Lakers gana a Timberwolves, D’Angelo Russell congela a Towns

Minnesota Timberwolves 109 - 110 Los Angeles Lakers

D'Angelo Russell Los Angeles Lakers
D’Angelo Russell anotó la canasta que dio una nueva victoria a los Lakers en este final de temporada. Adrián Rodríguez (SB)

Llegábamos a un nuevo Timberwolves versus Lakers, o lo que es lo mismo, todo un clásico entre dos de los peores equipos de la Conferencia Oeste, y quizás, dos de los equipos jóvenes futuriblemente más prometedores de la NBA. En lo técnico, era un partido con muy poco que ganar, la victoria no suponía un gran paso para ninguno de los dos, pero si la derrota para unos Lakers que intentaban luchar por ser colistas, y mejorar sus opciones de Draft.

Los Phoenix Suns, el colista actual del Oeste, acababa de ganar un partido, y muchos vieron aquí una gran ocasión para que los de LA sumasen una derrota que les acercarse a una última plaza de Conferencia que algunos deseaban. Pero de nuevo, el vestuario púrpura tenía otros intereses, el suyo es, y será, el competir, y demostrarse a ellos mismos que son un buen grupo de jóvenes, con ganas, y hambre de ganar.

En el otro lado, los Minnesota Timberwolves, un equipo que empieza a ser un bloque, sobre todo en este tramo final de liga, y que de la mano de un tridente, que empezamos a saber de memoria, Rubio – Wiggins – Towns, buscaban una victoria más. Parecía que el partido debía de ser de los de Minnesota, por intereses de los dos equipos, pero pronto nos daríamos cuenta que esta noche sería diferente, y con un final especial.

Lakers y Timberwolves protagonizarían un partido donde las dos franquicias fueron por el partido desde el inicio. Los visitantes lucirían tremendas individualidades en las actuaciones de Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns, entre los dos sumarían 81 puntos en anotación. Todo un espectáculo.

El MVP del partido hubiese sido, y sin ninguna duda, para un Towns que se iría a 40 puntos, 21 rebotes y 4 asistencias, pero que también demostraría ser, una noche más, un coloso interior, que parece no tener freno. Pero, pese a la exhibición, no pudo llevarse el partido, ante unos Lakers que querían competir, y llevarse el partido a golpe de bloque.

Así, Lakers compitieron desde el inicio, y no dejaron de quererlo durante todo el partido, basando su productividad en la ofensiva exterior, donde tuvieron un filón en el desacierto de un Ricky Rubio que hoy no tuvo su día. A este desacierto, se sumaría la productividad de Jordan Clarkson, con 17 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias, de un Tyler Ennis, que de nuevo fue el máximo anotador de Lakers, con 20 puntos. Pero sobre todo, de un D’Angelo Russell que decidiría con un triple final el partido de hoy.

El simbolismo del choque, fue sin duda este triple final, donde Russell, de nuevo, volvía a demostrar su liderazgo en Lakers, pese a una actuación discreta, la canasta final fue de él, sus compañeros así se lo demostraron señalando a esa muñeca, que parezca tener hielo en las venas. Los de púrpura y oro tiraban una ocasión más para acercarse al Draft, pero vuelven a ganar en autoestima, sobre todo, en sus líderes, una noche más. Y ya van cuatro consecutivas.

La consecuencia, es que realmente no habrá consecuencia. Los Timberwolves se encontraron con una noche espectacular de Wiggins y Towns, en la que no acompañó Rubio, y la victoria se les fue de las manos. Mientras, Lakers demuestran preferir cerrar su temporada con victorias y autoestima, que con derrotas y la lotería del Draft.