Stephen Curry saca la versión videoconsola en Miami

Hasta los 54 puntos se fueron entre Stephen Curry y Kevin Durant, números incontestables para unos Heat que aguantaron bien los primeros 24 minutos pero que en los siguientes 12 fueron vapuleados.

Y eso que en el primer cuarto llegaron a estar en dos ocasiones ocho puntos arriba (33-25 y 36-28), pero eso fueron solo meras iluminaciones. De hecho, Golden State solo fue ganando una sola vez en los primeros 12 minutos, lo que hacía que hasta ese momento se estuviese bien un encuentro muy entretenido. La pena para Miami fue que Dragic se encontró muy solo y en ningún momento los Olynyk, Johnson y Richarson estuvieron a su altura para poder mantener un partido ‘picantón’.

Del 36-33 inicial a favor de los locales nos fuimos al descanso 60-62, buenos números de ambos equipos que estaban dejando entrever tanto débiles defensas como buenos números en ataque. El partido nos estaba dejando dos duelos muy vistosos: Draymond Green contra Richardson y Curry contra Dragic, los mejores de cada uno de sus equipos, pero la ayuda que tuvo Steph fue infinitamente mayor a la del serbio.

Pero lo peor para él no fue que Curry estuviese tan acertado, sino que los Warriors en el su ya conocido tercer cuarto destrozaron a Miami por nada menos que 20 puntos de ventaja, 17-37. Todos tiraban todos anotaban, pero lo más importante es que todos defendían, esa sensación de estar jugado al ‘ralentí’ y que con esa marcha extra dejan atrás a cualquier rival. Ataron por completo a Dragic y Waiters con dureza bajo el aro y ellos arriba se desataron gracias a buenos parciales anotadores de Durant, Curry y un Thompson que sabe cuando poner la puntilla.

Ese cuarto sirvió para dejar KO a Miami, diferencia de 20 puntos y a otra cosa. Un dato: han logrado hacer en tres partidos parciales de 20 puntos de diferencia en un cuarto, mientras que ningún otro equipo en la NBA pasa de uno. Noches de oficina para los de San Francisco.

El ultimo cuarto fue casi completo como los minutos finales de un partido que se conocen como los ‘minutos de la basura’. El equipo B de Golden State dio la cara y liderados por el extravagante Nick Young lograron ganar 18-24 y elevar la diferencia a 28 puntos, lo que establecía el marcador final de 95-124. Pero no fue solo los Warriors, pues en Miami Spoelstra ya vio también el partido perdido sentó a los Dragic, Waiters, Richardson y compañía.

Lo único malo de los Warriors tuvo relación con Shaun Livingston, pues fue expulsado por primera vez en su carrera tras encararse con uno de los árbitros.

Pero la otra cara de la moneda la puso Stephen Curry: 30 puntos con 11/16 en tiros de campo y 5/9 en triples en una noche de esas en las que saca a pasear su versión ‘MVP’ y es incontestable. El ‘30’ guió a los suyos en la igualdad de los primeros cuartos y en el tercero supo marcar diferencia y lograr que los Warriors se alejasen en el marcador hasta el punto de que ya ni siquiera pisó el parquet en los últimos 12 minutos.

Por parte de Miami, en el tema anotador, hay que destacar los 24 puntos y 7 asistencias de Dragic, los 14 de Olynyk y 7 rebotes, 13 para Johnson y 12 para Richarson.

En los visitantes Curry fue el mejor con los ya mencionados 30 puntos, Durant acabó con 24 y 7 asistencias en 28 minutos, 19 para Klay Thompson y 10 para el israelí Omri Casspi, que supo ser importante sin los titulares sobre la pista.

A continuación un resumen del partido: