Las opciones en el Draft de los Timberwolves

Como cada año desde 2005, a los fans de Minnesota Timberwolves nos toca ver los toros desde la barrera una vez acabada la temporada regular. Mientras varios equipos se juegan las opciones para conseguir el anillo, nosotros nos tenemos que conformar con nuestros «playoffs» particulares: la lotería del Draft y el propio Draft de la NBA. Hasta que comienza la agencia libre esos son nuestros dos únicos objetivos cada año por estas fechas, aunque esperemos que no por mucho tiempo más. El primero de ellos ha ocurrido hace no mucho con la lotería. Se llegó a esa noche con un potencial pick 6, pero se acabó bajando un puesto para terminar eligiendo en el número 7 el próximo 22 de junio. Y en eso nos vamos a centrar ahora, en comparar las dos principales opciones que tienen los Wolves en este Draft: o bien traspasar el pick, o bien hacerlo efectivo.

Traspasar el pick

Quizás sea la opción más sensata a estas alturas de la reconstrucción. El núcleo duro del equipo ya está formado por jóvenes como LaVine, Towns y Wiggins, a los que hay que sumar jugadores del banquillo como Dunn o Tyus Jones. Añadir una nueva pieza joven al equipo continuaría rejuveneciendo la plantilla, dotándola de su correspondiente inexperiencia que hay que eliminar desarrollando a dicho jugador, creando así un bucle de reconstrucción eterno, eligiendo año tras año a uno o más rookies, sin fichar veteranos que los ayuden. Además de que, llegado el momento, a esos jóvenes habría que renovarlos, y seguramente no saldría nada barato.

Así que, decididos a traspasar esta elección, la duda está en qué jugador obtener a cambio. Las características que más necesitan ahora mismo los Timberwolves son defensa y tiro de 3. Si eso se puede conseguir en un solo jugador, mejor. Si además es un veterano que puede aportar experiencia, lo tiene todo para ser el elegido. 

En la redacción pensamos que ese jugador clave podría ser Wilson Chandler, un hombre que no está muy contento con su papel en los Nuggets y que ha realizado buenos números esta temporada, promediando 15.7 puntos y 6.5 rebotes. Sería una buena pieza para el banquillo de Minnesota, teniendo en cuenta que ese sería otro de los aspectos a mejorar por el equipo de las Twin Cities, lacrado por su segunda unidad pese al buen hacer del quinteto titular. Otros nombres que podrían sonar también son los de jugadores que ya estuvieron a las órdenes de Thibs en los Bulls, como el sempiterno rumor de Jimmy Butler saliendo de Chicago, aunque en este caso haría falta algo más que incluir el pick en la operación.

Mantener el pick

Si en Minny deciden quedarse con esta opción, volverían a añadir otro año más una pieza joven a la plantilla, alimentando aún más esa frase acuñada a la franquicia en los últimos tiempos de «joven y con talento», pero que llegada la hora de la verdad, termina sin llegar a la postemporada fruto de la inexperiencia.

A favor de tomar esta decisión está el hecho de que la camada de este año es una de las más prometedoras en los últimos años, con buenos jugadores que, a pesar de pasar tan solo un año en la universidad (la mayoría de los puestos de primera ronda serán para jugadores de este tipo) pueden llegarse a convertir en futuras estrellas en no mucho tiempo.

En la mayoría de mocks, los favoritos para recalar en Minnesota a través de ese número 7 son Malik Monk y Jonathan Isaac (algunos también mencionan a Lauri Markkanen).

Monk es un escolta salido de Kentucky, como Towns, que ha promediado 19.8 puntos esta temporada. Es un anotador puro, con buenos porcentajes sobre todo en el triple, rozando el 40%. Su defensa es muy mejorable, sobre todo debido a que tiene un buen físico y, sabiendo que estaría a las órdenes de Thibs, nadie mejor que él para hacerle mejorar en ese aspecto. El problema es que si es el elegido, uno de los exteriores entre Ricky, LaVine, Tyus o Dunn seguramente tendría que salir.

Isaac es un alero de la Universidad de Florida State. Cuadraría más en las necesidades de la plantilla que Monk, ya que si Muhammad termina yéndose, puede ser su sustituto en el banquillo en la posición de «3», aunque por su altura puede jugar también de «4». Esta temporada ha promediado 12 puntos y 7.8 rebotes por partido. Reúne las dos características necesarias para el equipo, tanto tiro exterior como defensa. Y es que ha promediado un 35% en triples esta temporada, además de 1.2 robos y 1.5 tapones. Con el tiempo necesario puede convertirse en una gran estrella, ya que tiene las cualidades necesarias para ser dominante en ambos lados de la cancha, sobre todo en la parte defensiva, pudiendo defender a exteriores por su rapidez y agilidad y a hombre grandes por su altura y envergadura.

Ahora las cartas están sobre la mesa y es el turno de Thibodeau de decidir qué hacer en la noche del Draft. Personalmente elegiría la opción de escoger a un buen veterano que pueda salir del banquillo y aportar desde el primer momento. Ese jugador es sabido que puede rendir, mientras que un joven salido del Draft, a pesar de todo lo bueno que se pueda decir de él, es cuanto menos una incógnita hasta que salta a la cancha el primer partido de temporada regular. También se lleva diciendo en varios de los últimos Drafts que la camada de dicho año es de las mejores de los últimos tiempos y, a la hora de la verdad, terminan dejando mucho que desear. Así que mejor apostar por un valor seguro y no arriesgarse con una elección, por muy alta que sea.