Jordan Bell, el rookie del año en la Bahía
Ha impresionado a todos con su juego
Jordan Bell ha sido proclamado por todos como uno de los grandes robos del pasado Draft. Lo que pocos esperaban es que pudiera tener tal impacto a estas alturas de la temporada con los campeones. Cuando fue seleccionado en la posición número 38 por Chicago Bulls, el equipo de scouting de los Warriors así como su general manager Bob Myers, no dudaron en pagar esos 3,5 millones de dólares que pidieron por sus servicios. Era la oportunidad perfecta para añadir a la plantilla a un joven defensor versátil que encajaba la perfección en el sistema ejercido por Steve Kerr en Oakland.
Bell consiguió resaltar entre todos los jugadores del banquillo de Golden State gracias a su capacidad atlética, sus ganas de aprender y muchos otros factores. Su estatura (2,06 cm), considerada como insuficiente para la posición en la que se maneja en la pista, le permitió formar parte de los quintetos pequeños de los Warriors que tan de moda están actualmente en la NBA. Sin darse cuenta, se encargó de ejercer el mismo papel que JaVale McGee había estado llevando a cabo la temporada anterior. No ha dejado indiferente a nadie con su capacidad para proteger el aro y con esa actitud tan impropia de un novato que no tiene miedo de salir a la pista y poner sobre la mesa todo su potencial en un equipo sobre el que recaen tantos focos como Golden State.
El inicio de temporada no fue sencillo para él, ya que recibió el trato que cualquier novato de segunda ronda recibiría en un equipo como este. Sin embargo, sus grandes actuaciones e incluso la insistencia de algunos aficionados, han llevado a Steve Kerr a darle más oportunidades. Pero las definitivas llegaron gracias a las lesiones de jugadores muy importantes en la pintura de los Warriors como Zaza Pachulia y Draymond Green. Kerr, no tenía muchas más opciones que poner al pívot procedente de la Universidad de Oregon en el quinteto titular. No solo no ha decepcionado a nadie, sino que ha sorprendido a muchos que todavía no conocía de su existencia. Ahora, con más experiencia que la que tenía el inicio de temporada, solo es cuestión de tiempo para que se haga con el puesto de titular en la franquicia.
La Navidad llego más temprano de lo habitual para Jordan Bell quien tuvo su primer gran partido en la NBA frente a Los Ángeles Lakers el pasado viernes. Mientras que Zaza Pachulia seguía lesionado y sin poder formar parte del quinteto titular, Bell le sustituyó frente a una franquicia que intenta hacer lo mismo que consiguieron en la Bahía varios años atrás. Estuvo muy involucrado en todas las facetas del juego durante todo el partido y consiguió finalizar con un total de 20 puntos y 10 rebotes. Con él en pista, los Warriors consiguieron un ‘+/-’ de +22. Fue el mejor jugador de Golden State en ese encuentro. Aprovechó la cantidad de rebotes ofensivos que llegaban a sus manos para convertirlos en puntos así como realizar su mejor imitación posible de uno de sus compañeros, Draymond Green, del que ha aprendido mucho desde que llegó a la Liga. Sus cambios defensivos con el base Lonzo Ball fueron todo un éxito. Consiguió forzar al novato nativo de Chino Hills a numerosas pérdidas de balón que acababan siendo convertidas en puntos al contraataque para Golden State.
El mayor desafío de Jordan Bell llegó el día de Navidad frente a Cleveland Cavaliers. Steve Kerr decidió alinearlo como titular a pesar de contar con un Zaza Pachulia sano y que podría haber sustituido al novato en un encuentro de tal magnitud como el que supone volver a enfrentarse al equipo con el que han estado batallando en las finales durante los últimos tres años. En este encuentro, Bell, demostró estar preparado para triunfar en un equipo como los Warriors. No se achantó ante el gran reto que suponía jugar frente a Cleveland Cavaliers, una de las mayores rivalidades que se recuerdan en la última década. Su rendimiento fue muy bueno y mostró tener dos atributos muy importantes para cualquier jugador de esta plantilla, madurez y seguridad. En los últimos minutos del partido, cometió dos errores consecutivos de novato que pudieron haber costado el partido a su equipo. Sin embargo, en lugar de dejar que sus compañeros hicieran el trabajo e intentar no cometer más errores, salvó el encuentro gracias a dos rebotes ofensivos importantes que permitían cortar el ataque de Cleveland. Además, su trabajo defensivo sobre LeBron James en algunos de los tramos del partido, fue excelente.
El excelso nivel del rookie, ha llevado a los Warriors a plantearse el traspaso de JaVale McGee para darle más minutos en la rotación y continuar con este proceso de desarrollo, en el que todo apunta que desembocará en la formación de una futura superestrella de la Liga. Aún le queda mucho que mejorar y uno de los apartados en los que debe centrarse ahora, es en el ataque. Golden State, al contar con tantos jugadores de un perfil ofensivo impresionante, dejarán en numerosas ocasiones solo a Bell y debe aprender a sacar partido de todas esas situaciones. En el último partido frente a Utah Jazz, mostró ser capaz de aportar también en el apartado ofensivo un poquito más. Ya con Zaza Pachulia como titular, salió desde el banquillo proporcionando cinco puntos, 13 rebotes y 7 asistencias. Jordan Bell es ese jugador que los Warriors siempre habían soñado poder emparejar con Draymond Green en la pintura. Solo deben ser pacientes y llevar a cabo ese desarrollo específico y tan necesario para que el número dos de los Warriors se convierta en una de las piezas más importantes del equipo.