Si los Pelicans no han fichado tan mal, hombre
Los refuerzos son mejorables, pero están a la altura
Vale que ha sido uno de los mercados más locos de la historia de la NBA. Si que es cierto que nunca habíamos visto un éxodo entre conferencias más significativo. Y está bien que el Oeste este año se ha reforzado de una manera monstruosa. Pero lo cortés no quita lo valiente.
Está claro que los New Orleans Pelicans están muy lejos de haber hecho una buena offseason. Partiendo de la base de que el equipo necesitaba un tirador como el comer y que se debía haber focalizado una parte de esta agencia libre en mejorar el puesto de alero (y más aún con la lesión de Solomon Hill), no se ha logrado formar un núcleo que aspire a algo más que la octava plaza. Sin embargo, ni todo es blanco ni todo es negro, y lo que se pierde por un lado se gana por otro. Por eso, pienso que los fichajes que se han producido no son, ni de broma, malos fichajes.
Rajon Rondo y Tony Allen, defensa a falta de tiro
Es de buen saber que estos dos jugadores nunca han destacado por su tiro. De hecho, es de buen saber que son dos jugadores negados en esta faceta. Nunca han podido tener un tiro consistente, algo que agrava más la ironía de haberles fichado.
En el caso del primero, su fichaje es una de cal y otra de arena (y más ahora con el tema de la lesión). Una de arena por el ya mencionado problema con el tiro y la presencia de Jrue Holiday en el equipo, pero otra de cal por su defensa y sus aptitudes para organizar. Rajon Rondo llega por un motivo en especial, y ese es el convertir a Jrue Holiday en más tirador aún, ya que con su adicción, tiene menos peso en la organización y se puede dedicar más a aportar puntos. Rajon trabajaría en curtir de balones a Davis y Cousins, ayudaría a Holiday a jugar sin balón y mejoraría la ya muy buena defensa del equipo.
El segundo es un fichaje más forzado. Concretamente, tras la lesión de Solomon Hill. El equipo necesitaba suplir la baja de una de las anclas defensivas del equipo y no dudó en ir a por otra ancla defensiva. Dejando a un lado el mal tiro de Tony, no se me ocurre a nadie mejor para afianzar la rotación del equipo. Al menos, en lo que a en defensa se refiere. Tony Allen va a ayudar a mejorar aún más la defensa del equipo, va a suplir en esta faceta a Solomon Hill y va a aportar muchísima entrega y veteranía al equipo.
Dante Cunningham, menos mal que has vuelto
La temporada pasada acababa con el rechazo de Dante Cunningham de su player option con vistas a encontrar un contrato mejor. Y tuvo bastantes pretendientes, pero los Pelicans consiguieron volver a atarle tras la baja de Solomon Hill. Sin duda, para mí, una obra maestra.
Los que no hayáis visto el rendimiento de Cunningham la temporada pasada, no podéis imaginar lo importante que fue para la rotación. De esos jugadores que no reflejan su rendimiento en estadísticas. Cunningham es un 3&D que la temporada pasada rindió mejor que el propio Hill. Ya hice un artículo sobre esto y no daré mas la matraca, pero a groso modo es ideal para lo que los Pelicans quieren: un alero que rote, aporte defensa y tire de tres.
Aunque no es un excelente tirador, el año pasado tuvo un promedio de 39,2 % en triples. Y aunque no es un excelente defensor, su presencia siempre se nota en defensa. Y aunque no es un gran jugador, siempre deja todo sobre el campo; por eso es una gran noticia su renovación.
Darius Miller y Ian Clark, esos tiradores fiables
Y es que decir que los Pelicans no han traído ningún tirador es tergiversar un pelín. No han traído un tirador de garantías, pero tiradores si han contratado.
Darius Miller aún es una incógnita. Trae un excelente currículum desde el Brose alemán, con porcentajes desde la línea de tres puntos que asustan, y en pretemporada ha estado bien (5-8 en triples). No es un fichaje que comprometa, añade tiro a la franquicia y profundidad en el puesto de tres. Es una adicción que no supone ningún riesgo, y si sale bien, sería una excelente noticia para el equipo.
Ian Clark es otro gran fichaje. Clark viene de San Francisco, con un campeonato a sus espaldas y un porcentaje en triples del 37,4%. Es un tirador fiable. No es un excelente tirador, pero es un tirador fiable. Tampoco ha llegado por mucho dinero, con lo que tampoco supone un riesgo muy grande. Va a complementar la rotación en el puesto de escolta junto a E’Twaun Moore y Jordan Crawford, también tiradores muy fiables.
Vivir y resistir… Y rotar mucho
Los Pelicans han decidido que lo mejor era apostar por la defensa y tener tiradores fuera que acompañen a Davis y a Cousins, a pesar de que no haya ninguno que destaque. Y esto es algo que, en un Oeste tal y como está, les puede salir bastante bien; ganando los partidos desde atrás y confiando en ataque en los grandes y Jrue Holiday.
Sin embargo, también es algo que te puede salir muy mal. La falta de un alero en el Oeste es algo que ningún equipo con mínimas aspiraciones debe permitirse, al igual que la falta de tiro en una NBA en la que cada vez menos equipos utilizan el poste como su principal recurso.
La franquicia confía en añadir piezas que puedan rotar en las posiciones en las que no hay tanto talento y curtir de minutos a los tres mejores jugadores del equipo: Jrue Holiday, Anthony Davis y DeMarcus Cousins. Si hay hasta cinco jugadores que pueden cubrir la posición de escolta este año (Crawford, Clark, Moore, Allen o el propio Jrue compartiendo pista con Rondo), también hay hasta cuatro que pueden cubrir la de alero (Solomon Hill, Tony Allen, Dante Cunningham y Darius Miller). ¿Podrán los Pelicans conseguir participar en los Playoffs de una vez por todas o se quedarán a las puertas con la mejor dupla interior desde Tim Duncan y David Robinson? Quédense, que la película está a punto de comenzar.