Rick Carlisle, el mejor entrenador de la NBA

Pieza clave en los éxitos de los Dallas Mavericks

Rick Carlisle, genio y figura de unos Mavericks siempre competitivos/Nil Alemany (SB)

Los Dallas Mavericks tienen la suerte de haber podido vivir (y de seguir viviendo) las exhibiciones de uno de los mejores ala-pívots de la historia y, en mi opinión, el mejor europeo con mejor rendimiento en la NBA: Dirk Nowitzki. Pero también tienen la suerte de poder contar en su estructura con un valor tan importante como los jugadores, mucho menos reconocido y mucho más fácil de criticar: Rick Carlisle. Y es que el de Nueva York está malacostumbrando a los aficionados de los Mavs a ver a su equipo competir incluso por encima de sus posibilidades temporada sí y temporada también, aunque no llegue a estar ni entre los candidatos a mejor entrenador del año; para mí está claro: Él es el mejor entrenador en la NBA en la actualidad.

Y es que la mano de Rick Carlisle en sus equipos está más allá de conseguir un estilo identificable como Popovich o Kerr. Carlisle es capaz de hacer jugar bien a prácticamente cualquier jugador (salvo Rajon Rondo).

Esto lleva siendo así, como poco, desde que está a las órdenes de los Dallas Mavericks. Habiendo conseguido incluso un campeonato cuando estaban bastante lejos de estar considerados entre los favoritos a conseguirlo. Y es que en la memoria de muchos aficionados todavía está presente el nivel soberbio que dio la franquicia texana ante el Big Three de los Miami Heat liderados por Lebron James. Sin olvidarnos del milagro del año pasado; donde, tras el no de DeAndre Jordan, todos esperaban a unos Dallas Mavericks en el fondo del Oeste y terminaron sextos de conferencia y rascando un partido en los PlayOffs a los Thunder de Durant y Westbrook. 

Además, esta temporada se ha podido descubrir una nueva faceta de Rick Carlisle que lo convierte en un entrenador más completo de lo que se le reconocía y que era lo que le podía faltar para poder optar realmente a este galardón. A su capacidad para hacer competitivos a sus equipos y, sobre todo, a jugadores veteranos; ahora se está viendo el rendimiento que está consiguiendo dando también muchos minutos a jugadores jóvenes. Dorian Finney-Smith está teniendo un protagonismo/rendimiento que nadie se esperaba; Yogi Ferrell ya ha sido una vez rookie del mes de febrero y se está asentando como un base al que no le pesa el puesto de titular en la NBA; Harrison Barnes ha pasado de una cuarta espada muy discutida a uno de los mejores aleros de la liga, superando de promedio los 20 puntos por partido; y, sobre todo, Seth Curry ha mejorado mes a mes hasta mostrar un nivel de élite tanto a nivel general como desde la línea de tres puntos. Nerlens Noel, el último en llegar, entre una reciente lesión y las pocas semanas de trabajo solo se ha podido ver un poco del gran talento que acumula. Con lo que Carlisle tiene una nueva oportunidad de mostrar su faceta más desarrolladora.

Tampoco olvidar el rendimiento que dan los veteranos bajo su disciplina. Dirk Nowitzki no solo aporta por su gran talento, sino que, ahora que el físico no acompaña, los ajustes y re-ajustes que hace su entrenador hace que sume cosas nuevas cada año. Devin Harris o J.J. Barea son constantes cada temporada cuando muchísimos jugadores a su edad ya comienzan a ser irregulares tanto en números como en intangibles. Sin olvidarnos de Salah Mejri, un jugador que pasó de estar en el fondo del banquillo del Real Madrid en Europa a sumar minutos de calidad en los Dallas Mavericks. 

Y es que existen pocos entrenadores en la liga con el talento para «afectar» a todos sus jugadores, ya sean jóvenes o veteranos, de la manera que lo hace Rick Carlisle.

Pero no se debe tampoco desprestigiar la pizarra del que fuera COY en el 2002. Una pena que no haya estadísticas de algo tan concreto; pero el que vea los partidos de los Dallas Mavericks ya se habrá dado cuenta del altísimo porcentaje de canastas que consiguen los texanos después de un tiempo muerto de Carlisle. Son puntos prácticamente seguros. En mi opinión, no hay otro entrenador en toda la NBA que incida tanto en el juego de su equipo como lo hace él. Se ve en esta presente campaña, los Mavs ya no son la franquicia ultraofensiva de antaño y ahora destacan por un ritmo más lento y una mejor defensa. ¿Qué hay mejor que un entrenador que puede modificar su forma de jugar según las necesidades de sus pupilos?

El debate cuando se considera a Rick Carlisle el mejor, para la mayoría, suele tener nombre y apellido: Gregg Popovich. El de los Spurs está considerado uno de los mejores coaches de la historia y lo es. Pero, en la actualidad, sus Spurs son más dependientes del gran talento de Leonard que de las órdenes de un Popovich que, eso sí, sigue siendo muy importante. En definitiva, que Popovich supera a Carlisle en títulos en el pasado y en cantidad de pelo en la cabeza ahora; pero el de los Mavericks no tiene nada que envidiarle en cuanto a talento como entrenador.

Independientemente de que si esta temporada los Dallas Mavericks se clasifican para los PO o no; Rick Carlisle merecería estar entre los candidatos al COY —y para mí debería estar entre el primer candidato y el segundo con Erick Spoelstra—. Mark Cuban va a tener que soltar la billetera en unos años, porque Carlisle se merece una estatua en el ACC cerca de la que deberá tener (y tendrá) Dirk Nowitzki.