La explosión de Trey Lyles, el gran fichaje de los Denver Nuggets

El canadiense está haciendo una temporada extraordinaria

Trey Lyles
Trey Lyles es una de las mejores sorpresas de la temporada de los Nuggets – Nil Alemany (SB)

Tras el sorteo del draft del 23 de junio de 2017, había una sensación de fuerte decepción entre los aficionados de los Denver Nuggets, tras los movimientos hechos por su front officePara una franquicia como la de Colorado, que siempre se ha movido muy bien en los sorteos anuales, tanto en lo relativo a intercambio de jugadores como en las elecciones de los mismos (sobre todo en el mercado europeo, donde Karnisovas ha demostrado una gran habilidad, como hemos podido ver con las elecciones de Jokic, Nurkic, Gobert, Lauvergne, etc) parecía un tropiezo importante el ceder su elección de primera ronda (Donovan Mitchell) a Utah Jazz por aparentemente nada importante a cambio, como era el pick 24 (Tyler Lydon) y Trey Lyles, un jugador que tras su rendimiento en sus dos primeras temporadas como profesional, había generado muchas dudas.

Por un lado, no extrañaba que los Nuggets renunciaran a un base, ya que confiaban ciegamente para cubrir esta posición en Jamal Murray, que había hecho una esperanzadora campaña rookie y en Emmanuel Mudiay (a pesar de las dos malas campañas realizadas por el de Kinshasa), que había sido elegido dos años antes con el pick 7 y “vendido” por Tim Connelly a la prensa como la piedra angular del nuevo proyecto.

Pero lo que la afición no podía perdonar es que, en una campaña en la que el objetivo número 1 (y único) de los la High Mile City era la vuelta a los Playoffs, se reforzase, y de qué manera, a la franquicia mormona con el traspaso de los derechos de Donovan Mitchell, ya que los de Utah son un rival directo de división y conferencia y probablemente luchen a final de temporada con los Denver Nuggets por la 7ª u 8ª plaza que da derecho a disputar la post – temporada.

La elección de Trey Lyles por parte de los de Colorado no había sido casual, ya que Connelly conocía perfectamente al ex de Utah, pues éste estuvo entrenando con los Nuggets en los pre-draft workout del año 2015, antes de ser elegido por los Jazz en el puesto 12 de la primera ronda de dicho ejercicio, causando muy buenas sensaciones en unos ejercicios que el mismo jugador calificó como “uno de mis mejores entrenamientos”.

Estamos hablando de un ala-pívot alto (2,09 m) con tendencia a jugar abierto, “vicio” adquirido en la Universidad de Kentucky, en la que tuvo que renunciar a su puesto de “4” y jugar de alero a las órdenes de John Calipari, al coincidir en el equipo con Willie Cauley-Stein. Esta circunstancia le ha hecho ser un jugador muy versátil en ataque, pudiendo jugar cerca o lejos del aro, con un buen porcentaje de tiro exterior.

Trey Lyles, tras conocer su traspaso a Denver, se quedó muy sorprendido, pero al mismo tiempo, se alegró. Él esperaba que los de Colorado le hubiesen reclutado hace dos años, porque consideraba que su versatilidad y sus habilidades encajarían como anillo al dedo en el juego libre que siempre habían practicado los del Pepsi Center.

Se tomó tan a pecho este cambio, que él consideraba una gran oportunidad para rehacer su carrera, que incluso, tras una decepcionante segunda temporada con los Utah Jazz, en la que empezó jugando muchos minutos para acabar prácticamente desapareciendo en la rotación de Quin Snyder (participó sólo en dos de los once partidos de post – temporada), decidió contratar a un nutricionista, un chef y un personal trainer durante la temporada baja para llegar en forma al campamento de verano y poder ser un jugador importante dentro de la rotación de los de Colorado.

 


El entrenador jefe de los Nuggets, Mike Malone, ya habló muy positivamente de Trey Lyles durante el campamento de pretemporada, mostrándose muy impresionado por su capacidad para estirar la cancha,  jugar en el poste, hacer jugadas sin balón y sobre todo, por su ética en el trabajo, ya que acostumbraba a llegar de los primeros a los entrenamientos y era de los últimos en abandonarlos.

