El viaje de la Euroliga (I): Valencia Basket

Han acabado en undécima posición con 12 victorias

Tibor Pleiss intenta entrar a canasta. Foto: Carlos Calvillo (SB)

Con el título de Liga Endesa, Valencia Basket certificó su cuarta participación en Euroliga. Se planificó una plantilla ambiciosa y competitiva para intentar que en esta temporada en Europa, se demostrara el por qué eran los campeones de la ACB. No acabaron de salir las cosas como se esperaba para los taronja, y el pasado 6 de abril finalizaron la liga regular, en la posición undécima, con un balance de 12 victorias y 18 derrotas. ¿La suerte no estuvo de su lado? ¿Pudieron las lesiones complicar el camino? Repasamos la temporada de Euroliga para Valencia Basket.

Un inicio prometedor

El 12 de octubre se comenzaba una competición que arrastraba mucha ilusión en Valencia Basket, tanto para afición como para jugadores y club. El destino es caprichoso y quiso que se hiciera ante uno de sus rivales clásicos en Europa, el Khimki, y en Moscú. No se ganó ese partido, se perdió 75-70, pero nada pensaba que podría ir mal.

Y menos cuando los siguientes partidos tuvieron finales muy positivos. En el primer encuentro en la Fonteta, los taronja dieron la bienvenida a la Euroliga con una victoria ante un rival directo, Anadolu Efes. Pero lo mejor vino con el enfrentamiento ante Unicaja. Algunos apelaban al fantasma con que era el mismo lugar y el mismo rival con el que se perdió la Eurocup. Sin embargo, todo salió totalmente inesperado, con una victoria contundente, 91-53, y con un Valencia Basket que iba directo a su objetivo.

Alberto Abalde y Erick Green celebran la victoria ante Unicaja en la Fonteta. Foto: Carlos Calvillo (SB)

Esto no quedó ahí. Podríamos decir que una de las grandes noches de Euroliga de los valencianos tuvo lugar en Vitoria. El equipo de Txus Vidorreta asaltó el Buesa Arena ganando 63-80 y creando una fuerte crisis en el conjunto vitoriano. Esta derrota se saldó con el puesto de Pablo Prigioni como entrenador de Baskonia y trajo como dirigente a Pedro Martínez. Siempre quedará el saber que el propio Valencia Basket que había dejado sin trabajo al entrenador, le consiguió uno. Más que curioso.

Llegó la tormenta

Tras un balance tan bueno de 1-3, poco parecía presagiar que el camino en Euroliga se iba a volver tan complicado para los taronja. Primero, dos derrotas previsibles ante los dos últimos campeones de la competición, en unos feudos siempre difíciles, como son Fenerbahce y CSKA. 3-3, nada que preocupara.

Pero la visita de Olimpia Milano, que a simple vista no iba a traer complicaciones, siendo último y que no había conseguido aún una victoria fuera, resultó ser el inicio de un duro tránsito por Europa. El conjunto italiano logró la victoria en la Fonteta, 98-103, después de dos prórrogas, cuando Valencia Basket estuvo por delante en la primera parte con ventaja importante.

Tras esta dolorosa derrota, se intentó hacer borrón y cuenta nueva. Visitaban Bamberg, otro rival directo para intentar meterse en la pelea de los playoffs, y de nuevo, dejaron escapar una victoria que casi tenían en sus manos y de la manera más dolorosa posible, perdiendo de un punto. Cuatro derrotas consecutivas y comenzaban a pesar y que indignaban ya a los aficionados taronja, que deseaban un cambio de actitud.

Erick Green se lamenta de una acción perdida. Foto: Carlos Calvillo (SB)

En vez de mejorar, todo parecía complicarse cada vez más. Y se perdió ante rivales directos, tanto fuera como en casa, tras haber tenido importantes ventajas. Ante Estrella Roja o Maccabi, y las lesiones aún lo hacían todo más cuesta arriba. Con una plantilla mermada por las bajas, con jugadores teniendo que forzar a pesar de las molestias y con tantas derrotas a sus espaldas, era complicado encontrar motivación y se cayó en lo inevitable, en un importante bajón.

Liberando los obstáculos

Diez derrotas consecutivas, algunas muy dolorosas y ante rivales directos, dejaron demasiado tocado a Valencia Basket. Las opciones de playoffs eran muy débiles, pero tocaba dar la cara. Entonces, llegó la primera victoria tras mucho tiempo sin hacerlo, ante Panathinaikos, 67-63. Y aquello fue como quitarse un gran peso de encima, en plena Navidad y ante su público.

Igual que la derrota ante Milán fue un revulsivo, la victoria ante los griegos también resultó serlo, aunque no de manera tan contundente. Tras esto, Valencia Basket visitó Málaga y allí volvió a sacar una complicada victoria (83-85). No fue fácil, pero las cosas parecían mejorar poco a poco.

Bojan Dubljevic anima a la afición durante el encuentro. Fuente: Carlos Calvillo

Fenerbahce visitó la Fonteta y los locales supieron plantar cara, aunque al final cayeran derrotados. Se ganó ante rivales directos en casa, donde al final supieron hacerse fuerte los taronja, con cuatro victorias consecutivas. Ante FC Barcelona, Khimki Moscow, CSKA y Brose Bamberg. Aunque entrar en el Top 8 era algo ya muy remoto de conseguir, se lavaba la imagen del equipo valenciano.

Esta mejora siguió adelante, aunque con un menor esfuerzo centrado en una Euroliga ya perdida, y en la que costaba ganar fuera de casa. En los últimos partidos, al menos, Valencia Basket supo lavar bien su imagen: ganar a Real Madrid en la Fonteta en Euroliga (96-88) y conseguir la única victoria fuera de casa en Milán (89-93). Al final, el 6 de abril, ante Maccabi, se ganó en una despedida que quiere ser un hasta luego para la Euroliga. Valencia Basket luchará por conseguir la mejor posición en Liga Endesa y llevarse la plaza Euroliga. El tiempo y el baloncesto se encargarán de desvelarnos si los taronja disfrutaran otro año más de la máxima competición europea.

Estadísticas finales