continuamente (5 de 21TC).

Mientras que los Warriors completamente desconectados siguieron el juego de los Rockets, atacando cada uno por su lado. Sin contar que en un juego de aislamiento puro, los Rockets son los mejores del mundo. El partido en si se tornó en un juego de guerrillas donde cada punto era luchado con una gran intensidad, siendo el último minuto electrizante, ya que en un intento por anotar CP3 cae mal, teniendo que abandonar el juego a falta de 24 segundos y con el marcador 94 a 95 a favor de los Rockets, pero con la posesión de los Warriors.

Sin embargo, una mala ejecución de Steph Curry, le otorga vida a Houston, ganado el rebote defensivo Trevos Ariza, obligando a Draymond Green a cometer falta a 10 segundos de terminar el encuentro. Pero cual capricho de los dioses, Ariza falla uno de sus intentos, dándole vida a los Warriors 94 a 96.

Con la última posesión, el equipo de Kerr se desesperó, perdiendo el balón Green ante la marca de Eric Gordon, transformándose en la jugada del partido, ya que le cometieron falta, yendo a la línea de castigo para anotar sus dos canastas, destruyendo toda posibilidad de victoria. Siendo Eric Gordon el héroe final  del triunfo de los Rockets.

Una victoria que hace temblar los cimientos de los dioses que ven como la marea roja sube hacia su olimpo amenazando con inundarlo todo… una batalla fue ganada, San Francisco espera en una lucha de poder a poder.