Los sueños están para cumplirse: Road to Philadelphia

Nuevo episodio de nuestros viajes NBA

allen iverson
Me voy a Philadelphia, cuna de leyendas como Iverson//Fuente: Kevin Burkett (CC)

Hace poco más de dos meses, mi compañera en Diggin’ in Denver, Laura Cristaldi, publicaba este artículo en SomosBasket, contando cómo iba a irse a Londres para cumplir una vez más su sueño de ver a sus Denver Nuggets en directo. Pues bien, hoy seré yo quien os cuente mis impresiones sobre mi futura experiencia NBA, en mi caso, en Philadelphia.

Como cualquiera de vosotros que me estáis leyendo, yo soy un chaval absolutamente enamorado de la mejor liga de baloncesto del mundo, y más en particular de los Philadelphia 76ers. Desde hace muchos años, he estado insistiendo a mis padres para hacer un viaje a los Estados Unidos, única y exclusivamente para ver en directo un partido, y si podía ser de los Sixers, mejor. A mi 18 añitos de edad, aún no tengo los medios para ir yo solo, con lo cual dependo para ello totalmente de la buena voluntad de mis progenitores. El ir a ver en directo un partido era una vieja promesa, y por eso no desaproveché la oportunidad cuando surgió. 

Cuando me dijeron que habían decidido irnos durante las Fallas a Nueva York, se me encendió la bombillita. Inmediatamente busqué la distancia y el tiempo que hay de Nueva York a Philadelphia, y los partidos que había durante esas fechas. Al ver que no era un desplazamiento demencial, y que el día 19 de marzo los Boston Celtics visitaban el Wells Fargo Center, vi claro que yo tendría que estar allí. Al instante lo dejé caer: «Podríamos ir a Philadelphia a ver a los Sixers, no está tan lejos…»

La primera vez que lo dije no me tomaron en serio, claro. Pero después de unos días insistiendo, ahí estaba yo, sacando las entradas por internet, ¡El primer paso para cumplir mi sueño! Sólo el imaginarme atravesando las puertas del estadio, entrando a nuestro querido templo, que solamente he podido ver en fotografías hasta ahora, me ponía (y me pone) la carne de gallina. Un tiempo después, empezamos a planear lo que íbamos a ver en Philadelphia durante ese día de San José tan especial este año para mí. Concluimos que además de ir al Wells Fargo Center, iremos a ver las famosas escaleras de Rocky Balboa, y la Campana de la Libertad, de donde viene el nombre de nuestro querido Liberty Bell Blog. Son los dos lugares ideales que redondearán un día perfecto.

Sí que es cierto que el panorama ya no es el mismo que cuando me saqué las entradas, allá por enero: los Sixers ya no están en una racha tan positiva, ya no tenemos a jugadores como Ilyasova o mi querido Noel… Y sobre todo no podré ver en vivo al bueno de Joel Embiid. Cualquiera que me siga en redes sociales, o simplemente lea mis artículos en esta web sabe que tengo una profunda admiración por el camerunés. La verdad es que una de las cosas que más ilusión me hacía era ver a The Process en directo, y sentirme uno más en esa comunión que forman público y jugador cada vez que pisa el parqué. No obstante, no voy a ser catastrofista, es decir, ¡voy a ver a los Sixers de verdad!

Además, aunque no esté Jojo, hay mil razones para ver el partido: voy a ver a un Saric que promedia 18,9 puntos, 8,3 rebotes y 3,8 asistencias en los últimos 12 partidos, McConnell, Covington, Holmes, TLC, incluso al recién llegado Justin Anderson, a quien empiezo a tomar cariñoTantos y tantos jugadores que me encantan y que me dan razones para creer en cada partido de los Sixers, pero en carne y hueso. Voy a poder vivir el ambiente del Wells Fargo Center en primera persona, como tanto he deseado desde hace tiempo. La verdad es que me haría mucha ilusión cantar «Trust the process» como uno más en el genial ambiente de Philly. No os podéis ni siquiera hacer una idea de lo que significa para mí tener esta oportunidad. Por primera vez,y espero que no sea la última, nuestros chicos van a poder sentir mi aliento desde la grada, porque os aseguro que me pienso hacer notar.

Quizás para muchos de vosotros no resulte una experiencia tan brutal porque ya lo habéis vivido, o tenéis la oportunidad de hacerlo con relativa frecuencia. En mi caso, no sé cuándo voy a poder repetirlo, con lo cual es experimentar un sueño. Cuento cada minuto que me falta para cumplirlo, y se me hace eterno. Pero tranquilo Gustavo: ¡la espera valdrá la pena! Los sueños están para cumplirse, y esta vez seré yo quien lo haga.

Este lunes, 13 de marzo, saldré desde mi bonita València, en un largo viaje hacia los Estados Unidos. Un viaje donde cargaré la maleta con un sueño, un gran sueño que en tan sólo unos días se hará realidad. Para acabar, simplemente quería compartir mis sentimientos con esta preciosa comunidad de amantes del baloncesto. Y vosotros, ¿alguna vez habéis podido vivir una experiencia similar en directo? ¡Contádnoslo en los comentarios!