El draft de Divac, parte IV: Malachi Richardson

Es una de las apuestas personales de Vlade Divac

Malachi Richardson llegó a los Kings en el traspaso de Marco Belinelli a los Hornets. Daniel Prieto(SB)

Malachi Richardson es uno de esos prospectos que llegan a la universidad con la etiqueta de ‘segunda ronda’, un lastre que el escolta de Syracuse se encargó de soltar al poco tiempo de aterrizar en la NCAA, para después presentar su candidatura a los puestos cercanos a la lotería gracias a su gran March Madness.

El escolta formado en la Trenton Catholic Academy ya mostraba sus buenas cualidades ofensivas en el instituto anotando 1.245 puntos durante su paso por Trenton, algo que le sirvió para participar en el McDonald’s All-American Game y una plaza en el equipo de los Syracuse Orange de la Division I de la NCAA.

Malachi Richardson aterrizaría así en una universidad cuyo nombre viene acompañado de la palabra NBA, con 20 chavales seleccionados desde principios de siglo, 12 de ellos en primera ronda; entre los que destacan nombres importantes en la liga como Carmelo Anthony o Dion Waiters.

El joven shooting guard pasaría una temporada en Syracuse antes de ser seleccionado en la posición 22 de la primera ronda del draft del 2016 por los Sacramento Kings, un pick conseguido gracias al traspaso de Marco Belinelli a los Charlotte Hornets.

Malachi Richardson sólo disputaría un curso con los Orange, pero eso no fue un impedimento para que escribiese su nombre en la historia de la universidad gracias a su buen año freshman. Richardson anotaría 79 triples y 496 puntos, convirtiéndose en el tercer y quinto mejor novato de la historia de la universidad en cada estadística. Además de ser seleccionado para el mejor quinteto freshman de la conferencia, tras promediar 13.4 puntos, 4.3 rebotes y 1.2 robos por partido, a los que añadió un 35% de acierto desde el arco.

Llegada al equipo y ligas de verano

Malachi Richardson tendría que esperar hasta principios de julio para unirse a Georgios Papagiannis, Skal Labissière e Isaiah Cousins, formando el grueso del núcleo joven que Vlade Divac, GM de los californianos, esperaba construir en Sacramento.

«Llevaba muchas semanas esperando que ésto pasara«, dijo Malachi Richardson. «Estoy muy emocionado con lo que pasa. Intentaré ser un jugador total, moviendo la bola, empleando el tiro de media distancia, practicando los triples. Solamente compitiendo y tratando de ser el mejor jugador que pueda«, concluyó el joven escolta.

La primera parada del escolta fue la Summer League de Las Vegas, competición en la que Malachi se pudo encontrar con sus compañeros de promoción y Willie Cauley-Stein, primera elección de Divac en un draft. El rendimiento general del equipo fue peor de lo esperado, pero individualmente Richardson cuajó unas Ligas de Verano bastante correctas, firmando 8.8 puntos y 3.8 rebotes en 23 minutos, destacando los 20 puntos y 7 rebotes del escolta frente a los Houston Rockets.

Pocas oportunidades e incursión en la D-League

Dave Joerger no se caracteriza por ser un jugador que confíe en los rookies de entrada, obligándoles a bajar al barro y ganarse los pocos minutos que el de Minnesota les pueda conceder. Una forma de actuar que se pudo apreciar en los escasos minutos que tuvo el escolta en la pretemporada del equipo, promediando unos escasos 14 minutos durante los 4 partidos en los que Richardson saltó a la pista.

En noviembre, Malachi, junto con sus compañeros de draft, sería asignado a los Reno Bighorns, equipo afiliado de los King en la D-League para que fuese pillando ritmo y físico con la finalidad de que pudiese dar el salto al primer equipo en la parte final de la temporada.