Pero iniciada la temporada, después de que los de Denver hubiesen firmado a Paul Millsap y a Mason Plumlee en la agencia libre y hubiesen retenido a Kenneth Faried, el canadiense no tenía sitio en la rotación y aunque se sentía frustrado y algo confundido, Trey nunca bajó los brazos y siguió con su excelente disposición.

En esos tiempos duros para Lyles, Malone le animó con declaraciones en las que manifestaba su pesar por no poder darle minutos de juego y con elogios constantes. Llegó a decir que le encantaba que el ala-pívot  “no sintiera pena por él mismo y que no bajase nunca la cabeza. Él no tiene esa autocompasión que odio ver”, declaro el “míster”.

Por otro lado, tras comenzar la temporada, siempre con Trey Lyles en el punto de mira, arreciaron aún más las críticas para el tándem Connelly-Karnisovas, ya que mientras Donovan Mitchell acababa el mes de noviembre promediando 18,1 puntos en 31,7 minutos (con un más que aceptable 41,3% en porcentaje de tiro), Trey Lyles  promediaba hasta el 19 de noviembre, día en que se lesionó Paul Millsap unos paupérrimos 2,5 puntos en 4,5 minutos de juego.

Pero tras la lesión de Paul Millsap, Mike Malone le introdujo poco a poco en la rotación y el de Kentucky no ha defraudado.

Tras la baja del ala-pívot, Kenneth Faried parecía ser el jugador que supliría al ex de Atlanta, pero Manimal no ha competido al nivel que se esperaba y Lyles ha aprovechado al máximo sus oportunidades.

El canadiense se ha convertido en un jugador clave en la rotación de los de Colorado y ya en el mes de diciembre, tras su asentamiento en la rotación, ha promediado 14,7 puntos en 27,5 minutos de juego, con unos increíbles porcentajes del 54% en tiros de campo, incluído un 48,5% en triples. Actualmente es el cuarto mejor triplista de la Liga.

Pero no sólo ha destacado en sus porcentajes de tiro, sino que en dicho mes de diciembre ha promediado 6,6 rebotes, que es un gran salto cualitativo para un jugador que en sus dos primeras temporadas como profesional conseguía unos escasos 3,5 rechaces por encuentro.

También ha mejorado muchísimo en el aspecto defensivo, defendiendo muy bien en la pintura, destacando en esta faceta de forma espectacular en partidos como el de Detroit, en que sus atacantes con él en pista, consiguieron un 0/9 en tiros de campo. Por cierto, en dicho partido, su mejor como profesional, consiguió un inmaculado 7/7 en tiros de campo.

Así mismo, si analizamos las estadísticas avanzadas (player efficiency rating, índice de eficiencia creado por John Hollinger para ESPN) tiene un PER de 19,22, el segundo mejor de la plantilla tras Nikola Jokic . Es muy importante este dato, ya que valora el rendimiento del jugador en ambos lados de la cancha.

Y aparte de lo que nos dicen las estadísticas, también hay que destacar lo bien que abre la pista, al salir con el balón controlado hasta la línea de tres puntos, aprovechando su excelente porcentaje de tiro en dicha distancia, sacando al ala-pívot rival de la zona y dejando espacios para que corten la misma con gran efectividad hombres como Gary Harris y Jamal Murray, que están consiguiendo en ataque las mejores cifras de su carrera.

Sin embargo, no hay que olvidar que se espera la reaparición de Millsap para el mes de febrero y obviamente, un talento AllStar como Paul va a recuperar sus minutos de juego, pero no pensamos que Malone se atreva a reducir significativamente los de Lyles en pista, ya que con el rendimiento que está cosechando, sería completamente absurdo.

Veremos a ver si el coach es capaz de ajustar a ambos jugadores y que puedan compartir minutos en la cancha con un adecuado rendimiento. De seguir su progresión, quien sabe si no estamos hablando de un futuro aspirante a jugador más mejorado de la temporada (MIP).