Kyle Kuzma, el jugador sin posición

La NBA, como todo en la vida, es constante evolución. El darwinismo pasa por delante de todo ser vivo, y ya no vale con ser el macho dominante para salvarse de la supervivencia de los más fuertes. Quien no esté dispuesto a cambiar, que se aparte. Y eso en la NBA se traduce por ser lo más polivalente posible, olvidar la posición e intercambiarla por un gran abanico de habilidades. Ser muy bueno ya no es suficiente, porque todos lo son. Los detalles y disminuir el umbral del fallo es vital para no quedarse fuera.

En el Draft de 2017, los Brooklyn Nets (condicionados por el envío de esta elección a los Lakers) eligieron en el número 27 a Kyle Kuzma, un chico procedente de la Universidad de Utah de 21 años que en muchas previsiones no entraba en primera ronda. Y llegó a Los Angeles de puntillas, ya que su elección fue resultado del traspaso por D´Angelo Russell, con el que muchos aficionados no estaban contentos. Y de este modo llegó a la Summer League, con muy pocas expectativas y mucho que demostrar. Y desde luego que lo ha hecho, promediando 22 puntos, 6.4 rebotes y 2.7 asistencias por partido, para un 51% en tiros de campo. Además, ha sido elegido MVP de la final, con un partido enormérrimo con 30 puntos y seis triples que sellaron el título para los de oro y púrpura. Elegido en el segundo quinteto del torneo, ha estado por encima de muchos nombres en teoría más notables que el suyo. Y ha maravillado a todos los aficionados de los Lakers, que ven en él un jugador de diferentes características a lo que hay en la plantilla.

Magic Johnson y Rob Pelinka justificaron su elección alegando que era «lo que necesitaban». Un jugador que abarque muchas facetas del juego y capaz de atacar y defender a todo tipo de contrarios. Sus compañeros también le alaban, diciendo que es un jugador que siempre está en movimiento, corriendo y jugando duro, un (en teoría) ala-pívot que es más rápido que muchos en su posición y que además sabe tirar, como ha demostrado en la liga de verano. Él mismo se motiva y se define así:

Tengo una confianza enorme en mí mismo. Siento que soy el mejor jugador cada vez que piso la pista. Tengo una espina clavada y cuando estoy entre las líneas trato de atacar y ser yo mismo. Me dio resultado.

En la Universidad, los periodistas y entendidos del baloncesto estadounidense hacían de su fortaleza un defecto, ya que consideraban que al no tener un puesto definido en el campo, iba a estar perdido y no iba a ser capaz de liderar a su equipo en términos ofensivos. Eso, y la duda por su tiro exterior (que en Utah era un 32% en triples), hicieron que muchos no le tuvieran en cuenta para salir en primera ronda y quedar relegado a la segunda ronda. Kuzma quiere demostrar que están equivocados, ya que si mejora, puede aportar muchas ventajas para el juego de los Lakers.

VERSATILIDAD

Es lo que más se destaca en él. Mide 2.06 metros y juega como un escolta. Esto le hace muy impredecible en las jugadas de ataque, ya que puede usar el poste alto, recibir o poner bloqueos directos o indirectos, cortar hacia el aro muy rápido y salir al contraataque de forma muy veloz. Generalmente, por identificarle en algún sitio, jugaría de cuatro abierto, pero sin embargo, puede ocupar la de los aleros también. Además, ha hecho muy buenas migas en términos de baloncesto con sus compañeros, ya que les ofrece abrir el campo, y eso para un jugador como Lonzo Ball puede ser crucial, con el que por cierto, ha tenido una conexión especial durante la Summer League, ya que el de UCLA ha abastecido a Kuzma en muchísimos de sus pases a canasta.

Ataca muy bien el aro, con contundencia acabando en mate y es frecuente que reciba faltas para el 2+1. Pasando el bloqueo es capaz de realizar la triple amenaza, ya que puede tirar de tres puntos, amagar y tirar de media distancia o hacer una penetración hacia la canasta. En contraataque ha conseguido muchos de sus puntos anticipándose a los rivales.

Esta polivalencia no solo hace referencia al ataque, sino que en defensa es capaz de defender casi a cualquier jugador del equipo rival y ya lo hemos visto este verano. Tiene piernas para aguantar el ritmo de defensa, y en los cambios de bloqueos evita que se produzcan grandes desajustes ya que es capaz de parar al atacante por el que se ha cambiado. Incluso, si mejora la anticipación, puede hacer muchos robos, ya que es más rápido que sus ala pívots atacantes. Tampoco es mal reboteador, cierra bien a su par y tiene salto suficiente como para hacerse con el balón, y dada su visión de juego y técnica, puede iniciar la jugada o dar el pase correcto en cada momento.

TIRO EXTERIOR

Pasó tres años en la Universidad, y había quien le llamaba tirador no metedor. Sus promedios en la temporada 2016/17 fueron 16.3 puntos con un 55% en tiros de 2 y un 32% en tiros de tres puntos. Para un 4 abierto no es mal porcentaje, pero tampoco es para tirar cohetes. Sin embargo, en la Summer League, Kyle Kuzma ha mostrado que es capaz de mejorar esos porcentajes. Ha enchufado desde todas las posiciones de la línea exterior y de todos los modos posibles, tras salida de bloqueo, tras corte, tiros provocados por él mismo, incluso de nueve metros sobre la bocina.

Puede haber contribuido que Ball estuviera en cancha muchos minutos con él, pero ha demostrado que sin él también es capaz de hacer grandes números como en la final ante los Blazers. Si mantiene esa confianza en sí mismo, puede hacer mucho daño en el juego exterior de los Angeles Lakers.

Si alguien duda de este chico, que no le sorprenda que acabe quitándole muchos minutos a posibles competidores suyos en la plantilla, como Julius Randle, Larry Nance Jr. o Luol Deng. Además, puede hacer de complemento para Brandon Ingram como gran suplente suyo. Aún le queda un largo camino, pero desde luego, ha mostrado que, tras tres temporadas en Utah, este puede ser su año de eclosión como profesional en la NBA. Esperemos que derribe el muro del salvaje oeste y sea él quien deba ser temido en su jungla.