El escolta debutaría con los Bighorns frente a los Rio Grande Vipers, firmando un 22-7 con un 50% de acierto en triples. Un rendimiento que mejoraría durante los 6 partidos que disputó ese mes con la franquicia de Nevada, alcanzando los 24 puntos de media, a los que sumó 5 rebotes y poco más de un robo por partido. En su estadía durante el mes de noviembre en los Bighorns Malachi Richardson se convirtió en el máximo anotador del equipo y en el tirador más fiable, convirtiendo 2.3 triples de los 5.2 que intentaría por noche, lo que supone un muy resaltable 45% de acierto desde la larga distancia.

Su buen hacer en la D-League hizo que Joerger decidiese traerlo de vuelta para que el rookie probase su valía en la NBA. El novato volvería a los Kings 2 semanas después de su debut en la liga frente a los Phoenix Suns. Esta vez, el shooting guard estaría en cancha durante 6 minutos durante el enfrentamiento contra los Milwaukee Bucks, siendo ésta la única participación de Malachi durante todo el mes a pesar de ser convocado en varias ocasiones.

En diciembre, Richardson volvería a ser asignado a los Bighorns a la espera de una nueva oportunidad, la cual llegaría frente a los Houston Rockets en la derrota de los californianos. Malachi disputaría 12 minutos, en los que anotaría 7 puntos, atraparía 3 rebotes, daría 2 pases de canasta y robaría 1 balón, convirtiéndose en su actuación más completa hasta la fecha. A pesar de eso, su completo partido no sería suficiente para convencer a un Joerger que únicamente le daría minutos en 2 noches más durante el mes de diciembre.

Asentándose en la rotación

Llegaba enero, y con él la gran oportunidad de Malachi Richardson. Los Kings necesitaban tiro exterior y más potencial anotador en la segundad unidad, por lo que Dave Joerger decidió darle la oportunidad a un Malachi que en los 11 partidos que había disputado en la D-League promediara 21 puntos y un 46% de acierto desde la línea de 3.

El escolta volvería al equipo para jugar contra los Memphis Grizzlies y desde ese día no necesitaría volver a coger un vuelo camino de Reno. Richardson gozaría de minutos en los 7 siguientes partidos del mes, siendo el primer rookie en lograr una plaza en la rotación. Durante esa racha de apariciones, el novato firmaría la que hasta hoy es su mejor anotación en la liga, con 12 puntos frente a unos Cleveland Cavaliers que perderían el partido en la prórroga ante unos Kings que también derrotarían a los Golden State Warriors la posterior semana.

Lesión y final de temporada

El momento dulce de Malachi Richardson se mantendría durante el mes de febrero, gracias a las ganas y al esfuerzo que el rookie pondría en cada minuto de acción que granjeaba. Joerger le sonreía y el escolta recibía los frutos en forma de oportunidades y minutos hasta que, por capricho del destino, Richardson sufriría una lesión que lo alejaría de las pistas lo que restaba de temporada. Curiosamente ésto ocurriría en el partido en el que el novato registraría un nuevo récord de minutos jugados, con 27 minutos en pista, a los que añadiría 10 puntos y 7 rebotes.

En un principio, Richardson tenía previsto estar entre 4 y 6 semanas de baja, pero con la llegada del All-Star y el traspaso de DeMarcus Cousins, estrella del equipo, tanto Joerger como su cuerpo técnico decidirían que era mejor no arriesgar el físico del rookie y esperar a la Summer League para concederle minutos.

De esta forma el escolta finalizaría de forma prematura una temporada en la que, en base a los acontecimientos, habría terminado con una importante cantidad de minutos a sus espaldas.

Como tarea pendiente de cara a la temporada que viene, el rookie tendrá que mejorar su físico para poder disputar más minutos de alero, algo que no debería ser complicado gracias a sus 2 metros de altura, una envergadura de 213 centímetros y gozar de una gran explosividad de cara al aro. Además de tener que sobreponerse a la competencia de un Buddy Hield que llegó pisando fuerte a Sacramento y de Bogdan Bogdanović, flamante ganador de la euroliga este año.

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