Popovich: «Nuestro país es la vergüenza del mundo»

Gregg Popovich ha hablado. No se habla de otra cosa. La guerra entre las estrellas de la NFL y la NBA contra Donald Trump acapara la atención de todos los estadounidenses. Todo a raíz de las desafortunadas palabras de Trump sobre el gesto iniciado por el jugador de fútbol americano, Collin Kaepernick, y seguido por muchos jugadores afroamericanos, consistente en hincar una rodilla durante el himno norteamericano en señal de protesta por la discriminación racial.

A todo esto, se le sumó a la vez su trifulca con Stephen Curry, con el presidente retirándole la invitación a la Casa Blanca. La plantilla al completo de los Warriors y LeBron James apoyaron rápidamente al jugador, y hoy ha sido Gregg Popovich quien se ha pronunciado al respecto en el Media Day de San Antonio Spurs:

«Creo que es cómico que él (Trump) retirara la invitación, porque no iba a ir igualmente. Ha actuado como un niño de sexto de primaria. Su comportamiento es desagradable, y también cómico«.

Todos sabemos a estas alturas la poca simpatía que Donald Trump despierta en Popovich, todo un veterano de las fuerzas aéreas estadounidenses. La prensa también lo sabe, e incidió en el tema buscando un gran titular. Pero lo que ofreció Pop fue una charla de diez minutos sobre racismo y desigualdad. Para hacernos una idea, el mánager de los Spurs estuvo con los periodistas un total de veintún minutos. La mitad los dedicó a este asunto. Aquí os dejamos algunos de los extractos más relevantes:

«Vivo en este país y tengo derecho a decir lo que pienso (…). Tenemos que hablar de las desigualdades las veces que haga falta, porque nos hacen sentir incómodos. Y tiene que existir esa sensación para que haya cambios. Estoy hablando tanto de homofobia y transfobia, como de machismo y racismo. La gente tiene que sentirse incómoda, y especialmente la gente blanca, porque vivimos demasiado cómodos.

Todavía no no sabemos qué significa ser blanco. Se supone que tienes una ventaja cultural y física excepcional. Nos lo han enseñado así durante cientos de años, y hay gente que no quiere ir más allá. Mientras haya personas que no quieran perder ese status quo, esa posición privilegiada, no vamos a parar. Hasta que esa gente se rinda, nada se va a arreglar.

En cuanto a lo de arrodillarse o sentarse como señal de protesta durante el himno nacional, sólo puedo hablarte de mi equipo, y aquí cada uno puede hacer lo que quiera. Cada uno es libre de actuar según le dicten sus sentimientos. Nosotros no vamos a recriminar nada a nadie. Somos conscientes de lo delicada que es la situación, así como quién es la fuente que provoca toda esta división.

Lo que más me preocupa es la gente que rodea al presidente, los que parecen perdonarle todo. Lo vimos estos días, con una multitud enfervorecida mientras él decía de despedir a unos o impedir trabajar a otros. ¿Dónde ha quedado la decencia? Entiendo que le votaran en el aspecto económico. Mucha gente tiene problemas, y buscaban un cambio, algo que pudiera ayudarles. Pero, ¿a qué precio?

Y cada vez ves más comentarios que te dejan perplejo. O ves lo que sucedió en Charlottesville, y más y más. Empieza a no sorprender. Vivimos en un país que piensa que tener armas durante un partido es rendir honores a la bandera. Somos la vergüenza del mundo.

Ahora bien, podemos seguir dándonos cabezazos contra la pared con su conducta, o podemos decidir que las instituciones y nuestro país son más importantes, que la América que todos queremos y en la que todos pensamos es más importante, y ponerse a trabajar desde las bases para cambiar la situación.»

Siempre que habla Gregg Popovich, los demás debemos callarnos y escuchar atentamente. Hoy más que nunca.