Buddy Hield, con ganas de hacer las cosas bien
El escolta de los Kings destaca por su ética de trabajo
Es un jugador de primer año, pero está haciendo méritos para hacerse con el mayor número de minutos posibles. Tras su largo paso por los Oklahoma Sooners, Buddy Hield consiguió llevar a su Universidad hasta la Final Four y convertirse en uno de los jugadores más codiciados en la mejor liga de baloncesto del mundo. Quizás es una gran sorpresa la impresionante proyección de este jugador que llegó a los Sooners siendo uno más y la abandonó siendo un tirador letal con un gran instinto ofensivo. Ahora que podemos ver de cerca su progreso, hemos comprobado que no se trata de ninguna casualidad.
New Orleans Pelicans fueron los encargados de dar el paso y seleccionar al bahameño, aunque decidieron traspasarlo tras el All-Star Game a cambio de toda una superestrella de la liga, DeMarcus Cousins. El joven escolta llegó a la ciudad de Sacramento con ganas de hacer las cosas bien. Su inicio en los Pelicans no fue el deseado, así que comenzó a trabajar como el que más en un equipo en el que aspira en convertirse la máxima estrella. Vivek Ranadive decía que Hield tenía la proyección de Stephen Curry y quizás no estaba diciendo una gran mentira.
Los grandes jugadores se construyen durante las offseason, pero si llegas a mitad de temporada, no tienes otra opción que comenzar desde ya. Si hay algo que haya llamado la atención en la franquicia es su ética de trabajo. Ha recibido consejos de los más grandes de la historia de la competición y parece haberse impregnado de lo más positivo de todas las leyendas con las que ha trabajado para mejorar su juego. Se ha convertido en una imagen habitual el ver a Buddy Hield antes y después de cada partido partiéndose el lomo para estar preparado en cualquier tipo de situación.
Buddy Hield llega varias horas antes de cada partido para comenzar con su rutina pregame. Mucho antes de que el Golden 1 Center abra sus puertas, ya se encuentra tirando y haciendo sus ejercicios de tiro. Nadie puede reprocharle nada a este chico. A pesar de que la situación no es la más favorable en el conjunto, cada noche y día se dedica a mejorar aspectos del juego para aspirar a ser uno de los más grandes que haya pisado una cancha de baloncesto.
“Quiero demostrar lo motivado que estoy. Sé lo mucho que trabajo y lo que amo a este deporte. No me importa la situación en la que esté el próximo año, quiero trabajar lo más duro posible. Quiero competir con los mejores del mundo”.
