¿Qué les pasa a los Memphis Grizzlies?

No es ningún secreto, los Memphis Grizzlies se encuentran en su peor momento de la temporada. Marzo está siendo un mes negro para el conjunto dirigido por Fizdale, sumando cinco derrotas consecutivas y descendiendo de esta forma a la séptima plaza de la Conferencia Oeste. No solo preocupa el número de partidos perdidos, sino las sensaciones mostradas en los mismos, muy distantes a los meses anteriores. El balance sigue siendo positivo, ya que los Grizzlies cuentan con 36 victorias y 30 derrotas, pero la dinámica del equipo debe cambiar si quieren hacer algo importante en Playoffs y dar alguna que otra sorpresa. A continuación, trataré los cinco puntos que considero más importantes a la hora de explicar la difícil situación que atraviesa el conjunto de Tennessee.

David Fizdale

El entrenador de los Grizzlies no consigue dar con la tecla adecuada en un momento clave de la temporada. Los cambios en el quinteto titular y sus polémicas declaraciones generan un ambiente de inseguridad e incertidumbre, tanto en el equipo como en los aficionados. Ennis, Wright y Harrison han jugado de inicio en alguno de estos últimos partidos, relegando al banquillo a los teóricos titulares. Este cambio, causado por la búsqueda de una mayor aportación desde la segunda unidad y de un mayor protagonismo por parte de las dos estrellas del equipo, Conley y Gasol, no ha surgido el efecto esperado. Fizdale ha utilizado 18 quintetos diferentes durante esta temporada, y da la sensación de que solamente Conley, Gasol y Randolph (como sexto hombre)  tienen un rol totalmente definido dentro de la plantilla. En un momento tan avanzado de la temporada, es un poco tarde como para hacer experimentos o alteraciones significativas dentro de la plantilla, como pueden ser los cambios en los roles de los jugadores o el cambio de la dinámica de juego en las diferentes fases de un partido. Todo esto, sumado al “pueden besar mi culo” que el entrenador dedicó a sus críticos, ha creado cierta tensión y alguna duda respecto al futuro más próximo de la franquicia.

Marc Gasol

Gasol debe ser el líder indiscutible de este equipo, guiarlo tanto dentro de la pista como en el vestuario. Esto se ha demostrado a lo largo de toda la temporada, sobre todo en noviembre y diciembre, meses en los que el pívot español se encontró prácticamente solo y cargaba con todo el peso del equipo a sus espaldas.  Durante ese periodo de tiempo, Memphis encontró su mejor versión y practicó su mejor baloncesto. Desde el All Star, parece que nos han cambiado a Marc, no parece el mismo, no se siente cómodo en la cancha y su rendimiento ha bajado considerablemente. Si bien las estadísticas de Marc durante toda la temporada son de 20.2 puntos (46.2% en TC) y 6.1 rebotes por partido, en los últimos cinco partidos ha promediado 15.2 puntos (38.9% en TC) y 5.4 rebotes de media. Marc tiene que volver a ser ser el eje central de la defensa del equipo, además de la primera opción ofensiva, ofreciéndole todo tipo de espacios y situaciones favorables.

El contexto actual que rodea a la franquicia no ayuda, pero nadie duda de la inmensa calidad del pívot, por lo que debe coger las riendas del equipo y volver a su mejor nivel, aquel que le situaba como el mejor 5 de la NBA, siendo decisivo en partidos igualados y dominando ambos lados de la cancha.

Chandler Parsons

Se ofrece una gran recompensa a aquel que lo encuentre, la última vez que se le vio fue la campaña pasada en el American Airlines Center, pabellón de los Dallas Mavericks. El fichaje estrella de este verano de los Memphis Grizzlies no es más que el mayor pufo de la temporada: 94 millones de dólares en 4 temporadas. El tan ansiado alero de primer nivel que durante tanto tiempo han estado buscando los Grizzlies para conseguir ese salto de calidad exterior que necesitaban ha resultado ser un esperpento a nivel deportivo y económico. Es cierto que la primera parte de la temporada de Parsons estuvo marcada por las lesiones, pero llegados a este momento, ya no hay excusas. El alero no ha ofrecido ningún tipo de rendimiento, no se ha adaptado al equipo ni el equipo se ha adaptado a él. Sus números de esta temporada así lo confirman, muy lejos de lo que se esperaba al comienzo de temporada: 6,2 puntos (33.8% en TC y 26.9% en T3), 2.5 rebotes y 1.6 asistencias por partido. El desastre ha sido total y no hay síntomas de que esto vaya a cambiar, por lo que las esperanzas puestas en él son mínimas. Pero parece que el problema, por lo menos, ya no se verá en la pista, ya que Parsons será operado de uno de sus meniscos, por lo que es probable que se pierda lo que resta de temporada.

Pérdida de la identidad

El Grit´N´Grid ha sido durante años la esencia de la identidad de estos Memphis Grizzlies. Un juego basado en una férrea e inexpugnable defensa, que trata de asfixiar ofensivamente a los equipos rivales. Una dinámica de juego lenta, con posesiones largas y que hace que el equipo contrario se sienta incómodo en todo momento. Los Grizzlies son conocidos por ser un equipo defensivo, y por lo tanto, difíciles de batir por cualquier equipo, sobre todo en el FedEx Forum. Es un conjunto complicado, que te lleva al límite y que ningún equipo grande quiere en la postemporada, debido al desgaste físico que supone enfrentarse a ellos. Esta “marca de la casa” es la que parece haber perdido Memphis en el mes de marzo, como prueba, los puntos recibidos en los últimos cinco enfrentamientos: 104, 123, 122, 114 y 107, contra Mavericks, Rockets, Nets, Clippers y Hawks, respectivamente. 114 puntos recibidos de media en los últimos cinco partidos, mientras que en el resto de la temporada, Memphis ha recibido 100.8 puntos por partido. En cuanto al ataque, el equipo de Fizdale promedia unos escasos 101.2 puntos por noche. El entrenador ha intentado acelerar un equipo que no está construido para una velocidad, un ritmo y unos espacios constantes, por lo que es complicado mantener una alta producción ofensiva.

Vestuario

El vestuario se encuentra en un momento complicado, las cinco derrotas consecutivas suponen un importante mazazo anímico en los jugadores. En el partido contra los Clippers, durante el último cuarto, se pudo observar como los jugadores se encontraban impotentes y abatidos en el banquillo, incapaces de revertir la mala racha por la que pasa la franquicia. Es el momento de los veteranos, los cuales tienen que dar un paso al frente y unir lo máximo posible al vestuario, ya que el origen del cambio radica ahí. Los Grizzlies siempre han sido un gran colectivo, el éxito conseguido en campañas pasadas se ha basado en ser un grupo muy unido y maduro, totalmente consolidado, con una gran química. En este apartado, destacar la figura de Tony Allen, un peso pesado en el vestuario de los osos, el cual volverá al quinteto titular en el próximo partido, contra los Milwaukee Bucks.

Para finalizar, decir que confío en este equipo, en que sea capaz de sobreponerse a las adversidades y que vuelva a ser ese equipo duro y complicado de roer que todos conocemos. La base de este optimismo proviene de lo sucedido en los meses de noviembre y diciembre, momentos en los que los Grizzlies mostraron de lo que son capaces, desplegando su mejor juego y consiguiendo importantes victorias contra equipos candidatos al anillo, como lo son Houston, Cleveland y Warriors.