Derrick Rose confía revalorizarse en Cleveland

Será titular ante la ausencia de Isaiah Thomas

Derrick Rose
Derrick Rose en un partido de pretemporada – Erik Drost (CC)

La locura llegó a los salarios de los jugadores de la NBA tras la firma del nuevo convenio. Hasta el 35% del salary cap, puede llevarse un solo jugador. Stephen Curry será el jugador mejor pagado para este nuevo curso con más de 34’6 millones de dólares, y nada más y nada menos que 40 jugadores ganarán más de 20 ‘kilos’ esta temporada. Sin embargo, Derrick Rose ha quedado muy lejos de ese enorme trozo de pastel a repartir. Muy lejos queda ya la temporada 2010-11, cuando Rose maravilló al mundo con sus penetraciones imposibles, alzándose con el MVP. A partir de ahí, calvario de lesiones y continuos intentos de Rose de demostrar al mundo que puede volver a la élite del baloncesto.

El base, que acaba de cumplir los 29 años de edad, llega a Cleveland tras firmar un acuerdo por 2’1 millones de dólares, el salario mínimo de veteranos. Viene de anotar 18 puntos por noche en los Knicks, sin embargo, ningún GM apostó por él este verano, y aterriza en Cavs para volver a labrarse un nombre de prestigio en la liga:

«Esa es una de las razones por las que vine aquí, para tener la oportunidad de reintroducirme en la Liga,» declaró Rose para ESPN.

Esta desconfianza de los GM para extenderle un gran cheque se debe, principalmente, a dos cuestiones primordiales: La primera y más obvia es su gran problema con las lesiones, y es que Rose lleva sin jugar más de 66 partidos desde la temporada 2010-11. Y la segunda es su desacierto desde la línea de 3 puntos. El jugador natural de Chicago nunca ha alcanzado el 35% en triples en una temporada NBA, donde cada vez es más importante dominar este arte con precisión.

Firmar por un contender como Cleveland Cavaliers, donde será titular gran parte de la temporada por la lesión de Isaiah Thomas, es una de las balas que le queda a Derrick Rose para demostrar que puede parecerse a ese jugador que enamoró al mundo de la canasta hace no tantos años. Él, desde luego, se muestra confiado:

«La próxima vez tendrás que pagarme, tendrás que pagarme el doble.»