El calvario de Omer Asik
Reapareció el otro día tras 9 meses de baja
En febrero de este año, cuando los aficionados de todo el mundo nos preparábamos para ver el show del All-Star de la NBA, la mayoría de los jugadores de esta liga, que no estaban citados a participar en ninguno de los eventos del fin de semana de las estrellas, aprovechaban para pasar más tiempo con sus familias o para hacer algún que otro viaje a modo de break, para iniciar con fuerzas renovadas el tramo final de la temporada. Exactamente eso es lo que pensó el bueno de Omer Asik, pivot titular de los Pelicans, relegado a un papel más que discreto la temporada pasada. Se fue a México a pasar unos días, y a partir de entonces, ha sufrido un calvario de unos 9 meses.
9 meses fuera por la enfermedad de Crohn
No se sabia si México actuó como un simple testigo de los hechos o si fue la causa directa. Cayó enfermo cuando estuvo ahí, sin más. Pero le hubiera pasado estando en el sofá de su casa en New Orleans o con su familia en su Bursa (Turquía) natal. Este repentino debilitamiento en la salud de Omer era entonces todo un misterio. Lo único que se sabía era que el órgano más afectado parecía ser el estómago y que tenía pinta de ser una enfermedad o una infección de origen bacteriano. Poco más.
El aficionado de nivel medio de la NBA seguramente no tenía ni idea de donde estaba Omer Asik está temporada. Estoy convencido que muchos pensaban que regresó a Europa, quizás que se retiró, y, para que vamos a engañarnos, muchos ni se acordaban de él. Y así ha estado todo este tiempo, en un discreto segundo plano, en la sombra, luchando contra su enfermedad. Según palabras de su entrenador, Alvin Gentry, el center llegó a perder 14 kilos. «Estamos tratando de que se recupere. Esto es ahora lo único que importa», comentaba Gentry hace unos meses, cuando peor lo estaba pasando Omer.
A día de hoy ya tenemos un parte oficial sobre la enfermedad del pivot, y todo se debe a que su mejora ha venido cuando ha empezado el tratamiento para la enfermedad de Crohn, que es la dolencia que parece haber mermado las facultades de Asik estos meses tan duros para él. Pero las desgracias nunca vienen solas, y el malestar de Omer es también debido a que, junto a la enfermedad de Crohn (o colitis ulcerosa) se le ha diagnosticado una espondilitis anquilosante. No soy médico ni entiendo de medicina, pero a juzgar por el nombre, muy bueno no parece.
Para los que no estén familiarizados con la enfermedad de Crohn, decir que no tiene cura, pero bien revisada y tratada se pueden reducir los efectos y hacer una vida completamente normal, pasando años hasta tener de nuevo los síntomas. Pero cuando surge y te dan brotes, causa inflamación en el intestino y te provoca síntomas como: cólicos (dolor abdominal), diarrea, fiebre, pérdida de peso, hinchazón, dolor o secreción anal, lesiones cutáneas, absceso rectal, fisuras y dolor de articulaciones. Casi nada.
Esta web es de baloncesto y no de medicina, así que tampoco nos explayaremos con temas que exceden el campo de conocimiento de un servidor, pero nos sirve para que nos hagamos una idea sobre el porque de la ausencia de Omer Asik todo este tiempo. Como dato, decir que el alero de los Lakers, Larry Nance Jr. padece la misma enfermedad.
Su papel en los New Orleans Pelicans
Gentry, sobre el turco, dijo recientemente que estaba trabajando extremadamente duro para volver, pero que no era fácil devolver a ese cuerpo maltrecho la forma y el ritmo competitivo de antes. Aún así, y cuando pocos lo esperaban, Ömer Aşık debutó ayer en la cancha de los Phoenix Suns (el partido resuelto en el descanso ayudó a que sucediese), y no lo hizo nada mal. Anotó 6 puntos (3/5 en tiros) y cogió un rebote en 11 minutos de juego.
Bien, parece que los Pelicans ya pueden contar con Ömer Aşık. ¿Tendrá un papel determinante? Pues la respuesta parece clara: no.
El papel de Aşık a inicios del año pasado ya era discreto a las ordenes de Gentry. Ni él ni Ajinça parecían ser del estilo del entrenador, que hizo fichar a Motiejunas a mitad del curso. Su enfermedad coincidió en el tiempo con el fichaje sonado de DeMarcus Cousins, otro pivot. No han coincidido hasta hoy. Es cierto que Motiejunas y Terrence Jones ya no están, que Alexis Ajinça sigue lesionado y aún no ha debutado, y que Cheick Diallo parece aún demasiado verde, pero a no parece que el papel de Asik vaya a ser determinante en lo que queda de temporada.
El francés, un gran reboteador y el turco un buen pivot defensivo. La conversión de la liga al small ball hace de tipos como el de Bursa, pivots toscos, con poco dribling y un corto alcance en el tiro, especies en peligro de extinción y poco útiles en el basquet moderno. Lejos queda la temporada 12′-13′, donde Aşık, jugando en los Rockets, promedió 10 puntos y 12 rebotes en los 82 partidos de la temporada regular. El bajón del año posterior se debió a la usurpación de Dwight Howard de su puesto, pero ya nunca volvió a ser el mismo.
El primer año en New Orleans, que coincidió con el último del entrenador Monty Williams y el último en el que los Pelicans alcanzaron los playoffs, lo hizo razonablemente bien, jugando 76 partidos, anotando 7’3 puntos de media y capturando 9’8 rebotes por encuentro. Eso le dio un contrato que hoy en día pesa como un yunque para las futuras planificaciones de los Pels en los años venideros.
Con la llegada de Alvin Gentry, un entrenador con un etilo de juego diametralmente opuesto a las habilidades de Ömer Aşık, el pivot turco está en una delicada situación deportiva. 3’6 puntos y 5’7 rebotes en unos 16 minutos de juego es lo que promedia Omer en los 100 partidos exactos en los que Alvin Gentry le ha dirigido. Y todo ello sin, repito, haber coincidido con Cousins.
El papel que tendría hoy sería el de disputarse los minutos en los que las dos torres descansaran con Diallo, pero Gentry muchas veces utiliza el small-ball cuando uno de ellos está en cancha, así que mi pronóstico es que solo lo veremos en partidos resueltos como el de ayer.
Su contrato, otro obstáculo para la franquicia
Y, para acabar, está el tema de su contrato. Sin desearle ningún mal a Omer Asik, más bien todo lo contrario, una parte de los fans de los Pelicans, ante la incertidumbre y el secretismo de su dolencia, llegaron a desear una retirada del pivot. Y mal no le hubiera ido a la franquicia, con la cabeza puesta en buscar espacio salarial para quedarse con Cousins. Si Ömer hubiera estado 3 meses más sin jugar (en total 1 año), los Pels hubieran podido rescindir el contrato por enfermedad.
No ha sido así, y ahora no queda otra que integrar a Omer Asik en el juego, revalorizarlo y que aporte lo mejor que sabe en la pista. Y quien sabe, entrar así en algún trade beneficioso para la franquicia o aportar con sus 37 partidos de playoffs a sus espaldas experiencia en la post temporada.
El pivot de piel lechosa, pelo ensortijado y andares desgarbados ha vuelto, algo que a nosotros nos pone muy contentos, pues es nuestro pivot de piel lechosa, pelo ensortijado y andares desgarbados.