David Lee, una leyenda en la Bahía

El ala-pívot se retira del baloncesto profesional

David Lee
David Lee se retira del baloncesto profesional – (Keith Allison CC)

Golden State Warriors es un equipo que ha tenido que sufrir mucho para llegar hasta el éxito. Son los pequeños detalles los que han convertido a esta franquicia en una de las mejores que se recuerdan en mucho tiempo. Hacía mucho tiempo que un equipo no dominaba la Liga de la manera que lo están haciendo los chicos de la Bahía, y llegar hasta ahí no fue un proceso sencillo. Muchas derrotas, lágrimas y decepciones quedaron en el camino aunque hubo algunos jugadores que creyeron en las capacidades de la franquicia hasta en los momentos más adversos.

Cuando uno piensa sobre qué jugadores han conseguido hacer grande de nuevo a este equipo, se le viene a la cabeza un solo nombre; Stephen Curry. Sin embargo, hay un jugador que tiene tanta importancia en este trayecto como la que se carga sobre los hombros del base de Carolina del Norte. David Lee, quien anunció su retirada mediante sus redes sociales el pasado domingo, llegó a Oakland en julio del 2010 tras un traspaso entre New York Knicks y Golden State. Los Warriors, se desprendían de un pasado luchador que no había dado sus frutos entregando algunos jugadores importantes de aquella época como Kelenna Azubuike, Anthony Randolph y Ronny Turiaf.

Los Warriors conseguían su primera gran incorporación tras la ilusionante noticia de la compra del equipo por parte de Peter Guber y Joe Lacob. No fue algo precisamente barato, y es que su contrato alcanzaba ni más ni menos que los ochenta millones de dólares. Sin embargo, no importaba el precio por conseguir a un jugador del calibre de David Lee. Muy popular en Nueva York habiendo conseguido una selección al All-Star por primera vez en la gran manzana desde la temporada 2001-2002. Era un hombre capaz de promediar sin despeinarse un doble-doble. Un jugador experimentado que había alcanzado un gran nivel de popularidad y notoriedad que llegaba a una franquicia echa pedazos y con la reconstrucción como objetivo desde hace varios años.

No tardó mucho en convertirse en uno de los favoritos de una afición muy exigente como la de Golden State Warriors. Su superioridad numérica entre tanto joven destacaba y sabía que las llaves de la franquicia eran suyas. Jugaba por encima del nivel del resto y permitía dar algo de aire en determinadas noche en las que los Warriors conseguían salir victoriosos. En la temporada 2012-13 consiguió poner fin a la sequía de All-Star en la Bahía convirtiéndose en el primer ‘Dub’ en asistir a un partido de las estrellas desde que lo hiciera Latrell Sprewell 16 años antes. David Lee era lo que todo aficionado de Golden State hubiera deseado. Durante esa misma temporada consiguió liderar la competición en dobles-dobles y significó la vuelta a la postemporada por primera vez tras cinco años completamente desaparecidos.

David Lee consiguió poner algo encima de la mesa por lo que siempre se le estará agradecido en la Bahía. Fue el mentor y encargado total del desarrollo de Stephen Curry hasta la superestrella que es hoy en día. El base de los Warriors lo considera como un hermano y en varias ocasiones ha hablado de la importancia que tuvo para él en sus años de desarrollo como profesional y persona. Con estos dos funcionando a un buen nivel, los Warriors se convirtieron en un ambicioso equipo muy difícil de parar. Esto llevó a la segunda aparición consecutiva de la franquicia en Playoffs; lo que sería la muerte definitiva del ala-pívot que tantas alegrías había dado y el nacimiento de una nueva estrella, Draymond Green.

Sus problemas defensivos provocaron que los Warriors cayeran derrotados en siete partidos ante Los Ángeles Clippers de Blake Griffin, Chris Paul y Doc Rivers. Mark Jackson, decidió dar oportunidades a un Draymond Green que había cerrado la temporada regular a un gran nivel. A partir de ese momento, nos dimos cuenta del potencial que tenía. El resto, ya es historia. El nativo de Michigan pronto le comió la tostada y se convirtió en una auténtica pesadilla para Griffin.

Tras caer derrotados en la primera ronda de los Playoffs, Mark Jackson fue despedido para que Bob Myers diera la bienvenida a Steve Kerr. Este, decidió dar toda su confianza a Draymond Green al que prefirió dar la titularidad por delante de David Lee. Esa temporada, los Warriors mostraron un nivel descomunal y consiguieron clasificarse para los Playoffs con el primer puesto de la Conferencia Oeste. Esto ya significaba el relego total de Lee al banquillo para dejar paso a un ambicioso Green. No obstante, siguió dejando minutos de calidad desde el banquillo siendo una pieza clave en la ofensiva del equipo.

David Lee
David Lee lo intentó en Boston, pero sin suerte. Euroleague.net

Ese año de ensueño fue culminado con un campeonato derrotando en las Finales a los Cleveland Cavaliers de un LeBron James que perdía sus segundas series consecutivas. David Lee obtuvo su recompensa por quedarse en un equipo que no prometía nada a corto plazo y desde entonces es considerado como todo un campeón. Él sabía que no podía permanecer en el equipo. Draymond Green era la nueva estrella y no contaría con protagonismo, por lo que optó por salir de la franquicia mediante traspaso. Boston Celtics fue su nuevo hogar, donde no consiguió durar ni una temporada.

Volvió a intentarlo en Dallas Mavericks y, al año siguiente, en San Antonio Spurs con Gregg Popovich. Esta segunda etapa en Tejas con los plata y negros fue bastante aceptable aunque su vida cambiaría totalmente cuando conoció a su actual prometida, la tenista Caroline Wozniacki. Por circunstancias de la vida y por no haber encontrado equipo tras no continuar con los Spurs una segunda temporada, ha decidido colgar las botas y decir adiós definitivamente al baloncesto.

Por todo lo mencionado y por mucho más, siempre será recordado como una total leyenda de Golden State Warriors. Él fue partícipe en la conversión de este equipo en la máquina de matar que es ahora. Cinco espléndidos años en los que prefirió estar aquí antes que irse a otra franquicia y competir por un anillo. Siempre será recordado y tendrá un espacio reservado en todos los corazones de los aficionados de la organización.