Mercado NBA: Más talento para Portland Trail Blazers

Portland apostará por la continuidad y el talento joven

Zach Collins y Caleb Swanigan. NBA (Vía Portland Trail Blazers oficial twitter)

Los Portland Trail Blazers terminaron la temporada NBA pasada dejando un sabor agridulce a sus aficionados. La adquisición de Jusuf Nurkic sobre la bocina del mercado de traspasos se convirtió en un claro acierto cuando el bosnio cambió la cara al equipo. Portland pasó de jugar como un equipo irremediablemente inconsistente a rendir como un grupo unido capaz de plantar cara a cualquier rival. Desgraciadamente, Nurkic cayó lesionado cuando la temporada ya daba a su fin, y en la primera ronda de playoffs los Warriors se encontraron con unos Blazers demasiado vulnerables. Damian Lillard, CJ McCollum y Evan Turner nos dejaron actuaciones realmente meritorias, pero Golden State se llevó la serie a casa por un cómodo 4 a 0.

A partir del próximo mes de octubre, los Portland Trail Blazers buscarán llegar más lejos. Según Damian Lillard, líder indiscutible de los Blazers sobre la pista, el objetivo debería ser llegar lejos en los playoffs. ¿Y qué es «lejos» para Lillard? Ni más ni menos que las Finales.

Quizá Lillard se haya mostrado excesivamente optimista al exigir tanto, pero sus declaraciones iban más dirigidas hacia la directiva de los Trail Blazers, con la intención de que esta consiguiese un traspaso que permita a los Blazers competir de inmediato. CJ McCollum ya trató de reclutar Paul George, pero los Thunder se adelantaron. Ahora, con los Knicks pensando al fin en una inevitable reconstrucción, es el nombre de Carmelo Anthony el que tienta a las franquicias ansiosas por mejorar su plantilla. Sin embargo, las tentativas de Lillard y McCollum han estado acompañadas por diversas informaciones que apuntan a que Carmelo no estaría interesado en anular su cláusula antitraspaso para terminar en Oregón.

Continuidad y juventud

El verano pasado, Neil Olshey decidió que era hora de arriesgar en la agencia libre. Tanto las renovaciones de Allen Crabbe y Meyers Leonard como la contratación de Evan Turner se convirtieron en movimientos muy ambiciosos atendiendo a lo cuantioso de los sueldos, por lo que las críticas y la desaprobación popular suponían una constante cada vez que las cosas se complicaban.

Este verano, la resaca contractual ha imposibilitado a los Blazers mejorar su roster. No hay margen salarial para un solo agente libre de categoría, y más allá de los intocables, Lillard y McCollum, Olshey apenas podría ofrecer activos interesantes en un hipotético traspaso por una estrella. Como consecuencia –salvo traspaso, pues en ese caso todo cambiaría–, las esperanzas de los Blazers en la NBA están ahora depositadas en un grupo de jugadores ya conocido.

Evan Turner, de 28 años de edad, es el jugador más veterano. La plantilla está cargada de juventud: Jusuf Nurkic, Noah Vonleh, Moe Harkless, Meyers Leonard, Jake Layman, Pat Connaughton, los recién drafteados Zach Collins y Caleb Swanigan… Nurkic y Vonleh formaron la pareja interior más convincente la temporada pasada; Moe Harkless se ha ganado un puesto fijo en la rotación a base de regularidad, trabajo y una mentalidad impropia de un jugador de 24 años.

Zach Collins

Teniendo en cuenta que los Blazers traspasaron dos buenas elecciones de draft para adquirir el pick 10 y así seleccionar a Collins, cabe esperar que se convierta en un jugador importante en la rotación interior de Stotts. A sus 19 años, todavía le quedan muchos aspectos por pulir para poder aportar de verdad a nivel NBA. Lo primero de todo, su físico, pues con 2,13 metros de altura pesa solo 104 kilos. La falta de músculo hará que lo pase mal al principio, pues se enfrentará a interiores más rápidos, más técnicos y más fuertes que él.

Collins jugó con Gonzaga durante su primer y único año de baloncesto universitario. Terminó promediando 10 puntos, 5,9 rebotes y 1,8 tapones en 17,3 minutos por partido. Lo logró además con muy buenos porcentajes: 65,2 % en tiros de campo, 47,6 % en triples y 74,3 % en tiros libres.

Las actuaciones de Collins en la Summer League de Las Vegas podrían llevarnos a sacar conclusiones muy precipitadas, pues se lesionó en la primera mitad del tercer partido. Aun así, hay que decir que su rendimiento no estuvo a la altura de las expectativas: 6,3 puntos, 5,7 rebotes 0,7 asistencias y 2 tapones en 23,3 minutos por partido, con un 26,1 % en tiros de campo, 16,7 % en triples y 60 % en tiros libres. Los entrenadores declararon estar contentos con la defensa de Collins, pero el propio jugador se mostró decepcionado por su juego.

Caleb Swanigan

Los Trail Blazers seleccionaron a Swanigan con el 26º pick del pasado draft de la NBA. Biggie, de 20 años, mide 2,06 metros y pesa 112 kilos. Se trata de un jugador lento, poco atlético y poco explosivo comparado con el prototipo 4 moderno. Es un gran reboteador, buen pasador y pelea todos y cada uno de los balones sueltos. Antes de presentarse al draft, jugó dos temporadas en la universidad de Purdue. Además de batir varios récords históricos, en su segundo curso allí promedió 18,5 puntos, 12,5 rebotes y 3 asistencias por partido con muy buenos porcentajes.

Caleb Swanigan lideró a los Trail Blazers hasta la final de la Summer League de Las Vegas. Gracias a sus 16,1 puntos y 10,6 rebotes por partido, se convirtió en el cuarto jugador en promediar doble-doble en toda la historia de la competición estival. Biggie se mostró muy regular y maduro, por lo que parece que podría aportar desde el minuto 1 si Terry Stotts decide darle minutos.


Las elecciones de Collins y Swanigan dejan claras las intenciones de la directiva y el cuerpo técnico: reforzar una rotación interior que la temporada pasada se mostró excesivamente endeble. Lillard, McCollum y Nurkic serán los encargados de tirar del carro. Turner, Aminu y Harkless tendrán que hacer el trabajo sucio y demostrar versatilidad para adaptarse a las necesidades del equipo en cada partido. Noah Vonleh, Zach Collins y Caleb Swanigan pelearán por ganarse minutos en la pintura junto a Jusuf Nurkic. Meyers Leonard tendrá que trabajar para meterse en la rotación y demostrar que su renovación no fue una broma de mal gusto.

Si cada pieza rinde a buen nivel, los Blazers entrarán playoffs de la NBA la próxima temporada. Si además todas las piezas se complementan para realizar un mejor trabajo conjunto –algo que con demasiada frecuencia escaseó el año pasado–, podremos ver a Portland dando guerra en postemporada y hasta suponiendo una alternativa a los 3 o 4 mejores equipos de la Conferencia Oeste. Las Finales que Lillard pide se encuentran aún demasiado lejos, pero la juventud y el tiempo están de parte de los de Terry Stotts. A estas alturas, la mejor noticia para los Blazers sería encontrar el camino del éxito futuro.