La década de los bases

Paul, Curry, Harden, Westbrook, Wall, Lillard, Irving, Thomas…

Damian Lillard y Russell Westbrook son dos de los grandes bases que destacan en la NBA actual. Fuente: James Schumacher (CC)

Con las Finales por empezar, donde Curry e Irving tendrán el privilegio de disputarse de nuevo el anillo de campeón, y un Draft repleto de bases a la vuelta de la esquina, donde los dos primeros picks se prevén en esa posición; creemos que es buen momento para coger perspectiva de lo vivido en los 10 últimos años.

Probablemente hayas leído muchos artículos sobre bases porque están muy de moda ahora pero también porque ha sido desde siempre la posición que primero atrae al aficionado y que en última instancia enamora al experto.

Ese amigo que juega al fútbol o hace escalada pero algún día termina en una pachanga de baloncesto busca el rol de base por condiciones físicas y concepto. El baloncesto es un deporte de altos por lo que se siente identificado con el más pequeño, que aunque tiene una altura por encima de la media tampoco la supera de forma desproporcionada como el resto. Además es realista y asume que, dada su falta de fundamentos y práctica, le será más fácil pasar el balón que meterlo. Si a eso le sumas alguna frase motivadora tipo el base es el alma o el líder del equipo, es perfectamente normal que el chico se venga arriba y pida el balón para pegar cuatro botes desde el centro de la línea de 6,25 y luego devolverlo.

En el otro extremo de la balanza, el entendido tiene algo de intelectual que ve reflejado en la figura del base. El cerebro del equipo. Puede haber jugadores inteligentes en todas las posiciones pero en un base es una característica esencial. Precisamente por una aparente falta de ella el que se espera que ganará el MVP de esta temporada, Russell Westbrook, fue en su día muy criticado. De hecho todavía sigue siéndolo, si bien la mayoría se ha rendido a la evidencia de que sus monstruosos números en los distintos apartados del juego no pueden tener origen en «solo un físico». Entonces puedes alabar a Al Horford o Andrew Bogut pero sabes que no son lo habitual, y por ende la tónica es que te transmitan mucho más los «pequeños» que hacen a su equipo mejor. A la vieja o a la nueva usanza.

Y de eso queremos hablar en este texto, de cómo ha mutado el juego de los bases y de sus mayores exponentes.

Hace 10 años había una dinastía reinando la NBA: la de los San Antonio Spurs. Habían ganado 4 anillos en los 10 años inmediatamente anteriores (1999, 2003, 2005, 2007) y su base Tony Parker mantenía espectaculares duelos con los Bad Boys de Detroit que lideraba Chauncey Billups, los Suns del run-and-gun que comandaba Steve Nash y los New Jersey Nets de Jason Kidd. Ellos 4 eran las caras de la posición y cada uno tenía sus virtudes, considerablemente diferenciadas: Parker era conocido por sus penetraciones a canasta, Billups por su tiro de larga distancia, Nash por su magia en las asistencias y Kidd por su facilidad para el triple-doble. No hemos incluido a Allen Iverson porque, pese a tener cuerpo de base, jugó de escolta la mayoría de su carrera, y tampoco a Chris Paul, que ya irrumpía en escena, porque entendemos que su prime llegó en la siguiente década.

Hasta 2010 también tuvieron sus momentos Gilbert Arenas, Devin Harris, Mo Williams, Jameer Nelson, Rajon Rondo y Deron Williams. Fueron fogonazos, muchos premiados con una participación en el All-Star, pero sin la regularidad del selecto grupo anterior.

A día de hoy tenemos, al menos, el doble de referentes. El propio Chris Paul, Stephen Curry, James Harden, Russell Westbrook, John Wall, Damian Lillard, Kyrie Irving e Isaiah Thomas tras sus bestiales Playoffs. Además, los topes nos dicen que los nuevos son mejores.

El mejor penetrador promedió un 55,2% en lanzamientos cerca de canasta en su mejor temporada y Harden (57,9) y Curry (56,6) han superado ese acierto. El mejor tirador de 3 promedió un 44,1% en su mejor temporada y Curry ha superado ese registro en 5 temporadas. El mejor pasador promedió 11,6 asistencias en su mejor año y Paul empató esa cantidad. El mejor reboteador promedió 8,2 rebotes en su mejor año y éste Westbrook le ha superado (10,7) y Harden se ha quedado muy cerca (8,1).

Leyendo algunas de las anteriores estadísticas a la inversa: ninguno de los 8 referentes de la última década ha tirado desde dentro de la línea de 6,25 en alguna temporada con menos de un 42,5% de acierto mientras que 3 de los 4 referentes de la pasada se han llegado a mover por debajo del 40%. Solo Harden en 3 temporadas, en las que por cierto jugaba de escolta, ha promediado menos de 4 asistencias, mientras que 3 de los otros 4 no han llegado a dicha cifra.

Mas sin duda el cambio más notorio se ha dado en el apartado de la anotación. La mejor temporada de los antiguos bases la tuvo Parker con 22 puntos por partido. Todos los nuevos han tenido al menos una temporada por encima. La mejor media antigua también la tiene Parker con 16,2 y también todos los nuevos la superan.

Tener un buen base es ahora mucho más importante porque hay que neutralizar el impacto del base rival, que probablemente sea una estrella. Con una buena defensa (raro), con una anotación similar (mucho más común) o con un poco de ambas (también hay casos). Por otro lado, lo increíble de todo esto es que, a parte de ese olimpo de 8, hay unos cuantos bases más y no se quedan muy atrás.

Los últimos en sumarse al carro All-Star han sido Kyle Lowry y Kemba Walker. En una segunda línea no premiada con dicha invitación pero a un nivel muy alto encontramos a Mike Conley, Eric Bledsoe y George Hill hasta su lesión. Otros con roles importantes en sus equipos son Goran Dragic, Dennis Schröder y Jeremy Lin. Jrue Holiday y Jeff Teague también han participado en algún partido de las estrellas y no podemos olvidar a Derrick Rose, que es una sombra de lo que fue pero no deja ser un jugador importante. Como suplentes de lujo: Patty Mills, Corey Joseph y, algunas veces, Patrick Beverley. De los últimos llegados; Elfrid Payton, Marcus Smart, D’Angelo Russell y Yogi Ferrell prometen. ¿Y el futuro? En manos de Markelle Fultz, Lonzo Ball, Dennis Smith, De’Aaron Fox y Frank Ntilikina. Todos ellos top 10 prospects del Draft de 2017.