Análisis de temporada 2016-17: Chicago Bulls

con playoffs, pero sin rumbo

fred hoiberg
GoIowaState.com (CC)

Tensión, irregularidad y tierra de nadie

La temporada de Chicago Bulls comenzó con la formación de «The Three Alphas», un trío compuesto por Rajon Rondo, Dwyane Wade y Jimmy Butler que buscaba atraer las miradas del resto de la liga ante la unión de jugadores que marcaron una época hace no mucho. El objetivo fue logrado, pues la franquicia de Illinois atrajo muchas de las habladurías de toda la temporada, sin embargo, no fue exactamente por el éxito deportivo. Además, hay que tener en cuenta que antes de firmar a Rondo y Wade, el GM de la franquicia, Gar Forman, mencionó las palabras «más jóvenes y atléticos» para la construcción del roster que debía defender la equipación de Chicago durante la temporada 2016-17, nuevamente creando un claro conflicto con las decisiones tomadas por la directiva. Antes de iniciarse la temporada ya se era consciente (por lo menos fuera de la franquicia, parece ser) de que el conjunto de Fred Hoiberg podía afrontar dos graves problemas: Falta de espaciado en pista y choque entre individuales de fuerte carácter, y efectivamente, ambas cosas acabaron ocurriendo. Como extra, además, acabaría saliendo a la luz la falta de experiencia y minutos de nivel del banquillo, el cual rendiría tétricamente en ciertos tramos de la temporada.

Si recordamos vagamente el inicio de temporada, aunque a día de hoy parezca mentira, los de Illinois arrancaron de una forma increíblemente fuerte, con unos números ofensivos dignos de los mejors conjuntos, y con jugadores como Dwyane Wade anotando con magníficos porcentajes desde la línea de tres puntos, un fenómeno que estaba destinado a ir desvaneciéndose poco a poco, y así fue. Tras alrededor tres meses de competición, la temporada comenzaba a ir cuesta abajo y un equipo que llegó a estar entre los cuatro primeros de conferencia durante el comienzo del año, se veía poco a poco perdiendo enteros respecto a sus rivales, lo que acabó por provocar la ya tan recordada división de vestuario en la que Dwyane Wade y Jimmy Butler se encerraron en un particular «yo contra el mundo» tras una dura derrota ante Atlanta Hawks y una terrible actuación de sus compañeros (la cual venía siendo la dinámica de la temporada ya en ese momento).

Tras ese momento, todo el mundo esperaba que el equipo cayera en picado hasta final de temporada, y lógicamente volvieron a surgir con fuerza los rumores en torno a la posibilidad de un traspaso de Jimmy Butler durante la fecha límite de traspasos, algo que finalmente no acabaría ocurriendo. En este punto también hay que recordar que Rajon Rondo fue eliminado de su posición de base titular e incluso apartado de la rotación durante múltiples partidos para, acorde con las palabras de un miembro del cuerpo técnico «salvarle de sí mismo». Desde luego hasta ese momento la temporada de Rondo había resultado bastante decepcionante, aunque más allá de Taj Gibson, Jimmy Butler, Robin Lopez y Dwyane Wade por momentos, el resto de miembros del equipo tuvo una primera mitad de temporada bastante «discreta». Mencionando a Taj Gibson, otro evento destacable del momento fue el de su traspaso, junto a Doug McDermott como piezas principales del mismo, por Cameron Payne, el base de Oklahoma City Thunder y según el cual, acorde con las palabras de la directiva, habían estado persiguiendo durante mucho tiempo; curioso si tenemos en cuenta que hasta final de temporada e incluidos los Playoffs, apenas vio minutos en cancha. De hecho, Joffrey Lauvergne y Anthony Morrow, los otros dos jugadores que completaron el traspaso, contaron con el mismo o mayor protagonismo que Payne en las rotaciones de Hoiberg.

Iniciado el último tramo de temporada tras un All-Star al cual acudió Jimmy Butler como titular en reconocimiento a la gran temporada invididual que estaba teniendo, la sorpresa volvía a llegar a Chicago: Rajon Rondo recuperaba su puesto en el quinteto titular, y lo hacía a un nivel que sólo habíamos visto durante los primeros encuentros del año, y que tanto recordaba a aquel jugador que maravilló durante su etapa en Boston. En este crucial período aparecería otro hombre que había estado en la sombra durante todo el año y que tantas críticas (bien merecidas) había recibido: el nacionalizado español Nikola Mirotic. Así pues, a pesar de la ausencia de Taj Gibson en un quinteto en el que se podía argumentar había sido el segundo mejor jugador del mismo hasta su salida, los Bulls vieron como Mirotic y Rondo echaban esa tan necesaria ayuda a Jimmy Butler para asegurar el que parecía haber sido el objetivo desde principios de temporada: los Playoffs.

Iniciada la postemporada, los Chicago Bulls volvían a sorprender en un año en el que la irregularidad había sido su marca principal, y se situaban con un 2-0 ante Boston Celtics, arrebatando el factor cancha. Lo más impresionante no era el resultado en sí, sino la gran sensación de superioridad que habían demostrado durante el inicio de la serie de la mano de un Rondo pletórico. Sin embargo, el (llamémosle) destino decidió que la gloria no era lo que esperaba a una franquicia que en los dos últimos años había hecho las cosas de cualquier forma a excepción de bien: Rajon Rondo se fracturaba el pulgar de su mano derecha, y ello llevaba a relucir la terrible construcción del roster de Fred Hoiberg, el cual contaba con cinco bases en total, y de los cuales ninguno daba la talla para siquiera poder apotar 10 minutos de calidad Playoffs. El conjunto se derrumbaba y Boston aprovechaba para remontar la serie con contundencia, logrando cuatro victorias de forma consecutiva y dejando a los Bulls con la miel en los labios. Aunque la frustración no fue lo único que encontramos en el equipo tras la dureza de la eliminación, sino que por delante quedaba todo un verano lleno de interrogantes a distintos niveles que podría perfectamente significar el comienzo de un proceso de reconstrucción, o buscar nuevamente el competir durante la temporada realizando las firmas requeridas, evitando el permanecer en la tierra de nadie como se encuetran ahora mismo.

