Dwight Howard pensó en retirarse tras la temporada 2014-2015

Tras un inicio de carrera fulgurante en el que se convirió en el jugador más joven  de la historia en promediar un doble-doble e incluso llegó a ser señalado por el gran público como el heredero en las zonas americanas de Shaquille O’neal y llegar a la final de la NBA que perdió contra los Ángeles Lakers, Dwight Howard fue empezando a perder peso como estrella paulatinamente. Fue tras abandonar los Orlando Magic y fichar, precisamente, con Los Angeles Lakers que formaron lo que de inmediato se conoció como Big Four (Kobe Bryant, Pau Gasol, Steve Nash y el propio Dwight Howard) cuando su estatus comenzó a decaer.

La horrible temporada, a tenor de las expectativas, de los angelinos a nivel colectivo y su mala relación con la gran estrella del equipo, Kobe Bryant, provocó que Dwight Howard no renovara su contrato y firmara por los Houston Rockets de James Harden. Las primeras críticas empezaban a resonar, se decía que no era lo bastante serio, que no se centraba lo suficiente, que estaba sobrevalorado…

Así pues, el gigante de Atlanta se tomó muy en serio la nueva temporada, pero no todo salió según lo planeado. Las lesiones le afectaron, sólo pudo jugar 41 partidos y su adaptación al equipo no fue plena. Mientras, las críticas eran cada vez más intensas y le afectaron hasta el punto de pensar en dejar el baloncesto sin siquiera haber cumplido los treinta años. Según sus propias palabras: «la alegría había sido absorbida«.

De esta manera, consideró que debía cambiar su vida y por ello contactó con el pastor Calvin Simmons el cual ya había ayudado previamente a otros deportistas profesionales. «Dwight Howard había pasado de ser querido en la NBA a ser la oveja negra» dijo el hombre religioso, que también añadió: «se dio cuenta de que había hecho cosas mal y debía cambiar«.

Finalmente, Dwight Howard no se retiró, jugó una temporada más en los Houston Rockets para después pasar a los Atlanta Hawks de su ciudad natal y en este mismo mercado estival ha sido traspasado a los Charlotte Hornets, donde se ha reencontrado con Steve Clifford, que ya le entrenó como asistente en los Orlando Magic, donde tuvo sus mejores años, y luchará por entrar en postemporada y, quien sabe, quizá dar alguna sorpresa. Para ello necesitará volver a su mejor nivel. Y «Superman» está dispuesto.