Andrew Wiggins, muy cerca del contrato máximo

70 y 72,6. Pueden parecen dos datos aleatorios pero no lo son. Es el resultado que obtenemos al sumar la edad y los puntos anotados el pasado curso por el trío de ases de moda en Minnesota. Juventud y calidad. Andrew Wiggins, Karl-Anthony Towns y Jimmy Butler forman un núcleo de jugadores del que ningún propietario querría desprenderse, y Glen Taylor no va a ser menos. Es por ello que el propietario del equipo pretende acometer la renovación del primer cachorro en llegar a la manada. Ha llegado el momento de extender el contrato de «El Mesías», para lo que Taylor solo pone una condición.

«Creo que es importante. No sé que más hacer aparte de mirarle cara a cara y creer lo que dice«, dijo Taylor. «Parece una muy buena persona. Parece tener la capacidad para ello. Lo único que podría pararlo es no trabajar lo suficientemente duro para alcanzar el objetivo. Esto es lo que le pedimos en términos de compromiso«.

Como bien contó el pasado lunes a The Associated Press, lo único que pide al ex Jayhawk, antes de ofrecer la extensión de 148 millones de dólares en 5 años, es trabajar para ser mejor jugador de lo que es ahora.

«En lo que a mí respecta, haciendo esta oferta, estoy especulando con su futura contribución al equipo. Tenemos que mejorar. No se le puede pagar por lo que hace hoy solamente. Tiene que mejorar»

Trabajo y compromiso

Por todos es conocido la tremenda capacidad anotadora del canadiense, así como el potencial defensivo que podría desarrollar debido a sus excelsas capacidades físicas. Sin embargo, en la frase anterior encontramos la clave, podría. Este margen de mejora ya ha sido resaltado por Thibodeau previamente y en ello hace hincapié Glen Taylor en sus declaraciones.

Además encontramos un culpable detrás de esa insistencia por el compromiso futuro con la franquicia. El responsable no es otro que Kyrie Irving y su sorpresiva petición de traspaso. Es totalmente comprensible que Taylor quiera asegurarse que la inversión de casi 150 millones de dólares es una apuesta segura. Nadie, por muy billonario que sea, quiere desembolsar tal cantidad sin tener la certeza de conseguir un gran rédito deportivo. A fin de cuentas, no se llega a ser dueño de los Minnesota Timberwolves de la NBA, las Minnesota Lynx de la WNBA y del Star Tribune, el mayor periódico del estado de Minnesota, haciendo inversiones a ciegas.