La estrella: Jimmy Butler

El jugador franquicia de Chicago Bulls, Jimmy Butler, ha tenido un año 2016-2017 totalmente excepcional, recibiendo alabanzas de propios y extraños dado el gran nivel que ha demostrado durante la temporada, a pesar de que la formación del roster no facilitara en absoluto su estilo de juego. Durante la postemporada su rendimiento no ha logrado reflejar ese mismo nivel, aunque hay que tener en cuenta que el peso con el que ha debido de cargar durante todo el año le ha acabado pasando factura a nivel físico (problemas en las rodillas), motivo de más para buscarle una ayuda extra si va a seguir siendo la estrella de la franquicia (lo cual es una incógnita a día de hoy). Posiblemente deberemos esperar hasta la noche del Draft para comprobar si la ciudad de Chicago podrá seguir contando con un jugador de calibre titular en All-Star como ha demostrado ser Jimmy Butler. La redacción de Chicago See Red valora la temporada de Jimmy Butler con un 8.8 sobre 10.

La incógnita: Rajon Rondo

La temporada en general de Rajon Rondo ha dejado un extraño sabor de boca, pues hemos podido disfrutar de tramos de increíble nivel, y tramos de horrendo nivel. Sin embargo, hay que tener en cuenta que su mejor versión la mostró durante los dos primeros partidos de postemporada, por lo que ha demostrado ser capaz de seguir rindiendo a nivel excepcional en los momentos de mayor presión. Además, el resto de bases del equipo ha dejado claro que no se encuentran en absoluto cerca de la capacidad del ex All-Star, por lo que en un verano en el que Chicago tiene la opción de volver a contar con él para la temporada que viene por la modesta cantidad de 13 millones de dólares (una cifra más que aceptable en la NBA a día de hoy), el nivel exhibido por Rondo sería suficiente para verle volver un año más, aunque desde luego haya quedado, en términos generales, por debajo de lo esperado. La redacción de Chicago See Red valora la temporada de Rajon Rondo con un 5.1 sobre 10.

La GRAN incógnita: Dwyane Wade

Al igual que Rajon Rondo, el año de Dwyane Wade ha estado lleno de altibajos, aunque el retorno a su ciudad natal fue algo que alegró a muchos aficionados de la franquicia. A pesar de que tal y como se ha mencionado Wade alternó partidos muy buenos con otros partidos desde luego no tan buenos, hubo una clara diferencia con respecto a Rajon Rondo, y es que a éste parece claro que cada vez le pesa más el físico. La temporada que viene cumple 36 años, y en ésta ya ha tenido que ir con mucho cuidado con su cuerpo, algo que incluso llegó a molestar a algunos de los jugadores más jóvenes, ya que no entrenaba con la misma asiduidad que el resto de la plantilla (totalmente comprensible). Sin embargo, y en esto al igual que en la irregularidad también coincide con Rondo, este verano podría decir adiós a la franquicia, ya que posee una opción de jugador por 23 millones de dólares que todavía está por ver si utiliza, y que alteraría en gran medida los planes de la franquicia. La redacción de Chicago See Red valora la temporada de Dwyane Wade con un 5.3 sobre 10.

Opinión

united center
Fuente: Marit & Toomas Hinnosaar (CC)

Desde luego, que una temporada esté marcada por la irregularidad, los conflictos y un futuro nada claro no puede ser en absoluto positivo. El año apuntaba a ser «complicado» desde un inicio, y así se confirmó. La directiva buscaba hacer de ésta una temporada que sirviera para colocar a la franquicia en una posición atractiva y que los situara de nuevo en la lista de destinos favoritos para agentes libres, y a pesar de contar con un jugador del calibre que Jimmy Butler ha demostrado ser, no parece que muchos jugadores vayan a tener a los Chicago Bulls como su destino favorito para este verano. Además, hay que tener en cuenta que la salida por la puerta de atrás de Doug McDermott, tras todo lo que se dio por él con anterioridad, supuso un nuevo fracaso de la directiva, que parece únicamente acumular error tras error desde que las lesiones destrozaran la carrera de Derrick Rose.

Si el equipo buscaba llegar a Playoffs, enhorabuena, objetivo logrado, objetivo sin sentido alguno, pero logrado. Este verano puede marcar una nueva reestructuración de plantilla bajo el mando de un Fred Hoiberg que no parece acabar de aclimatarse a los banquillos NBA (aunque el desafío de deber entrener a dos rosters completamente diferentes de un año para otro desde luego no ayuda). La dirección de la franquicia se decidirá con el potencial traspaso de Jimmy Butler; si éste abandona el equipo, inevitablemente tocará aguantar varios años de estar por el final de la tabla de la clasificación, aunque teniendo en cuenta el estado actual de tierra de nadie que ha labrado la directiva, es posible que sea la mejor opción.

Nota Final: 4.5